TIEMPO RE@L

miércoles, 5 de diciembre de 2018

THE TRUTH ABOUT KILLER ROBOTS: La verdad sobre los robots asesinos

La automatización nos esta matando, advierte el cineasta Maxim Pozdorovkin en su nuevo documental ‘The Truth About Killer Robots’ (La verdad sobre los robots asesinos) que se estreno esta semana en HBO. Signo de lo que tal vez el futuro reserva a la industria del cine, la película es la primera que tiene a un robot como narrador. A modo de viaje al futuro, el director ambienta parte de su relato en Japón. Allí investiga sobre las rarezas tecnológicas que se viven en un país que va varios pasos por delante de Occidente en cuanto al rol concedido a la inteligencia artificial y donde se construyen androides a imagen y semejanza de Scarlett Johansson. No podía faltar en esa visita un encuentro con Hiroshi Ishiguro, el profesor que se ha hecho popular en todo el mundo en los últimos años por construir androides idénticos a él. “En pocos años no podremos distinguir entre robots y humanos” aseveró. Pozdorovkin, de origen ruso, cuenta que el filme surgió de su interés en cómo influye la tecnología en el ser humano, y cómo la automatización nos transforma. “Se trata de un problema más profundo, fundamental para lo que somos como especie”, dice el director. La película examina las leyes que implican a los robots y que viola el principal mandamiento de Isaac Asimov: “un robot jamás podrá dañar al hombre” creando cada vez más armas autónomas sofisticadas que el día menos pensado, trataran de aniquilarnos. También presenta los puntos de vista de ingenieros, periodistas, filósofos e incluso al propio Asimov valiéndose de imágenes de archivo. En la cinta, Maxim Pozdorovkin ilustra varios accidentes mortales de los últimos años en los que han estado involucradas tecnologías cada vez más autónomas, como uno que tuvo lugar en una planta de Volkswagen en Alemania o los que implicaron a coches semiautónomos Tesla en Estados Unidos. Analiza, además, el caso de la policía de Dallas, que en el 2016 decidió enviar por primera vez a un robot que portaba una bomba para matar a un hombre que había abaleado a varios policías. Estas historias plantean muchas preguntas, pero para el cineasta está claro que, como mínimo, la automatización elimina puestos de trabajo y hace que nuestras mentes sean holgazanas y nos relacionemos menos con los otros. “Estamos hablando de cambios sociales significativos”, señala. “Y creo que esto va a continuar”. Muchas consecuencias son graduales, como en el caso de los camioneros estadounidenses, ahora obligados a recibir asistencia de un software de navegación a cambio de menos dinero en su sueldo. “La automatización pone poco a poco en cuestión los salarios, las competencias y la dignidad de esos camioneros”, dice a modo de ejemplo el director. Pozdorovkin señala que los avances en la inteligencia artificial y los robots van mucho más allá de las fábricas, alcanzando ahora a bufetes de abogados, pizzerías o taxis, entre muchas otras actividades. Los beneficios económicos son fáciles de ver: los robots son más rápidos y más productivos. Pero, ¿qué pasará con todas esas personas que pierden sus trabajos?, pregunta. Lo que es aún más perturbador, según John Campbell, un filósofo de la Universidad de Berkeley, es la “pérdida de vínculos auténticos con otra persona” que implica el uso cada vez más extendido de robots y de la inteligencia artificial. En la película, explica que los robots diseñados para emular las emociones humanas pueden llevar a que las personas sean menos empáticas en general. “Al confiar en la tecnología, su mente se vuelve más perezosa”, comenta en el filme alguien que fue testigo de un choque en Florida entre un semirremolque y un auto semiautónomo de Tesla, cuyo conductor murió mientras miraba una película. Luego de la utilización de un robot para abatir a un pistolero en 2016 en Dallas, el jefe de policía le pidió al concejo municipal más tecnología en lugar de más policías para enfrentar futuras amenazas, una demanda que impactó al realizador. “Nos volvemos cada vez más robotizados a medida que pasa el tiempo”, dice un francotirador de la policía de Dallas en la película. “Y antes de que nos demos cuenta, los robots irán a por nosotros y estaremos a su merced, sin nada que podamos hacer para contrarrestarlos. Estamos creando al monstruo que terminara por destruirnos” se lamento :(
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