TIEMPO RE@L

domingo, 7 de noviembre de 2021

PROJECT KUIPER: El internet satelital de Amazon

Como sabéis, el espacio ha dejado de ser solo un lugar para la investigación científica y las fantasías interestelares de los más aventureros para convertirse en un rico filón por explotar. Viajes comerciales, estaciones espaciales particulares y servicios como el internet satelital han puesto de manifiesto que el sector privado está decidido a tomar el cielo por asalto, y dos contendientes destacan sobre los demás en esta particular ‘guerra de las galaxias’: Elon Musk y Jeff Bezos. El último episodio de esta contienda por el dinero espacial entre los dos magnates tecnológicos es el 'Project Kuiper' de Amazon, con el que Bezos quiere hacer la competencia al Starlink de SpaceX, según da cuenta esta semana The Verge. Se trata de un proyecto de internet satelital del que tuvimos noticias por primera vez en el 2019, y que ahora ha anunciado que comenzará a probar sus servicios a finales del 2022, cuando ponga en órbita sus dos primeros satélites, según ha informado el gigante del comercio electrónico en su blog. Como recordareis, hace dos años Amazon dio a conocer su ambicioso plan de para lanzar 3.236 satélites y ofrecer acceso a internet desde el espacio, el cual fue llamado 'Project Kuiper' (bautizado así en honor al conocido astrónomo holandés) que orbitarán alrededor de la Tierra para ofrecer conectividad por satélite de baja latencia y alta velocidad a comunidades de todo el mundo, a través de una constelación de satélites. El objetivo de Amazon es lanzar 3.236 satélites para ofrecer cobertura al 95% de la tierra donde hay gente viviendo. Por cierto, este nuevo proyecto de Amazon no sería su primera aproximación al espacio, ya que a finales del 2017 ya probó con éxito sus cápsulas espaciales Blue Origin. De los 3.236 satélites: 784 satélites estarían a una altura de 590 kilómetros, 1.296 estarían a 610 kilómetros y 1.156 satélites a 630 kilómetros, una distancia que como vemos es considerablemente inferior a la que utiliza el Starlink de Elon Musk. Sin embargo, en esta particular batalla de la guerra por el espacio comercial, Bezos llega algo tarde con respecto a Musk. Y es que el fundador de Tesla y SpaceX ya lanzó sus primeros satélites para ofrecer acceso a internet desde el cielo en el 2019, por lo que va a llevar más de tres años de ventaja al que quiere ser su principal competidor en este mercado. De hecho, en estos momentos Starlink ya tendría en órbita alrededor de 1.800 satélites, y para cuando se lancen los dos primeros de 'Project Kuiper' podría tener unos 3.000. Es más, Starlink lleva varios meses ofreciendo el servicio en fase beta y está a punto de salir de ese estado, por lo que cuando Amazon esté preparada para ofrecer su internet satelital su competidor tendrá ya un servicio con varios años de experiencia. Los de Bezos son muy conscientes de que no van tener la ventaja de ser los primeros en este mercado, por lo que ya han desarrollado una estrategia para hacer frente a Musk: ofrecer tarifas más económicas. Aunque los costes de 'Project Kuiper' para los clientes aún no se conocen, Amazon señala en el comunicado que su objetivo es “brindar un servicio rápido y confiable a un precio más asequible”. Y es que uno de los principales hándicaps que, hasta el momento, tiene el servicio de Starlink son sus elevados precios, al menos los que ha establecido para la fase beta del proyecto. Así, hace unos meses supimos que el coste del hardware -antena, cables y router- era de 499 euros, los gastos del envío 60 euros y la cuota mensual de 99 euros al mes. Estaremos atentos a mayor información al respecto ¿Vale? :)

SONY A7 IV: El último desafío

Finalmente los rumores no se equivocaban y ya está aquí la Sony A7 IV, la nueva cámara de la familia Alpha de sin espejo full frame que inauguró este segmento del mercado allá por el 2013. Un modelo que quiere redefinir el estándar marcado por su antecesora, la A7 III, añadiendo una buena cantidad de novedades para mejorar el producto y que afectan a casi todas las áreas: entre otras, sensor, diseño, AF y grabación de vídeo. Lo cierto es que sin traer novedades revolucionarias, la nueva cámara llega mejorada en un montón de aspectos que la acercan a modelos más avanzados de su propia familia como la Sony A1 en el terreno de la foto fija, y la Sony A7S III en el del vídeo; de hecho, casi podemos decir que la nueva cámara es un híbrido de esos dos modelos a partir de los cuales han mejorado lo que ofrecía la Sony A7 III que, como recordareis, se presentó hace ya unos dos años y medio. Para esta redefinición del estándar sobre lo que debe ser una cámara sin espejo de formato completo, la marca se ha basado en cinco pilares: calidad de imagen, capacidades en fotografía fija y en vídeo, operatibilidad y conectividad. Comenzamos hablando del sistema de imagen que promete una renovada experiencia gracias a la incorporación de nuevos sensor y procesador. El primero es un CMOS Exmor R de 33 MP retroiluminado de nuevo diseño que se vincula a un chip Bionz XR, el mismo que llevan las A1 y A7S III y que ofrece una potencia ocho veces superior al de la A7 III. Otra novedad interesante que viene de la mano del procesador (y el apoyo de las tarjetas CFexpress) es que el buffer de disparo crece considerablemente: más de 800 fotos sin parar en formato JPEG+RAW (la A7 III no pasaba de las 89), aunque la velocidad de disparo se mantiene en las diez fotos por segundo. Otras mejoras las tenemos en un sistema de estabilización que permite compensar medio paso más que el modelo anterior (de 5 a 5,5 f-stops) y la inclusión de las funciones denominadas Creative Looks (que sustituye a los anteriores Creative Styles y debutaron en las A1 y A7S III) para dotar a las imágenes de un aspecto llamativo mediante la modificación de parámetros como el color, el brillo y la nitidez, tanto en foto como en vídeo. Siguiendo la tendencia actual de ofrecer cámaras híbridas que pueden ser usadas tanto por fotógrafos como videógrafos, Sony ha mejorado las capacidades del modelo anterior para los segundos fijándose en las necesidades reales de las producciones de cine y vídeo. Así, la Sony A7 IV llega prometiendo grabar vídeo 4K a 60p a 10bit en formato Super 35mm, sin pérdida de píxeles y con una tasa de bits máxima de 600Mbps. Además, ofrece también la posibilidad de llegar a 7K (remuestreando desde 4K a 30p) y Full HD a 120p, para grabar videos en cámara lenta hasta 5X. En cuanto a la conectividad, como era de esperar la cámara viene preparada para que los profesionales tengan una herramienta de trabajo muy capaz, por lo cual incluye un puerto USB 3.2 Gen3 10Gbps y, a través de la app Imaging Edge, conectividad vía WiFi 5 GHz. Cabe precisar finalmente que la Sony A7 IV estará disponible de forma inmediata para su reserva (aunque la fecha de comercialización es el mes de diciembre) con un precio de 2.800 euros, sólo cuerpo, y 3.000 euros en el kit con el habitual objetivo 28-70 mm :)
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