TIEMPO RE@L

domingo, 4 de septiembre de 2022

EL MITO DE PROMETEO: ¿Que sucedería si los robots tuvieran sentimientos?

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Cuentan que, cuando Rutger Hauer escribió, y posteriormente recitó, el que es probablemente el monólogo más famoso de la historia del cine (el final de 'Blade Runner'), todo el equipo se quedó en silencio y algunos incluso se echaron a llorar. Unas simples frases guardan la mayor verdad del mundo: la desesperación de saber que todas nuestras vivencias y recuerdos se apagarán cuando nos hayamos ido. Como sabéis, 'Blade Runner' (1982) - basada en el libro escrito por Philip K. Dick titulado Do androids dream of electric sheep? (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) - es una obra distópica de la que se ha hablado y estudiado durante años, por su complejidad y metáforas filosóficas. La trama es ampliamente conocida: un grupo de replicantes, (robots humanoides creados por los humanos "y aún más humanos que ellos") desarrollan sentimientos y saben que van a morir en un plazo corto de tiempo, por lo que el líder de ellos (interpretado por el mencionado Rutger Hauer), decide rebelarse y acudir a su creador para pedir explicaciones acerca de ello. Pero la historia no solo se centra en los robots que buscan, como los humanos, a su creador para entender las grandes respuestas de la vida acerca de nuestra mortalidad o el motivo por el que estamos aquí. También es una historia sobre el poder de los humanos para crear vida (y esclavizarla). El mito de Prometeo, repetido en la historia durante siglos (con 'Frankenstein' como uno de los Prometeos más famosos), viene a ser una moraleja de lo que sucede cuando jugamos a ser Dios. El titán Prometeo dotó de fuego a los hombres y luego fue castigado, al doctor Frankenstein tampoco le salió muy bien eso de crear vida. Siempre ha sido un tema tabú y polémico, destinado especialmente a la literatura fantástica. Que se lo digan, si no, a la oveja Dolly. Aunque, en un mundo donde se profetiza sobre el transhumanismo (el desarrollo y fabricación de tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual. O, lo que es lo mismo para muchos, acabar de alguna manera convirtiéndonos en humanoides), todo parece cada vez menos utópico y más realista. El miedo principal y, quizá ancestral, a la creación de robots y vida es, justamente, que acaben atacándonos. Isaac Asimov estableció con sus tres leyes de la robótica que “un robot nunca podría hacer daño a un humano, debería cumplir siempre sus órdenes (a no ser que entren en conflicto con esa primera ley) y proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley”. Pero, ¿y si como en el caso de 'Blade Runner' desarrollara sentimientos como los seres humanos? En realidad, los robots con emociones pueden tener sentido en muchas ocasiones. Por ejemplo, si necesitásemos que cuidaran seres humanos, algo que empieza a ser común en Japón. Si tuvieran emociones, podría mejorar la comprensión y cuidado de dichas personas. La cuestión sería, cómo podrían llegar a desarrollar sentimientos los androides. Según cuenta Paul Thagard en 'Psychology Today', hay tres teorías predominantes acerca de cómo surgen las emociones: la primera, es que se trata de juicios sobre situaciones actuales para los objetivos de las personas en cuestión. La segunda las vincula con cambios fisiológicos (latidos del corazón, frecuencia respiratoria, niveles de hormonas...). Una última habla de construcciones sociales que dependen del lenguaje y otras instituciones culturales. Viene a decir con todo ello que quizá podrían fabricarse robots que tuvieran emociones, pero emociones éticas que sirvieran para comportarse mejor con nosotros (en lugar de intentar matarnos a la menor oportunidad, como los robots asesinos). Las emociones humanas dependen de nuestra percepción del mundo externo a través de nuestros sentidos, y la percepción del mundo interno a través de la cognición. El robot Octavia, que apaga fuegos para la Armada estadounidense, tiene un rango increíble de emociones faciales, lo que puede hacernos creer que realmente se sorprende al ver a un compañero o se pone triste en determinados momentos. Sin embargo, esto es engañoso. Octavia está programada con modelos emociones y su teoría de la mente es un patrón cognitivo. De hecho, funciona de una manera muy parecida a lo que podría considerarse la empatía, pero es muy diferente que muestre determinadas emociones a que las sienta. El problema radica en que, aunque hay teorías como las señaladas anteriormente, todavía no sabemos en qué se basa sentir emociones. Sin embargo, los fabricantes de robots asesinos piensan que “programar humanoides de esa manera sería incluso cruel”. Creen por ello que esos robots asesinos deben ser preparados especialmente para matar, cuando sea de la forma más cruenta y letal posible, mejor, de una forma completamente autónoma y sin rendir cuenta a nadie de sus actos, sin ponerse a pesar un momento en que están creando las bases para la destrucción de la raza humana. ¿Ser exterminados por nuestras propias y despiadadas “criaturas” es el destino que nos espera? Algo que de seguro ya ocurrió con civilizaciones alienígenas mucho más avanzadas que la nuestra ¿Estará por llegar nuestro turno? :(

LG OLED FLEX LX3: El primer Smart TV flexible que cambia de formato a gusto del usuario

LG ha presentado en la feria de tecnología IFA que arrancó este viernes en Berlín su apuesta por un nuevo formato de televisores. Se trata del LG OLED Flex LX3, una televisión de 42 pulgadas que emplea un panel OLED flexible que puede cambiar de formato, de pantalla plana a curva y viceversa, con tan solo pulsar un botón. Como sabéis, los televisores con pantallas curvas no son una novedad, pero nunca habían encontrado el favor del consumidor debido a que requieren una posición centrada del espectador para disfrutar de la experiencia sin distorsiones de la imagen en los extremos. Lo que en el salón de un hogar es más difícil de conseguir, no sucede en el caso de los monitores curvos para ordenador frente a los que el usuario suele mantener una posición centrada, motivo por el que han encontrado mucha mayor aceptación en el sector de la informática y, en particular, en el del gaming. En efecto, con el LG OLED Flex LX3, la compañía ofrece una alternativa que pretende conjugar las ventajas de ambos formatos en un solo dispositivo. El LG OLED Flex LX3 cuenta con un panel OLED flexible de 42 pulgadas, resolución 4K y frecuencia de refresco a 120 Hz. Está pensada para su uso con videojuegos, bien a través de videoconsolas, PC o servicios de juegos en la nube, pero también para el consumo de contenidos tanto en streaming como a través de los canales de televisión. Mientras que para estos últimos la mejor opción será el formato plano, para los videojuegos el formato curvo, hasta 900R (900 mm) de curvatura en el LG OLED Flex LX3, añade una mayor inmersión a la experiencia del usuario. El televisor cuenta con dos preajustes establecidos de curvatura a los que se accede pulsando un botón en el mando a distancia o través del menú del televisor. Si el usuario quiere también puede cambiar el grado de curvatura en incrementos del cinco por ciento, hasta un total de veinte niveles, y modificar la altura e inclinación de la pantalla para ajustarla a la posición del espectador. Junto a esta versatilidad, LG ha añadido varias opciones de software para aprovechar mejor el (los) formatos. El usuario puede ajustar el tamaño de la imagen en pantalla de acuerdo a sus preferencias personales o el tipo de juego que está usando. Por ejemplo, en un juego de carreras se puede preferir aprovechar las 42 pulgadas de diagonal mientras que en uno de estrategia en tiempo real puede ser más adecuada una imagen de 32 o 27 pulgadas que permita captar todo lo que sucede en un solo vistazo, imagen que se puede situar en la zona de la pantalla más conveniente. Asimismo, la función Multi View permite simultanear contenido de dos fuentes diferentes y seleccionar el audio de la que se quiere escuchar y con Switching Hub se puede emplear el micrófono integrado del televisor, junto a cualquier otro periférico conectado a través de un puerto USB, con un ordenador conectado por HDMI, entre otras características añadidas. Cuenta con dos altavoces de 40W, Dolby Atmos, Dolby Vision y su sistema operativo es WebOS. Cabe precisar por ultimo que la compañía aún no ha anunciado fecha de lanzamiento ni precio, aunque The Verge asegura que estará disponible antes de que termine el año :)
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