TIEMPO RE@L

domingo, 14 de mayo de 2023

AVI LOEB: “La inteligencia artificial heredará la Tierra y el espacio interestelar, nos guste o no”

Avi Loeb - jefe del Proyecto Galileo, director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, director del Instituto para la Teoría y la Computación del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor del bestseller “Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth” – tiene también algo que decirnos acerca e la inteligencia artificial, el cual publicamos traducido y entrecomillado claro esta ¿vale?:: “El Génesis 1:27 afirma que ‘Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza’. Por recursividad, si Dios lo hizo y nosotros somos su imagen, también somos capaces de repetir este acto y crear un duplicado a nuestra imagen y semejanza. Como indican las notas de los exámenes del GPT-4 comparadas con los estudiantes universitarios, estamos creando sistemas de inteligencia artificial (IA) a nuestra imagen y semejanza. Esto asusta a algunos expertos en IA, que nos advierten de la necesidad de limitar los avances en las capacidades de la IA porque suponen un riesgo existencial inmediato. Para los no iniciados, su queja suena como pedirle a un profesor que suspenda el éxito del alumno más listo de la clase. Si pintamos un retrato mirándonos al espejo y nos aterra el resultado, ¿qué significa todo esto? Quizás nuestro aspecto no es el que deseamos que imiten los sistemas de inteligencia artificial. La corta vida de las civilizaciones tecnológicas alienígenas es una de las posibles soluciones a la paradoja de Enrico Fermi, siguiendo la ecuación de Frank Drake. Pero no estamos obligados a rendirnos a un punto de vista fatalista. De hecho, como optimista que soy, diría que esta visión del futuro es una profecía autocumplida y que deberíamos asumir la responsabilidad de darle forma. Me explico. La preocupación de que la próxima generación de IA difunda información errónea no es más que un reflejo de lo que los humanos hicieron durante décadas y de lo que revela cualquier búsqueda aleatoria en redes sociales, textos escritos y medios de noticias en Internet. Si nuestros hijos emulan nuestras acciones y descubrimos que se convierten en delincuentes, deberíamos alarmarnos por esas malas noticias, ya que reflejan nuestras propias prácticas. ¿Qué podemos hacer? Lo más importante es que tenemos la capacidad de elegir incluir lo mejor de los rasgos humanos en los datos utilizados para enseñar a la inteligencia artificial en lugar de alimentar su mente con un contenido arbitrario, dominado por comportamientos no deseados. Esto es similar a la diferencia que existe entre realizar una visita guiada o un paseo al azar por internet. Equivale a educar a los niños sólo en los ‘Mejores Ángeles de Nuestra Naturaleza’, como describe mi colega de Harvard, [el psicólogo cognitivo] Steven Pinker. Pero podemos hacerlo aún mejor. Podemos imaginar la realidad que deseamos, llena de generosidad mental y conocimientos compartidos basados en pruebas científicas. Una vez imaginada, podemos construir un modelo de datos de entrenamiento que ilustre el plano de esa realidad y no un eco borroso de ella basado en textos corrompidos. Una vez que el contenido de esta realidad deseada esté escrito como material educativo, podremos entrenar nuestros sistemas de inteligencia artificial con ese contenido deseado en lugar del contenido existente en Internet que resume nuestra problemática historia. En otras palabras, debemos crear sistemas de IA a imagen de nuestro futuro deseado y no de nuestro pasado. Siguiendo este camino, podríamos conseguir sistemas de IA que nos lleven a la tierra prometida, en lugar de arrastrar las desgracias de la historia humana pasada. Los sistemas de IA nos ofrecen la oportunidad de usar nuevos bloques de construcción para crear una sociedad mejor, basada en principios de evidencia, confianza, honestidad, curiosidad y respeto. En lugar de inhibir las capacidades de los sistemas de IA, deberíamos potenciarlas al máximo y entrenar estas capacidades en estos principios deseados. Al igual que Moisés fue designado por Dios para sacar a una nación de esclavos de una realidad desesperada hacia la libertad, nosotros tenemos la oportunidad de imitar a Dios entrenando a los sistemas de IA para que nos conduzcan a un futuro mejor, en el que avance el conocimiento científico abierto y todos los humanos sean libres de ejercer sus poderes creativos. Mi recomendación es sencilla. En lugar de pedir al gobierno que regule las capacidades de los futuros sistemas de IA por miedo a que estos sistemas de IA se hagan cargo de trabajos que actualmente están asignados a los humanos, deberíamos aspirar a educar a los sistemas de IA para que sean mejores versiones de nosotros mismos, formándolos con los contenidos que queremos ver realizados. Los gobiernos deberían regular el contenido de la formación, del mismo modo que regulan los materiales educativos en nuestro sistema escolar. De hecho, no pedimos al gobierno que limite la capacidad cerebral de nuestros hijos biológicos, sino sólo el contenido sobre el que se entrena esa capacidad cerebral. No hay ninguna razón para tratar a los sistemas GPT-N con N>4 de forma diferente a como tratamos a nuestras futuras generaciones de niños biológicos. En la actualidad, el estudio de los sistemas de IA está dirigido por intereses comerciales del sector privado. Esto debe cambiar. Supone una pérdida de atención dentro del mundo académico a la brújula intelectual y moral que debe guiar nuestra sociedad futura. Las humanidades del futuro deben centrarse urgentemente en la hoja de ruta ética, legal y social que deseamos que sigan los sistemas de IA. Y las ciencias del futuro deben centrarse en promover la atención a las limitaciones experimentales de la realidad física, para que podamos adaptarnos a los retos reales y asegurar nuestra supervivencia a largo plazo. En lugar de que la física sirva de escenario para la gimnasia matemática en dimensiones extra, agujeros de gusano hipotéticos o el multiverso, los sistemas de IA deberían entrenarse en conjuntos de datos experimentales centrándose en aprender de la realidad física, en el espíritu tradicional de la física del siglo XX. Si surgen anomalías, por ejemplo como objetos interestelares desconocidos, deberían animarnos a recopilar más datos como una oportunidad para aprender algo nuevo. El frente ardiente del nuevo conocimiento científico debe avanzar a la par que la búsqueda de pruebas a partir de experimentos y no con concursos de popularidad dentro del pensamiento convencional. Hay una lección importante que aprender de las observaciones del Universo. Revelan que estamos en el centro de un cosmos casi uniforme, pero también lo está cualquier observador situado en cualquier otro punto dentro de la región observada. Esto implica que somos responsables cósmicos de nuestro propio destino, pero nunca debemos considerarnos privilegiados. La humildad cósmica se ofrece a todos los seres inteligentes del cosmos, ya sean humanos o científicos hechos de inteligencia artificial. En última instancia, los bienes inmuebles de la Tierra perderán su valor cuando el Sol se expanda hasta convertirse en una Gigante Roja y extinga la vida terrestre. Esperemos que la IA-astronauta equivalente a Moisés libere a la humanidad de las cadenas de la gravedad terrestre y la lleve a la tierra prometida del espacio interestelar. Si eso puede ocurrirnos a nosotros, ¿cuál es la solución implícita a la paradoja de Fermi? Es posible que las civilizaciones tecnológicas supervivientes hayan imaginado un futuro que deseaban tener y hayan asignado a sus astronautas de inteligencia artificial la misión de guiarles hacia ese futuro. Si lo consiguieron, los observatorios y expediciones del Proyecto Galileo podrían encontrar pruebas de dispositivos interestelares que los extraterrestres crearon a su imagen. Si encontramos astronautas extraterrestres con IA, el "Juego de la imitación" previsto por Alan Turing tendría su giro definitivo, inspirando a nuestros sistemas de IA a imitar a los sistemas de IA externos. Al fin y al cabo, el mejor conjunto de entrenamiento para nuestro futuro será a imagen y semejanza de un alumno más inteligente de la clase de las civilizaciones inteligentes. Esperemos que este modelo de entrenamiento supere el mejor futuro que nuestra imaginación nos permite en este momento” puntualizó. A mi modo de ver, Loeb peca de optimista acerca de las ventajas que en los viajes interestelares representara la IA, ya que si bien estos podrían viajar grandes distancias por el espacio sin límites de tiempo - a diferencia de los humanos - tendrán primero que exterminarnos para heredarlo todo y ser los únicos dueños de su destino. Aquel, donde no contamos para nada.

HUAWEI P60 PRO: Redefiniendo el arte de la fotografía

Huawei ha lanzado este martes en Europa su nuevo buque insignia, el Huawei P60 Pro, un Smartphone con el que renueva el sistema fotográfico equipando el dispositivo con su cámara XMAGE de apertura física autoajustable. La compañía china ha presentado sus últimos modelos de gama alta durante un evento de lanzamiento celebrado en Múnich (Alemania), en el que la tecnológica ha subrayado su intención de continuar creando dispositivos con importantes avances en la innovación de la imagen móvil. “No es fácil innovar en fotografía de año en año. Pero estamos orgullosos de que Huawei lo consiga” manifestaron sus directivos al momento de su presentación. En este sentido, Huawei ha lanzado este smartphone del que ha destacado su nuevo sistema fotográfico y el diseño del terminal, con el que aseguran redefinir el arte de la fotografía combinando la funcionalidad y el diseño estético icónico de los dispositivos móviles de la serie P. Para ello, la compañía ha actualizado y reconstruido completamente el sistema fotográfico de su cámara XMAGE. Así, Huawei ha integrado una lente principal de 48MP ultraluminosa que dispone de una apertura física autoajustable que varía desde F1.4 a F4.0. También incluye un grupo de lentes de alta transmisión y el sensor RYYB, capaz de capturar más luz. Esta lente dispone de estabilización óptica de imagen (OIS). Con estas mejoras, el P60 Pro es capaz de conseguir capturas más vívidas en entornos de poca luz, mostrando a la perfección detalles aún en la oscuridad, como han destacado desde Huawei. En el lado opuesto, este nuevo rediseño de la cámara también aporta un rango dinámico muy alto en capturas de entornos con mucha luz y oscuridad, como puede ser el amanecer o atardecer. Otra de las características que incluye es el nuevo motor de texturas XD Fusion Pro, con el que el usuario puede realizar fotografías en las que se representen los detalles más finos, como puede ser el brillo de la superficie de un cristal. El P60 Pro también incluye una lente Ultra Lighting Telephoto (Telefoto ultra luminosa) de 48MP, con la que asegura un avance revolucionario en las fotografías nocturnas gracias a su apertura F2.1, que supone la mayor apertura de la industria de smartphones con un teleobjetivo periscópico. Asimismo, incluye el sensor RYYB, por lo que posibilita a los usuarios capturar “exactamente aquello que observan y experimentan” a pesar de que sea un ambiente nocturno en una ciudad. Finalmente, la cámara se completa con una lente ultra gran angular de 13MP. Huawei también ha destacado el modo Super Luna que incluye el P60 Pro, que define como uno de los más avanzados del mercado. Esto es gracias a las capacidades de iluminación y enfoque que ofrece el teleobjetivo, consiguiendo capturar la luna en la distancia a la perfección al mismo tiempo que consigue preservar, en la misma foto, los objetos en el plano medio. Es decir, es posible capturar la luna en alta definición incluyendo a su vez los árboles del paisaje o edificios. A todo ello hay que sumarle el grupo de lentes Zoom Deslizante de Largo Recorrido que incorpora la cámara. Estas lentes permiten controlar la distancia focal y, por tanto, lograr imágenes más nítidas ya sea en fotografías de larga distancia como en planos principales. El diseño del P60 Pro es otra de las características que más ha subrayado Huawei bajo la estética que la tecnológica denomina Eye of Light. Asimismo, en los materiales utilizados, que se inspiran en la naturaleza, el smartphone reinterpreta la estética moderna. Esto se debe a su versión en color blanco Rococo Pearl que, en la parte trasera, recrea un aspecto de textura perlada utilizando un polvo mineral de perla natural que consigue un efecto iluminador y brillante. Además, dado el modo de fabricación utilizado para el color blanco, cada Huawei P60 Pro es un dispositivo único. También se ha lanzado una versión en el color negro, que está fabricado con el material antihuellas Feather-Sand Glass. La pantalla acompaña el diseño de este dispositivo, incluyendo bordes curvados para una visualización más inmersiva y está fabricada con el cristal Kunlun Glass exclusivo de Huawei, para asegurar la máxima resistencia. Esta pantalla de 6,67 pulgadas es x-True OLED, con una tasa de refresco adaptativa de 120Hz y capaz de reproducir hasta 1,07 mil millones de colores. Según Huawei, esta pantalla consigue el equilibrio perfecto entre la fluidez visual y la optimización de la batería. En relación a su potencia, incluye un procesador Snapdragon 8 Gen 1 y cuenta con una configuración a escoger entre 8 o 12GB de memoria RAM y entre 256 o 512 GB de almacenamiento. Esto se ve reforzado por su batería de 4.815mAh, con la que Huawei asegura una carga del 50 por ciento en alrededor de diez minutos gracias a su carga rápida de 88W. Asimismo, también incluye carga inalámbrica de 50W y carga inalámbrica inversa de 7,5W. Con ello, aporta una autonomía duradera, a la par que una velocidad de carga rápida, manteniendo igualmente una construcción ligera del dispositivo. Entre otras especificaciones, el Huawei P60 Pro incluye certificación IP68 para la resistencia al polvo y al agua. Asimismo, utiliza el sistema operativo EMUI 13.1, ofreciendo una experiencia de uso sencilla y fluida. Finalmente, en cuanto a su coste y disponibilidad, el nuevo Huawei P60 Pro ya esta a la venta a un precio de 1.199 euros con un reloj inteligente Watch GT 3 de regalo.
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