TIEMPO RE@L

domingo, 12 de enero de 2020

A LAS PUERTAS DEL APOCALIPSIS: Las consecuencias serán terribles para la humanidad

Con un enfermo mental como Donald Trump quien busca a toda costa desatar una conflagración nuclear que ocasionaría la destrucción del planeta, un equipo de científicos de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos), aprovechando la tensa situación que se vive en el mundo y preguntándose qué podría pasar en caso de que finalmente estallara el conflicto, basándose en el armamento con el que cuentan EEUU y Rusia, han simulado las brutales consecuencias: 91,5 millones de víctimas en 5 horas. "El riesgo de una guerra nuclear ha aumentado dramáticamente en los últimos tiempos a medida que los EE.UU. haya abandonado uniteralmente los tratados de control de armas nucleares", confirman los encargados de la simulación en el blog del programa de Ciencia y Seguridad Global. El posible inicio de las hostilidades por parte de los estadounidenses y la respuesta rusa provocaría un conflicto a nivel mundial que acabaría con el planeta tal y como lo conocemos a día de hoy. Así, el análisis que han llevado a cabo ha sido denominado 'Plan A', en el que monitorizan los movimientos de ambas potencias como si se tratara de una partida de ajedrez, en la que todo movimiento tiene su respuesta, pero en forma de ataque militar en el que las víctimas no son otras más que los habitantes de las diferentes poblaciones en las que se desarrollan las batallas. Eso sí, teniendo en cuenta que las terribles consecuencias que tendría el uso de armamento nuclear. En la simulación, todo comienza con un supuesto movimiento de las tropas norteamericanas y de la OTAN por Europa en dirección a las posiciones fronterizas de Rusia. Ese movimiento sería respondido por el lanzamiento de un misil nuclear de advertencia por parte de los rusos en un lugar estratégico, como es la frontera entre Alemania, Polonia y la República Checa. A partir de ahí, ambas potencias intercambiarían ataques militares con devastadoras consecuencias humanas. A continuación, la OTAN lanzaría 180 ojivas nucleares en distintos puntos estratégicos, mientras que Rusia haría lo propio con otros 300 misiles contra las bases y tropas en Europa. La respuesta de EEUU sería el lanzamiento de otras 600 cabezas nucleares contra su enemigo, mientras ambos se intercambiarían un ataque submarino desde diferentes instalaciones. A partir de ahí, la batalla se centraría en las 30 ciudades más pobladas de Europa, Rusia y EEUU. Con este panorama tan desolador, pero no tan alejado de la realidad teniendo en cuenta la cantidad y el poder de las armas nucleares con las que cuentan ambas potencias así como de la locura homicida de un Criminal de Guerra como Donald Trump, los expertos confirman el desastre que supondría: en poco menos de cinco horas de batalla, se habrían producido un total de 91,5 millones de víctimas. O, dicho de otra manera, habían fallecido 34,1 millones de personas y 57,4 habrían resultado heridas de diversa consideración. La herramienta en la que estos expertos de Princeton se han basado para hacer las estimaciones es el NukeMap, una creación de Alex Wellestein, que es uno de los sistemas más precisos para calcular la devastación de cada tipo de arma nuclear. Aunque en el vídeo puede observarse que muchos países del hemisferio sur parecen quedar intactos y sin ningún tipo de daño, los efectos nucleares y los impactos a largo plazo en el clima de la Tierra, la población y la producción de alimentos se verían seriamente afectados. Pero ¿cuál es el efecto de una bomba nuclear? Dependiendo del diseño del arma, la naturaleza de la zona de explosión y factores del clima los efectos podrían ser más o menos devastadores. Al estallar, el 35 por ciento de la energía se desprende en forma de calor arrasando todo a su paso. A causa de la explosión se produce una ceguera repentina en todos aquellos que observan el momento. Pero aparte también se produce ceguera en todos aquellos que estén dentro del rango de exposición de la bomba. Por ejemplo, si el arma fuera de 1 megatón todos aquellos que se encuentren en un radio de 20 kilómetros en un día despejado podrían sufrir ceguera. En cambio, si explotase durante una noche despejada afectaría a todos ellos entre 80 kilómetros a la redonda. Para aquellos que se encuentren a menos de 8 kilómetros de distancia del foco sufrirían quemaduras de tercer grado. Y debido a los fuertes vientos, de hasta 254 kilómetros por hora, los objetos saldrían volando causando más muertes y heridos en un radio de menos de 5 kilómetros. Y quedaría el problema de la radiación que causaría más problemas que la explosión en sí misma. Si bien los científicos responsables del estudio afirman que la realización de este estudio no tiene otro propósito más que informar sobre qué podría pasar en caso de que se desatara una guerra nuclear, una devastación mundial sin precedentes, con el desquiciado inquilino de la Casa Blanca - rodeado de impresentables sujetos escapados de algún hospital psiquiátrico, que fungen de “asesores” - no podemos esperar nada bueno :(

IPAD PRO (2020): Un sueño hecho realidad

El año 2020 ha empezado y los fabricantes ya ponen la vista en la próxima temporada y buscan fechas para presentar los modelos en los que ya llevan meses trabajando. Apple es uno de ellos y ahora nos llega en forma de filtración la primera remesa de renders de alta calidad para sus futuros (en plural) iPad Pro 2020 que se acaban de filtrar en renders. Ha sido OnLeaks, uno de los leakers más reputados de la red y el encargado de mostrar el diseño de los iPhone 11 Pro meses antes de su presentación, el que ha compartido en su perfil de Twitter las primeras imágenes de los que, supuestamente, son los nuevos iPad Pro 2020. De acuerdo a OnLeaks, los dos dispositivos verán la luz en los primeros meses del año y llegarían en dos tamaños: 11 pulgadas y 12,9 pulgadas. El tamaño del modelo más grande sería el mismo que el iPad Pro de 2018, mientras que el del iPad Pro de 11 pulgadas se quedaría en 248 x 178,6 x 5,9 milímetros, 7,8 milímetros si contamos la protuberancia del módulo trasero. Dicho módulo es uno de los grandes protagonistas de las imágenes, puesto que es exactamente igual que el visto en los iPhone 11 Pro. No es la primera vez que los iPad Pro llegan en dos tamaños. De hecho, los modelos actuales están disponibles en 11 y 12,9 pulgadas. No han trascendido las especificaciones de los dispositivos, como tampoco los materiales en los que estarán terminados. Una opción es que monten el chip A13X, tal y como han hecho los modelos anteriores. En lo referente a materiales, el iPad Pro anterior estaba acabado en metal. En cuanto a la trasera, lo que más llama la atención es el módulo con las tres cámaras. No se sabe qué configuración de lentes y sensores usará Apple, pero viendo la disposición no es descabellado pensar que se pueda utilizar la misma que se incorporó en el iPhone 11 Pro. Recordemos que este cuenta con un telefoto de dos aumentos ópticos, un sensor con angular normal y un gran angular. Por lo demás, los dos dispositivos apuntan a seguir las mismas líneas de diseño del iPad Pro que, a su vez, tiene ciertas reminiscencias de los iPhone 4. Puede verse en los bordes laterales lisos, algo que, por cierto, se espera que se implemente en los iPhone 12, tal y como adelantaba Ming-Chi Kuo recientemente. No es la primera vez que este diseño sale a la luz, ya que hace tres meses apareció una maqueta que mostraba una configuración muy similar. Finalmente, cabe recordar que no estamos ante imágenes reales, sino ante renders que OnLeaks habrá obtenido de sus fuentes. Dice el leaker que los dispositivos se presentaran entre marzo y junio de este año, así que es pronto para afirmar rotundidad que este el diseño de los próximos iPad Pro. De hecho, recientemente Bloomberg adelantaba que el iPad Pro de 2020 tendría no tres, sino dos cámaras. Sea como fuere, y si OnLeaks no se equivoca, no queda demasiado para que salgamos de dudas :)
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