TIEMPO RE@L

domingo, 15 de enero de 2023

BITCOIN: Fraude en la Web

Como sabéis, hoy en día las criptomonedas nuevamente están en el centro de la tormenta a consecuencia del fraude de aproximadamente 10 mil millones de dólares cometido en contra de inversionistas y clientes por Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, con sede en Bahamas. Por ello y para ser víctimas de una estafa, vale recordar una vez más qué son las criptomonedas y para qué sirven ¿Vale? Se trata de un activo virtual basado en códigos encriptados que se utiliza como medio de pago de productos y servicios, o de intercambio, y que sólo puede ser transferido en forma electrónica. “Si definimos lo que una criptomoneda no es, podemos comprender mejor su naturaleza. No es dinero en efectivo; no es un equivalente de dinero en efectivo; no es un instrumento financiero, porque no es un contrato entre dos partes que da lugar a un activo financiero para una y a un pasivo financiero para la otra; tampoco es un inventario porque no es una mercancía”, indicó un especialista consultado por ABC News. “Las operaciones con criptomonedas implican ciertos riesgos debido, entre otras situaciones, a la asimetría de la información asociada a estos activos virtuales. Es decir, como no todas las personas entienden la complejidad del proceso matemático a partir del cual se generan las criptomonedas ni saben qué factores influyen en su oferta y demanda, tampoco están en condiciones de prever los riesgos que supone hacer transacciones con ellas”, detalló. “Una gran cantidad de recursos de procedencia ilícita encuentra un nicho seguro en las criptomonedas para quedar blanqueada. Incluso, estas pueden ser usadas para financiar el terrorismo, ya que se transfieren de un país a otro con suma facilidad. Como están en la web pueden circular libremente por todo el mundo porque, a diferencia de lo que ocurre con un cheque o una transferencia interbancaria, no hay ninguna manera de rastrearlas”, precisó. Asimismo, advirtió que así como el precio de una criptomoneda puede subir demasiado en un lapso relativamente corto, también puede desplomarse de manera estrepitosa. “En el ámbito de las finanzas decimos que si algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Entonces es factible que una criptomoneda forme una burbuja y que esta burbuja estalle en cualquier momento. De hecho, esto es lo que pasó en El Salvador. Como recordareis, hace poco más de un año, en agosto del 2021, el dictador de ese país centroamericano, Nayib Bukele, decidió darle curso legal al bitcoin. Pero, en noviembre pasado, el precio de esta criptomoneda se desplomó 21 por ciento, por lo que el gobierno de esa nación se vio en la penosa necesidad de solicitar un préstamo por más de 430 millones de dólares en bonos para pagar esa deuda contraída”, abundó. Por lo que se refiere al escándalo de FTX, luego del cual 5.35 por ciento del mercado del bitcoin se vino abajo, el académico explicó que la debacle de esta plataforma se debió a la inexistencia de un cuerpo directivo bien formado, a los malos manejos de los fondos de los inversionistas y clientes, y, sobre todo, a la falta de una estructura de buenas prácticas en un gobierno corporativo. “Con todo, y a pesar del riesgo que representan, es muy difícil que las criptomonedas desaparezcan. Con ellas ya se realizan muchas operaciones ilícitas en la web, por lo que, a excepción de El Salvador, ningún país les ha dado curso legal ni una base en oro, plata o diamantes que las ampare. Ahora bien, sería recomendable fomentar el hábito del ahorro y ahorrar en instrumentos formales, o sea, dentro del sistema financiero establecido. Pero si alguien quiere invertir en alguna criptomoneda, sin duda terminara engañado y sin dinero, con nadie a quien reclamar”, agregó. ¿Pero quién las regula o controla? Las criptomonedas se crearon específicamente para cometer fraudes o actos ilícitos, y pueden ser utilizadas con esos fines porque poseen características particulares: no están reguladas ni controladas por ninguna institución estatal o privada, y se mueven en un ámbito digital. “Al poco tiempo de que apareció el bitcoin, por ejemplo, se dijo que era utilizado para la compra de armas y el tráfico de personas, precisamente porque no está regulado. Esto es contradictorio porque se dijo falazmente que la idea original consistió en que el manejo de las criptomonedas ‘fuera autogestivo y descentralizado’, pero estas características, en sí mismas, son las que permiten que se cometan fraudes o actos ilícitos con ellas. Por eso, ya han sido sometidas a varios intentos de regulación, pero en realidad se ha avanzado poco en este terreno”, resaltó el especialista. Al igual que muchos países subdesarrollados, El Salvador depende en gran medida de las remesas que migrantes salvadoreños envían a sus respectivas familias desde EE.UU. En ese sentido, el bitcoin podría ser una buena opción para efectuar esas transferencias, ya que las comisiones que cobran las empresas por realizarlas son altas (incluso, las interbancarias internacionales también resultan caras). “El desplome de su valor en 70 por ciento, en lo que se ha llamado ‘el criptoinvierno’, afectó a quienes tenían bitcoins en El Salvador y otros países, y le pegó duro a las finanzas de esa nación centroamericana porque una parte considerable de los recursos de su gobierno se invirtió en bitcoins”, enfatizó. Asimismo agrega que lo que actualmente ocurre con FTX recuerda lo sucedido durante la crisis financiera de 2007-2008 en los EE.UU. “Se está cumpliendo, casi al pie de la letra, el paradigma que el economista estadunidense Charles P. Kindleberger expuso en su libro Manias, Panics, and Crashes: A History of Financial Crises (1978), esto es que las burbujas financieras responden a una secuencia. Ahora bien, en el caso de FTX, las prácticas fraudulentas desempeñaron un papel esencial” aseveró. De acuerdo con el experto, cualquier inversión en criptomonedas implica un riesgo. “Yo no gastaría en ellas. Pero quienes sí quieren hacerlo les recomendaría que no inviertan en nada que no estén dispuestos a perder, que en el momento en que decidan entrar en el mundo de las criptomonedas lo hagan con la misma actitud con la que entrarían en un casino: creyendo que pueden ganar mucho dinero, pero al final terminan perdiéndolo todo” puntualizó.

SONY STAR SPHERE: La nueva cámara orbital para hacer fotografías desde el espacio

¿Quién no ha querido ser astronauta alguna vez para experimentar el asombro de contemplar la Tierra durante horas, sopesando la razón de nuestra propia existencia ? Para ello llega el Star Sphere de Sony, la extensión tecnológica definitiva para tu teléfono móvil y, aún más importante, una actualización espiritual y filosófica para ti mismo. La idea es muy sencilla: la empresa se ha asociado con la Universidad de Tokio y la agencia espacial japonesa (JAXA) para diseñar, construir y lanzar un satélite que todos nosotros, el pueblo de a pie, podremos controlar desde nuestros teléfonos y ordenadores. Este satélite, que orbitará alrededor de la Tierra a una altitud de entre 500 y 600 kilómetros, irá cargado con un equipo fotográfico de Sony: un sensor ‘full frame’ y un objetivo 28-135mm f/4. No hay información sobre el sensor en sí, pero podemos suponer que será el mejor que tienen en sus cámaras profesionales actuales, al menos a juzgar por el tamaño de los ejemplos impresos simulados que comparten en su vídeo de presentación del proyecto que os presentamos al final de la nota. Esta cámara espacial estará conectada a una estación terrestre con el equipo y el software necesarios para que cualquiera pueda controlar el satélite y sus ajustes fotográficos (como la velocidad de obturación, el ISO o la apertura) en tiempo real. "Cuando el satélite pase por encima de una antena terrestre", señala Sony, "un usuario podrá manejarlo directamente durante unos cinco u ocho minutos mientras miran las imágenes en directo de la cámara de a bordo, lo que les permitirá experimentar una conexión en tiempo real con el espacio". Después, el usuario recibirá las imágenes que haya tomado, que podrá utilizar libremente de la forma que desee, como imprimir una foto gigante para colgarla en el salón de su casa. Sony también dice que se podrá reservar por órbitas completas de 90 minutos. Esta cámara espacial estará conectada a una estación terrestre con el equipo y el software necesarios para que cualquiera pueda controlar el satélite y sus ajustes fotográficos (como la velocidad de obturación, el ISO o la apertura) en tiempo real. "Cuando el satélite pase por encima de una antena terrestre", señala Sony, "un usuario podrá manejarlo directamente durante unos cinco u ocho minutos mientras miran las imágenes en directo de la cámara de a bordo, lo que les permitirá experimentar una conexión en tiempo real con el espacio". Luego, el usuario recibirá las imágenes que haya tomado, que podrá utilizar libremente de la forma que desee, como imprimir una foto gigante para colgarla en el salón de su casa. Sony también dice que se podrá reservar por órbitas completas de 90 minutos. Sony asegura que el uso de este servicio no será complejo. Además, el sistema viene con una herramienta que te permite simular y planear tus fotos antes de tomar el control: "el simulador de tomas permitirá la ejecución intuitiva de tareas como el manejo de la cámara espacial, la configuración de la secuencia de disparo y la reserva de sesiones de disparo, lo que facilitará la planificación de tomas de la Tierra, cielos llenos de estrellas y otros temas diversos." La empresa japonesa también quiere convertir su Star Sphere en un centro de arte, colaborando con artistas y creadores que servirán de guía al público general. Star Sphere podría ser el heraldo de una nueva ola que puede cambiar fundamentalmente la forma en que interactuamos con la tecnología y el mundo que nos rodea. Hasta ahora, y para la mayoría de los humanos, la telepresencia se ha limitado a cosas aburridas y mundanas, como la comunicación por vídeo para reuniones de trabajo. Pero Star Sphere muestra claramente la posibilidad de trasladar un mayor parte de nuestra experiencia vital a la nube. ¿Por qué limitarlo a un satélite cuando podemos tener otros servicios, como exploradores oceánicos y drones voladores o andantes que operan en lugares remotos, desde desiertos helados a ardientes volcanes activos? Parece una forma perfecta de explorar el mundo para muchas de las personas que no tienen ni el tiempo ni los recursos para lanzarse a la aventura. Y quizá también sirva para que el planeta se deshaga de los enjambres de turistas pesados que invaden algunos lugares de la Tierra sólo para hacerse un selfie que subir a sus TikToks e Instagrams. Desgraciadamente, la compañía japonesa todavía no ha compartido ni precio ni fecha de disponibilidad del servicio, por lo que hay que estar atentos.
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