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miércoles, 23 de mayo de 2018

ROBOTS ASESINOS: A la caza de los seres humanos

"Imaginemos un tranvía camino de una intersección", plantea el científico. "En el cruce hay un hombre que puede controlar el cambio de vías. En una de ellas hay una persona atada en el carril, como en las viejas películas de cine mudo, y morirá si el tranvía avanza en su dirección. No habrá problema si el hombre que controla el cambio de agujas desvía la ruta. Pero... ¿qué pasa si en la otra vía no hay una, sino dos personas atadas? ¿Qué haría entonces el ser humano? ¿Y si una de las personas es pariente suyo? ¿Y si en la otra vía hay una mujer embarazada? Fíjese en la cantidad de variantes que puede valorar el hombre... ¿Podría valorarlas el tranvía por sí solo?". El dilema, un experimento clásico del pensamiento ético, lo recupera ahora Guillermo Simari, doctor en Ciencias por la Universidad de Washington y Catedrático de Inteligencia Artificial y Lógica computacional en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca (Argentina). En el año 2015 se organizó en Buenos Aires la Conferencia Internacional de Inteligencia Artificial, el congreso más importante sobre la materia. Allí se presentó una primera carta firmada por más de 1.000 científicos, técnicos y pensadores, entre ellos Elon Musk, Stephen Hawking o Noam Chomsky, en la que se alertaba de la amenaza de una "tercera revolución bélica". Luego de la pólvora y las armas nucleares, llegan los robots asesinos, la gran amenaza para nuestra supervivencia. Cambiemos el tranvía por un drone, un soldado por un ciborg o un terminator y, a quien este amarrado a las vías del tren por cualquier eventual víctima en un conflicto. ¿Quién decide? "Para evitar un futuro en el que los robots asesinos, y no los humanos, tomen las decisiones, los gobiernos deben actuar ahora", asegura Mary Wareham, miembro de la ONG Human Rights Watch y coordinadora de la Campaña 'Stop Killer Robots', que lleva desde el 2013 intentando trasladar la reclamación de los expertos hasta las Naciones Unidas para que se debata un nuevo tratado internacional que prohíba el desarrollo, la producción y el uso de armamento totalmente autónomo antes del 2020. En contra de esta posición tenemos a los países que precisamente están desarrollando esta clase de tecnología como EEUU, Rusia, China, Israel, Francia y Alemania quienes están a favor de su uso. "Lamentablemente los países más comprometidos con nuestra causa (sólo 22 apoyan inequívocamente la prohibición) son los que no tienen la tecnología para desarrollar este tipo de armas, porque ven que las potencias más grandes podrían poner a prueba este armamento en conflictos como los que se llevan a cabo en este momento en Oriente Medio o en África", aseveró Wareham. "Nuestra mayor preocupación es que las armas autónomas se desplieguen indiscriminadamente antes de que exista una regulación y comiencen a causar víctimas como ya sucede en Afganistán donde miles son asesinados por drones estadounidenses en su llamada ‘guerra contra el terrorismo’ donde estos inocentes que no tienen nada que ver en ello. Son las ‘victimas colaterales’ de esta agresión, ante el silencio cómplice del mundo que no levanta su voz ante estos crímenes cometidos" expreso. Como sabéis, el CBU-97 Sensor Fuzed Weapon es una bomba de racimo del ejército americano. Según los expertos, la más avanzada del mundo. Un arma guiada de precisión equipada con electrónica inteligente para localizar y alcanzar objetivos y programada para reconocer y bloquear ella sola el hardware militar enemigo y destruirlo; el Sea Hunter es un cazador estadounidense de submarinos que avanza sin tripulación; Taranis es el nombre de un dron británico que puede realizar tareas de vigilancia y espionaje, marcar objetivos, transportar armas, realizar fotografías aéreas y atacar en territorio hostil. Todo sin un piloto en su interior; Harpy es un arma autónoma desarrollada por la industria aeroespacial israelí que "dispara y olvida". La arpía detecta, ataca y destruye sin ayuda de nadie los emisores de radar enemigos. Así como estos, existen hasta 381 sistemas distintos de armamento autónomo contabilizado en todo el mundo. La mayor parte de ellos son propiedad de Israel, Rusia o EEUU. Jean-Charles Ledé es uno de los máximos responsables de la Agencia americana de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, creada tras la Guerra Fría. En el 2015 aseguró que el objetivo de su programa de drones era poder "cazar a los humanos en manada, como los lobos". Sólo en su primer año en la Casa Blanca, el musulmán encubierto y Califa de ISIS, Barack Hussein Obama autorizó más ataques de drones (54) que el criminal de guerra George Bush en sus últimos cuatro años de mandato. Entre 2009 y 2011 las víctimas de los aviones americanos no tripulados oscilaron entre las 1.324 y las 2.348, según los datos de la New American Foundation. Todos los expertos coinciden en que construir un arma autónoma es mucho más fácil que construir un coche sin conductor. "Sin embargo, las armas autónomas son armas de destrucción masiva con una capacidad ilimitada de crecer a escala", denuncia Stuart Russell, profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad de California en Berkeley y uno de los firmantes de una nueva carta remitida a la ONU en el 2017. "Las armas autónomas letales permitirán que el conflicto armado se dispute a una escala mayor que nunca, y en periodos de tiempo más rápidos de lo que los humanos pueden comprender. Pueden ser armas de terror, armas que los déspotas y terroristas usen contra poblaciones inocentes, y armas pirateadas para comportarse de maneras no deseadas. No tenemos mucho tiempo para actuar", alerta el texto. Y además, como sostienen desde 'Stop Killer Robots', no hay tribunales para juzgar a una máquina. "Lo vemos ahora precisamente en Afganistán, donde nadie se hace responsable por los asesinatos masivos cometidos por los drones ya que - afirman - estos actúan por cuenta propia y deciden donde atacar" precisa Russell. ¿Veremos entonces en un futuro cercano guerras entre robots como en las películas de ciencia ficción? "Es mucho más probable que pronto veamos a robots cazando y matando humanos. Y entonces echaremos de menos los buenos viejos tiempos de las armas químicas" puntualizó :(
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