Como sabéis, la pandemia del Coronavirus - originada en China y que se expandió incontrolablemente por el mundo en el 2020 - cambio nuestros hábitos para siempre y nos mantuvo inicialmente encerrados en nuestras casas en una estricta cuarentena, sin poder salir a ningún lado, afectando nuestras labores diarias en todos los aspectos. Ahora bien, la religión también fue una de sus ‘víctimas’ ya que impidió a los feligreses de todas las confesiones acudir a sus iglesias, templos y centros de oración, por lo que se decidió usar la tecnología para que de una forma virtual, poder estar presente en las reuniones. Si bien es cierto que las redes sociales como Twitter, Facebook y Youtube ya eran usadas con anterioridad, la pandemia obligo a generalizar el uso de otras similares como Telegram, Whatsapp e Instagram, o bien programas para videoconferencias como Skype, Zoom, Google Meet o Microsoft Teams, y quienes no estaban familiarizados con su uso - por ejemplo a los de mayor edad - hoy ya se han habituado a ellos, de tal forma que muchos, a pesar de que las prohibiciones se han relajado por la vacunación intensiva, prefieren seguir usándolos a asistir presencialmente a las iglesias, temerosos del Coronavirus que aun no da signos de haber sido vencido. Si bien los contagios y las muertes por esa plaga han disminuido, es indudable que habrá quienes no querrán exponerse y trataran de seguir evitando los lugares cerrados, como los templos, que se ven vacios ya que pocos se animan a asistir a las reuniones por mas que no se quiten sus mascarillas para nada. En estas circunstancias, los efectos de la tecnología en la religión ¿son una bendición o una maldición? Contrariamente a lo que uno puede imaginar, el uso intensivo de las diversas plataformas y redes sociales ha servido para expandir digitalmente el mensaje de Dios de una forma como no se veía antes. Si bien la radio y la televisión hicieron su parte durante un buen tiempo - y lo siguen haciendo - hoy le toca el turno a las redes sociales para expandir la Palabra del Señor entre la juventud adicta a su uso y que no se desprenden de su smartphone para nada. En ese sentido la tecnología es una bendición, ya que te permite abrir una ventana en las pantallas de los ordenadores o los móviles donde quiera que uno se encuentre para acercarse a la Verdad, proporcionándole a la religión una voz para llegar a una audiencia mundial :)
