TIEMPO RE@L

domingo, 15 de noviembre de 2020

SPLINTERNET: La balcanización de Internet

Es posible que lleves un tiempo viendo aparecer ante tus ojos el término “splinternet”, derivado de los términos es inglés “split”, roto, o partido, e “Internet”. O, si no lo has visto aún, seguramente lo verás en breve. De hecho, tiene ya hasta su definición en Wikipedia, que hace referencia a la ciber-balcanización o la balcanización de internet, la caracterización de una Internet fragmentada y dividida debido a factores como la tecnología, el comercio, la política, el nacionalismo, la religión y los intereses particulares. ¿De qué hablamos? ¿No representaba Internet el sueño de una red de información completa e intrínsecamente global por definición, con protocolos que posibilitaban la interconexión de cualquiera de sus nodos? Como sabéis, en su origen militar, Internet fue diseñada para ser una red capaz de interconectar dos puntos de una red independientemente del daño que la red hubiese podido sufrir, como una forma de asegurar que Washington y Los Ángeles, por ejemplo, podrían intercambiar información incluso aunque una gran parte de los nodos de la conexión que las une hubiesen sido destruidos. Pero con la incorporación de las universidades y, posteriormente, de prácticamente todo lo demás, Internet se convirtió en una red de información global en la que fluía la comunicación y la información de todo tipo sin prácticamente ningún límite, sin la más mínima atención a las fronteras: si podías entender el idioma en el que estaba escrito, podías acceder a cualquier contenido. ¿Pero qué ha pasado desde entonces? ¿Hacia dónde evoluciona la llamada “red de redes”? Ya hace veinte años que Corea del Norte construyó, basándose en los mismos protocolos de Internet, su intranet nacional conocida como Kwangmyong, mediante la cual únicamente se puede acceder a contenido aprobado por el régimen comunista, el cual proporciona un motor de búsqueda interno, y ofrece servicios de correo electrónico así como vomitiva propaganda con incesantes loas al dictador. Solo los extranjeros y un pequeño número de funcionarios y élites del gobierno pueden usar la Internet global en Corea del Norte, lo que convierte a Kwangmyong - un servicio gratuito para uso público - en la única red disponible para la gran mayoría de los norcoreanos… eso sí, con la correspondiente monitorización gubernamental. Otros países, como Cuba o Birmania, usan también sistemas similares separados del Internet que conocemos para su ciudadanía. En el 2011, un alto funcionario iraní, Ali Agha-Mohammadi, anunció los planes de su gobierno para lanzar lo que denominó como "Internet Halal", ajustado a los valores del Islam, pensado para proporcionar servicios “apropiados" y evitar el acceso a información no deseada, igualmente con su propio servicio de correo electrónico y motor de búsqueda. Pero sin duda, China y su Gran Muralla es el caso más conocido: monitorización total de la actividad, y un descomunal sistema de censura que evita el acceso de los ciudadanos chinos a los contenidos y servicios que su gobierno no considera “adecuados”. El sistema, por un lado, mantiene un férreo control social que califica como disidente peligroso a quien intente acceder a lo que no debe, a menos que sea extranjero o visitante ocasional y cuente con una VPN que funcione, pero la mayoría de las VPN son ilegales en el país, y aunque muchas compañías con actividad exterior las usan, están generalmente operadas en un ámbito de cierta permisividad controlada. Por otro lado, ha permitido mantener fuera de China a los grandes competidores internacionales, desarrollar copias domésticas de sus servicios, y ahora, tener grandes compañías que crecieron en el descomunal mercado chino y que se plantean fuertes estrategias de expansión internacional, como Tik Tok, todo un fenómeno de las redes sociales. A su vez, Rusia obliga a todos los proveedores de servicios en la red a almacenar sus datos en el país, y ha anunciado ya tener preparado un sistema que le permitiría desconectarse completamente de la red y operar su propia versión para sus ciudadanos. Hasta Europa, con sus leyes que pretenden dictar cómo tiene que funcionar Internet, deja cada vez más fuera a más proveedores de servicios que no se plantean cumplir con sus requisitos. Pero si uno quiere acceder a todo, hay que hacerse con una buena VPN - algo que la mayoría de los usuarios de Internet no tienen. ¿A dónde vamos? La respuesta parece clara: a una Internet dividida en regiones, con pasaportes de acceso y normas específicas. Exactamente lo contrario a su diseño original. Se empieza por la política, se sigue con la religión y la cultura, se continúa con los supuestos peligros… y se termina en la exaltación de la diferencia y en la intolerancia. Aparentemente, el sueño de Internet era demasiado bonito y radical para una humanidad como la que tenemos. Internet en realidad, se ha convertido en un experimento fallido más, una prueba de lo que nos espera: separados en absurdas tribus con ritos y culturas diferenciadas, donde los humanos son completamente incapaces de responder a los grandes desafíos que se les presentan como especie. Si no somos capaces ni de comunicarnos a través de una pantalla, el siguiente capítulo, un reto mucho más importante llamado emergencia climática, ya podemos ir imaginándolo :(

LG SIGNATURE OLED R: Exclusivo e innovador

Como sabéis, LG lleva varios años asistiendo a diferentes ferias y eventos con impresionantes prototipos de televisores OLED enrollables con los que prometía cambiar el paradigma de los paneles rígidos actuales que requieren de un sitio fijo en nuestros salones y habitaciones. En el 2019 el fabricante surcoreano anunció su intención de continuar por esta línea de investigación con fuertes inversiones que ayudarían a rebajar los precios a largo plazo pero que permitirían comenzar a acercar la tecnología a los usuarios finales, algo que acaban de confirmar con la puesta a la venta del primer modelo enrollable del mercado. En efecto, bajo el nombre de Signature OLED R nos encontramos ante un televisor OLED 4K con 65 pulgadas de diagonal que se esconde total o parcialmente en una gran base de aluminio pulsando un botón y ofreciendo tres modos de funcionamiento: completo para ver la tele, parcial para mostrar informaciones diversas como el tiempo y totalmente oculta. El soporte de aluminio funciona también como sistema de sonido de alta fidelidad con 4.2 altavoces de 100 vatios (el subwoofer ofrece 40 vatios) recubiertos con un tejido de fibra natural acústicamente transparente disponible en 4 colores diferentes. Cuenta con Dolby Vision IQ, Dolby Atmos, procesador α9 Gen 3, Apple Airplay2, Apple Homekit y sistema operativo webOS. En cuanto al resto de características técnicas, son similares a las de los televisores LG OLED convencionales aunque hay un detalle más relacionado con la capacidad para plegarse del panel, que según el fabricante es capaz de soportar hasta 50.000 ciclos. “LG Signature OLED R es la definición misma de exclusivo; una obra maestra que apreciarán los clientes que exigen lo mejor y pueden reconocer el verdadero valor de la innovación revolucionaria. No solo es una hazaña excepcional de ingeniería y diseño centrado en el usuario, este televisor es una obra de arte que mejorará cualquier espacio y complementará cualquier estilo de vida”, dice al respecto la compañía surcoreana. En cuanto a su coste y disponibilidad, la Signature OLED R de 65 pulgadas ha salido de momento a la venta solo en Corea del Sur por un precio de 100 millones de KRW, lo que equivale a unos 87.000 dólares, una cifra exageradamente elevada que supone un imposible para la mayoría de usuarios medios, algo que reconoce la propia LG al considerarla, por el momento, como un producto de "lujo" :)
Creative Commons License
Esta obra está bajo una Licencia de Creative Commons.