Como recordareis, hace unos días el presidente estadounidense Donald Trump se ofreció para ser el nuevo Pontífice de la Iglesia Católica como sucesor del hereje Francisco I, esperando ser elegido en el Cónclave que se inicia esta semana en El Vaticano. En efecto, el pasado martes en la Casa Blanca, cuando se le pregunto sobre quién le gustaría que sucediera al papa recientemente fallecido, respondió: “Me gustaría ser el papa. Esa sería mi primera opción” asevero. Dicho comentario suscitó una rápida reacción en las redes sociales y entre los expertos. El senador republicano y aliado de Trump, Lindsey Graham, les pidió a los miembros del Cónclave que estuvieran abiertos a la elección de Trump como el próximo papa. Graham manifestó que el presidente era “un candidato inesperado” tras la muerte del papa Francisco. “Me emocionó haber escuchado que el presidente Trump está abierto a la idea de ser el próximo papa”, escribió Graham en una publicación en X/Twitter el martes acompañado del fragmento de video de Trump. Y agregó: “Realmente, este sería un candidato inesperado, ¡pero les pediría al cónclave papal y a los fieles católicos que estén abiertos a esta posibilidad!”. “La primera combinación papa-presidente de Estados Unidos tiene muchos aspectos positivos”, añadió Graham. Concluyó: “Atentos al humo blanco… Trump MMXXVIII!” Sin embargo, las posibilidades de que Trump sea papa no son muchas. Según el derecho canónico, cualquier varón católico bautizado puede ser elegido papa. Pero cabe precisar que casi todos los papas de la historia moderna han sido miembros del Colegio de Cardenales. De hecho, los cardenales “suelen elegir a un papa conocido por su profunda fe, su fuerte liderazgo y su experiencia en la gobernación de la Iglesia”, según información de Catholic.org. Tras proponerse a sí mismo, Trump mencionó a Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, como posible candidato. “No tengo ninguna preferencia. Debo decir que tenemos un cardenal que resulta ser de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno, así que veremos qué pasa”, comentó. Pero los expertos dicen que es poco probable que el mandatario estadounidense ejerza alguna influencia en el proceso de selección, y mucho menos que se convierta él mismo en el próximo papa. Sin embargo, Trump no se da por vencido y fiel a su estilo, acaba de publicar en su cuenta de Truth Social, una imagen suya vistiendo las ropas papales. Una provocación que llega a pocos días del inicio del Cónclave en el Vaticano, a modo de presión a los cardenales que van a participar en la elección del nuevo papa. La imagen, claramente realizada con inteligencia artificial, era una respuesta a los numerosos comentarios que surgieron tras las declaraciones que Trump el pasado martes. El post fue compartido posteriormente por la cuenta de la Casa Blanca. Por lo visto, el mandatario estadounidense sigue queriendo hacerse el centro de la atención mediática, incluso cuando se trata de una tradición centenaria que nada tiene que ver con Estados Unidos. La última vez que Trump estuvo en el Vaticano fue para asistir con su esposa Melania al funeral del papa, con quien nunca se ha llevado bien por la posición herética del finado, alejado del Dogma de la Iglesia. Venga ya, a pesar de que su opinión de querer ser el nuevo papa podría ser tomada como una broma, sin duda alguna lo haría mejor que el comunista ese que ya está en el hoyo ¿no lo creen ustedes?