Tras muchos rumores, la compañía nipona ha desvelado la Canon EOS M5, su esperada incursión en el segmento de las cámaras sin espejo de gama alta. Siguiendo las demandas de los usuarios, Canon por fin da un paso adelante desarrollando un modelo destinado a fotógrafos profesionales que busquen una alternativa más ligera o aficionados que quieran avanzar con una cámara compacta. Y lo hace con una cámara que presenta bastantes novedades y que llega con la idea de combinar el rendimiento y la calidad de imagen de las réflex de Canon con la comodidad de una cámara compacta que se puede llevar a todas partes. Entre las principales especificaciones de la EOS M5 encontramos la inclusión, por primera vez en esta familia, del procesador Digic 7. Un procesador que es inédito en la línea réflex de Canon y sólo lo habíamos visto en la Powershot G7X que tuvimos oportunidad de analizar hace unos meses. Su aparición en la EOS M5 responde a la idea de dotarla de una gran rapidez de funcionamiento en todas las facetas: Puesta en marcha en tan solo un segundo y una ráfaga de siete fotogramas por segundo (que puede llegar a los nueve fps con AF fijo). Conjuntamente con el procesador los otros dos elementos que constituyen el corazón de la cámara son el sensor CMOS APS-C de 24,2 megapíxeles y el sistema de enfoque Dual Pixel CMOS AF, que sí hemos visto en otras EOS de reciente aparición. De hecho, desde Canon comparan el rendimiento de la EOS M5 con el de una EOS 80D, una réflex de un segmento que Canon define como "fotógrafos entusiastas". La idea final de Canon al reunir este trío de elementos es ofrecer potencia, precisión y rendimiento en un cuerpo de reducido tamaño. El sensor promete alta sensibilidad (hasta 25.600) con escaso ruido y amplio rango dinámico, y el sistema de enfoque la precisión, el reconocimiento y seguimiento avanzado de sujetos típicos de una DSLR (siempre según la firma nipona). Las líneas de diseño de la cámara pueden gustar o no pero la EOS M5 se ha creado siguiendo el patrón general de la gama réflex de Canon. Así, los botones y controles se han situado de forma que la EOS M5 resulte familiar a los usuarios que ya están familiarizados con sus dispositivos. Del diseño podemos destacar las curvas de la zona de la empuñadura donde se ha añadido, como novedad, un nuevo dial destinado al dedo pulgar para controlar la exposición de forma más sencilla según el fabricante. Por la parte trasera, dos elementos centran toda la atención: El visor electrónico y la pantalla táctil. El primero se ha situado justo en el centro de la cámara para ofrecer un aspecto y manejo similar al de una réflex. Dispone de una resolución de2.360.000 píxeles, una velocidad de refresco de hasta 120 fps y cobertura del 100%. Otras dos novedades interesantes de la EOS M5 están en estos dos apartados que han sido muy cuidados por Canon a la hora del lanzamiento de forma que la cámara sea lo más atractiva posible, tanto para los que ya tienen un modelo de la firma como para el resto de usuarios. El primero es el de la conectividad, un aspecto que se ha querido potenciar sabedores de la importancia que hoy día tiene poder compartir las imágenes de forma casi instantánea. En este sentido, la cámara incluye tecnología WiFi y NFC y además, como novedad, también conexión Bluetooth de bajo consumo que permite tener una conexión constante entre un smartphone y la cámara. La otra novedad es la inclusión en la EOS M5 de un sistema de estabilización en cinco ejes diseñado para mantener la estabilidad en las fotografías y vídeos incluso aunque no se usen objetivos IS (y que mejora cuando sí se utiliza uno de ellos). Ésta es una característica que nunca ha aparecido en ninguna de las réflex de Canon (aunque haya sido largamente demandada) y desde la marca no comentan nada al respecto de si esto se va a convertir en algo habitual. Por supuesto, Canon no ha querido descuidar el apartado de la toma de imágenes en movimiento que se ve potenciada por la estabilización de imagen, la potencia del procesador y las opciones para compartir. Tres aspectos que deberían ser buenos aliados en este apartado, aunque a estas alturas llama la atención que la cámara no ofrezca grabación en 4K y se quede en Full HD a 60p. La razón, según un portavoz de Canon, es que el vídeo en ultra alta resolución aún no es algo que el usuario demande de forma generalizada. En cuanto a la compatibilidad óptica, la cámara está dotada con la montura EF-M que llevan todas las cámaras sin espejo de Canon pero la EOS M5 incluye un adaptador de montura EF-EOS M para lentes EF y EFS. Esto la hace compatible con más de 80 objetivos Canon de estas monturas (por supuesto sin pérdida de rendimiento o calidad). Otro tema es que el cuerpo y la empuñadura de la cámara aguanten el tirón si le ponemos un objetivo con ciertas dimensiones, pero la posibilidad ahí está y no es nada desdeñable. La nueva EOS M5 así como del nuevo objetivo EF-M 18-150 mm f/3,5-6,3 IS STM estará disponible a lo largo del próximo mes de noviembre a un precio aún por concretar. Aunque desde Canon nos informan de que rondaría los 1.200 euros en el caso del cuerpo solo, y de unos 1.500 en el caso del kit de la EOS M5 junto al nuevo objetivo. En ambos casos se incluye en el paquete el adaptador EF-EOS M(al menos durante el periodo de lanzamiento) para poder hacer uso de un amplio conjunto de objetivos Canon de monturas EF y EFS :)