TIEMPO RE@L

domingo, 27 de diciembre de 2020

CIBERATAQUE MASIVO A LOS EE.UU.: ¿Otro operativo de bandera falsa?

A no dudarlo, la fobia antirrusa en los EE.UU. propiciada por los medios de comunicación al servicio del Deep State ha llegado a limites insostenibles y raya en lo absurdo, ya que al igual que sucede cuando se trata de China (su otro gran “enemigo”) buscan culpar a Moscú de todo lo inimaginable. En efecto, basto que se descubriera que un grupo de hackers de procedencia desconocida haya penetrado desde hace meses en los sistemas informáticos del Gobierno y agencias públicas de EE.UU. para señalar al Kremlin como el responsable de ello, sin ninguna prueba que lo sustente. Basta su devaluada palabra para que uno crea ciegamente en ellos. Efectivamente, la coreografía en los medios estadounidenses indica claramente que este operativo de bandera falsa ha sido orquestado por el Deep State, que The New York Times y otros complacen de buen grado. Primero fueron los informes que afirmaban que piratas informáticos rusos “habían penetrado el corazón de los departamentos y agencias del gobierno estadounidense”. Como de costumbre, no presenta ninguna evidencia para respaldar sensacionales afirmaciones. Se alego además que un proveedor de software había sido pirateado y varias fuentes anónimas culparon de ello a Rusia. Acto seguido, The New York Times y otros medios de comunicación señalaron insistentemente que “fueron piratas informáticos al servicio del Kremlin” y, antes de que uno se de cuenta, esta falacia se convierte en un "hecho", de que Rusia lanzó un ciberataque a los EE.UU. Es el clásico “miente, miente, que algo queda” una famosa frase creada por Ministro de Propaganda del III Reich Joseph Goebbels - quien indico que una mentira debe ser mil veces repetida para convencer a las masas que se trata de una “verdad” - algo que Washington por cierto, utiliza muy bien. Cabe precisar que el software estadounidense supuestamente pirateado (SolarWinds) se usa ampliamente en todos los departamentos y agencias gubernamentales (¡menuda clase de seguridad!), Y de la afirmación anterior del "hecho" de que Rusia “es el autor del hackeo masivo” se sigue, pero sólo por implicación: que todos los departamentos y agencias de EE. UU. mencionados han sido hackeados “por orden de Vladimir Putin” La semana pasada, The New York Times tituló de una manera tendenciosa: "El alcance del hackeo de Rusia se vuelve claro: varias agencias estadounidenses fueron afectadas". Bueno, no está del todo "claro" porque no se proporcionado pruebas de su culpabilidad. “Y las múltiples agencias”, que el periódico insinúa que podrían verse afectadas, de hecho se negaron a dar ningún comentario, incluido el Pentágono, el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado. "Los investigadores estaban luchando por determinar en qué medida el ejército, la comunidad de inteligencia y los laboratorios nucleares se vieron afectados por el ataque altamente sofisticado" informó el periódico. En otras palabras, el diario está “luchando por encontrar” alguna evidencia que respalde su disparatada historia. Todo lo que afirma, por lo tanto, son versiones irresponsables e insinuaciones espeluznantes, lo cual puede considerarse “normal” en el periodismo estadounidense cuando se trata de demonizar a Rusia. En cualquier caso, no se trata de un periodismo serio que cumpla con los estándares básicos de información. El punto es que mediante el engaño, lograr la percepción de que “Rusia es un país muy malo y peligroso que mediante oscuras maniobras se propone arruinar a una virtuosa América” (?). Como era de esperar, los miembros del Congreso estadounidense se encuentran “indignados” por el presunto ataque cibernético ruso que - afirman - estaría sucediendo desde hace meses. Al respecto, el senador demócrata de alto rango Dick Durbin, dijo a CNN: "Se trata prácticamente una declaración de guerra de Rusia a EE.UU. y deberíamos tomarla en serio". (La última cláusula sugiere que el senador no está realmente convencido por la supuesta declaración de guerra. Si lo fuera, ¿por qué tendría que recomendar sin convicción que se lo tome en serio?) Obviamente, The New York Times no fue el único periódico que se presto al juego de la desinformación por el último presunto “ataque cibernético de Rusia” en el corazón del gobierno de los EE.UU. Así, otros medios al servicio del Deep State como The Washington Post, Reuters, Associated Press, CNN y otros se unieron a la vomitiva campaña mediática antirrusa. Siempre que se suscita una respuesta reflexiva colectiva de este tipo, uno puede excusarse por pensar que podría haber una orquestación. Pero se dejó al The New York Times - vocero oficioso de la CIA y otros operativos del Deep State - el seguimiento de la manipulación. No es de extrañar por ello que, al día siguiente de “informar” sobre el "alcance del hackeo de Rusia", el citado medio publicase las instrucciones que debe seguir al pie de la letra, el discapacitado físico y mental Joe Biden, una vez que asuma la presidencia, bajo la apariencia de un artículo de "análisis de noticias" donde se le ordena que se enfrente a Rusia desde su primer día en la Casa Blanca: "El presidente electo tendrá que garantizar la seguridad nacional estadounidense de una manera que requerirá hacer retroceder al Kremlin en ocasiones y, en otras, buscar la cooperación rusa". Olvídese de la palabrería adjunta sobre la "cooperación rusa". La idea central del artículo le decía a la administración entrante una política más "unificada" contra Rusia, que ponga fin a "la era de la bifurcación entre el ala oeste y el establecimiento de seguridad nacional estadounidense". Esa es solo una forma detallada de decir que el aparato de seguridad nacional y Biden deberán trabajar a partir de ahora al unísono para enfrentarse a Rusia, a diferencia de durante la administración Trump, cuando la Casa Blanca era bastante ambivalente sobre antagonizar a Moscú. Se describe además al presidente ruso Vladimir Putin como "abiertamente hostil a los intereses occidentales" y se recuerda a Biden su propia retórica estridente durante la campaña electoral cuando prometió "responsabilizar al régimen de Putin por sus acciones" al desbaratar todos los planes de EE.UU. en Siria y Ucrania, cuando aplasto literalmente con miles de bombas y misiles el ilusorio califato de ISIS y reunifico a Crimea con Rusia. No importa que Putin haya enviado sus felicitaciones a Biden tras confirmarse su victoria y anunciar que esta dispuesto a iniciar una gran cooperación entre EE.UU. y Rusia. Estas no son las palabras ni los sentimientos de alguien "abiertamente hostil", como The New York Times quiere hacernos creer. En cambio, se centraron en el hecho de que el líder ruso no se apresuró a felicitarlo, como hicieron muchos otros, antes de que Biden fuera confirmado la semana pasada como presidente electo por el Colegio Electoral. Parece que hay un amplio margen para que muchos especulen sobre si este último frenesí de los medios estadounidenses en los ataques contra Rusia fuera provocado por las agencias de inteligencia, y justo a tiempo para la elección formal de Biden a la Casa Blanca. No es que Sleepy Joe necesite una llamada de atención sobre cómo ser agresivo con Rusia. Ha pasado toda su carrera en el Congreso y anteriormente en la Casa Blanca como vicepresidente del Criminal de Guerra y musulmán encubierto Barack Hussein Obama, siendo un belicista, un activo del Deep State y un animador de la Guerra Fría. Sin embargo, lo que es un presagio es la sinergia emergente entre la agenda antirrusa que es endémica del Deep State y la absoluta flexibilidad del nuevo inquilino de la Casa Blanca, quien por su avanzada edad, será manejado como un títere por quienes buscan a toda costa desatar una conflagración mundial con esta clase de operativos para “justificar” su política agresiva y si continúan en ese camino lo van a conseguir, así se carguen a la humanidad :(

IPHONE XIII (2021): Como tiene que ser

En tecnología lo de los rumores y filtraciones es un no parar y esto afecta obviamente a los iPhone XIII, de los cuales ya se empiezan a acumular posibles datos. Por ello, hemos recogido en esta oportunidad todo lo que creemos saber acerca del nuevo dispositivo de Apple que llegará el próximo año e iremos actualizando esta información a medida que surjan novedades ¿vale? A diferencia de otras ocasiones cuando lo reservamos para el final, comenzamos con su precio. Si los iPhone XII han partido de los 809 euros para el modelo más básico de los cuatro, cabe pensar que el precio de partida del iPhone XIII rondará el de este año, viendo que fue el mismo que el del iPhone XI, pero aún es pronto para ver rumores en torno a este aspecto. Según el analista de pantallas y fundador de DSCC Ross Young, los iPhone XIII repetirán el esquema que vimos con los iPhone XII. Es decir, habrá un sucesor directo del iPhone XII mini, del iPhone XII , del iPhone XII Pro y del iPhone XII Pro Max. Es decir: iPhone XIII mini: con pantalla de 5,4 pulgadas; iPhone XIII: con pantalla de 6,1 pulgadas; iPhone XIII Pro: con pantalla de 6,1 pulgadas; iPhone XIII Pro Max: con pantalla de 6,7 pulgadas. Ross además habla literalmente de iPhone XIII y nada de "iPhone XII S", como vimos hasta los iPhone 6S y en el iPhone XS (aunque frente a un iPhone XR. Aunque no faltan voces que apuntan a esa vuelta a la "S" por tratarse de una renovación menor y/o por evadir el uso del 13 (que tradicionalmente se asocia con la mala suerte). Uno se pregunta ¿Cómo va a ser el diseño del iPhone XIII? por ahora hay muchos render y los que vemos son de orígenes dudosos, aunque coinciden en algunos aspectos: Se conserva el perfil angulado de los iPhone XII; El módulo de cámaras es cuadrado y las lentes del mismo tamaño, incluso el LiDAR; O no incluyen el notch o lo representan más pequeño. Tendremos por ello que esperar para que haya más pistas y los habituales (como Ben Geskin) nos regalen diseños más aproximados a lo que podamos ver al final. Por otra parte, viendo la hegemonía del 5G en los iPhone XII (incluyendo el mini), no tendría sentido esperar que en una próxima remesa de iPhone (no SE) esto se viese sólo en alguno de los modelos. Todos Así, los modelos básicos de iPhone XIII tendrían 5G al menos en la modalidad sub-6GHz, mientras que los modelos más caros usarían la tecnología mmWave. Como sabéis, la cuenta de Twitter @LeaksApplePro, que cuenta con un historial algo irregular de aciertos, empezó pronto con los rumores apuntando datos que serían muy interesantes de cumplirse. Entre ellos, la llegada de la tasa de refresco de 120 Hz a las pantallas de los iPhone XIII gracias a la llegada de los paneles con tecnología LPTO, lo cual casi se asumía para los iPhone XII y finalmente no llegó. Hablando de las pantallas, se espera que los cuatro vengan con paneles OLED y con dicha frecuencia. Y se apunta que el sensor de infrarrojos que incluye el Face ID podría reemplazarse por uno de tipo Time of Flight (ToF). Así, aunque casi todas las voces mantienen que se conservará el sistema de reconocimiento facial avanzado de Apple (unas que con muesca y otras que disimulado, pero todo muy disperso), también se habla de la vuelta del Touch ID, el lector de huellas dactilares de Apple, aunque incluido en la pantalla como llevamos viendo un tiempo en los móviles con Android. Esto resulta quizás menos probable que la posibilidad que ya hemos visto hecha realidad en el iPad Air (2020), es decir, que figure en el botón de encendido/desbloqueo. La ausencia de puertos es otro aspecto que se lleva un tiempo rumoreando, sobre todo desde la predicción del conocido analista Ming-Chi Kuo lo apuntase ya para los iPhone del 2021 (al menos uno de los modelos). ¿La alternativa al Lighting si no hay puertos? el MagSafe de los iPhone XII o incluso algo parecido al Smart Connector de los iPad (para accesorios, de momento), quizás esquivando así la posible amenaza de tener que cambiar necesariamente a un conector universal. Prosser también dejó entrever algo sobre el almacenamiento, concretamente a que los futuros iPhone lleguen a 1 TB. De ahí que las configuraciones que se plantean son de 128 GB, 256 GB y 512 GB para el iPhone XIII y XIII mini y de 256 GB, 512 GB y 1 TB para los iPhone XIII Pro y Pro Max, pero recordemos que este filtrador no cuenta con el mejor historial. Por cierto, es muy pronto para hablar de los detalles técnicos como hemos visto con el resto de características, pero incluso siendo así hay ya algún rumor sobre las cámaras. De la información que nos ha llegado extraemos también la posibilidad de ver sensores con píxeles de 1,9 μm en las cámaras de los iPhone XIII Pro y Pro Max, viendo que los iPhone XIII y XIII mini quedarían con píxeles de 1,7 μm en sus captadores como el del iPhone XII Pro Max (a diferencia de los píxeles de 1,4 μm del iPhone XII Pro y el resto de iPhone XII. Cabe destacar que no se habla de los tamaños de los sensores (hay algunos rumores muy poco creíbles sobre el salto a los 64 megapíxeles), pero la teoría dice que con píxeles más grandes cada uno de ellos capta más luz, con lo que esto debe ser ventajoso para obtener mayor calidad en condiciones de luz complicadas. Kuo sí que apuntó a que en los sensores para los grandes angulares de los modelos Pro veríamos una mejora con respecto a sus predecesores al ver lentes 6P con apertura f/1.8 (y no 5P con f/2.4 como en los 12 Pro). En cuanto a su fecha de lanzamiento, por ahora no hay filtraciones que hablen de ello, dado que hace muy poco fue lanzado el iPhone XII. Lo habitual es que haya un ciclo de actualización anual y que el año que viene los volvamos a ver recién en octubre. Quizás para el 2021 haya más dudas porque el fabricante cambió la que hubiese sido su agenda anual debido a la pandemia del Coronavirus, retrasando el lanzamiento de sus terminales este año con respecto a lo anterior. Así que solo nos queda esperar y estar atento a las novedades que se lleguen a filtrar :)
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