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domingo, 5 de diciembre de 2021

SINIESTRA PROBABILIDAD: ¿La Inteligencia Artificial convertirá a los humanos en un 'producto de desecho'?

Un gurú de la tecnología acaba de advertir lo que muchos temen: que antes de lo que uno imagina, los robots que piensan por sí mismos intentaran apoderarse del mundo y usar las armas de destrucción masiva para acabar con la humanidad. ¿Es hora de preocuparse acerca de esta amenaza para nuestra existencia? Cabe destacar que este año, las prestigiosas conferencias Reith de la BBC serán impartidas por primera vez por el informático Stuart Russell, nacido en el Reino Unido y profesor de ciencias de la computación en la Universidad de California, el cual analizará como 'Vivir con la inteligencia artificial' en una serie de transmisiones semanales durante diciembre. En un avance de la serie de conferencias, Russell fue entrevistado en el pasado lunes en el programa Today de BBC Radio 4 . Como podéis imaginar, la conversación estuvo dominada por sombríos pronósticos sobre lo que la Inteligencia Artificial podría hacer con nuestra sociedad, convirtiéndose en una pesadilla para nuestro futuro. No importa desarrollar máquinas que puedan aprender: necesitamos aprender de la historia de las nuevas tecnologías para tratar tanto la exageración como el horror con el mismo escepticismo. Para nadie es un secreto que la inteligencia artificial ya está en uso en la sociedad. Las computadoras pueden adivinar qué nos gustaría ver a continuación en YouTube, qué productos podríamos querer comprar en Amazon y mostrarnos anuncios basados en búsquedas anteriores de Internet en Google. Tal vez sea más útil que las máquinas aprendan a identificar tumores cancerígenos en escaneos médicos a gran velocidad y precisión, así como señalar transacciones financieras potencialmente fraudulentas, algo muy útil cuando los bancos y otras instituciones realizan volúmenes asombrosos de transacciones constantemente. Russell cree que la Inteligencia Artificial “no funciona necesariamente para nuestro beneficio y las revelaciones que hemos visto recientemente de Facebook sugieren que las empresas de medios saben que está destrozando sociedades. Estos son algoritmos muy simples, por lo que la pregunta que haré en las conferencias es qué sucede cuando los algoritmos se vuelven mucho más inteligentes de lo que son ahora”. Esta es una forma extraña de ver las cosas: los algoritmos, más que la política humana, son el problema en la sociedad en este momento. Por supuesto, los algoritmos tontos que te envían publicaciones en las redes sociales sobre la base de que "si te gustó ese, puede que te guste este", probablemente no ayuden en nada. Lo que realmente preocupa a Russell es cuando la Inteligencia Artificial va más allá de las aplicaciones específicas de tareas a la posibilidad de una Inteligencia Artificial de propósito general. En lugar de configurar las computadoras para hacer cosas en particular, como analizar grandes cantidades de datos con un objetivo particular y aprender a hacerlo mejor y más rápido que los humanos, los sistemas de Inteligencia Artificial de propósito general podrían asumir una amplia variedad de tareas y tomar decisiones por sí mismos aun en contra de nosotros. En particular, Russell se preocupa por las armas autónomas que "pueden encontrar objetivos, decidir qué objetivos atacar y luego seguir adelante y atacarlos, todo sin ningún control humano". Teme que estas armas de destrucción masiva de Inteligencia Artificial puedan destruir ciudades o regiones enteras, o eliminar a todo un grupo étnico. Russell lo comparó con una película alarmante y aterradora al estilo Black Mirror, Slaughterbots, del 2017, que muestra una visión particularmente sombría de pequeños drones con forma de abeja que seleccionan y asesinan a cualquiera que se atreva a estar en desacuerdo con las autoridades. Pero si bien ya se está utilizando con cierto grado de aprendizaje y autonomía, por ejemplo, para sacar a los humanos del peligroso negocio de limpiar campos de minas, la combinación de reconocer a los individuos o grupos con precisión y tomar decisiones sobre quién y cómo atacar va más allá de las capacidades actuales, como demostró un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en Afganistán en agosto, que mató a 10 personas, incluidos siete niños, es posible tener ataques de alta tecnología dirigidos por inteligencia que salgan terriblemente mal. Además, si los líderes políticos y militares tienen pocos reparos en matar a inocentes, ¿por qué esperar armas autónomas de fantasía impulsadas por la Inteligencia Artificial cuando puedes simplemente bombardear áreas enteras, ya sea en Dresde en la Segunda Guerra Mundial o en Camboya en los años setenta? Pero para algunos, el poder de la Inteligencia Artificial que todo lo conquista es, tal como están las cosas, “simplemente una exageración”. Un ejemplo de ello - afirman - son los autos sin conductor. Hace solo unos años, fueron la próxima gran novedad. Google, Apple, Tesla y más invirtieron miles de millones en tratar de desarrollarlos. Ahora están en un segundo plano porque las dificultades son demasiado grandes. Hace un año, Uber, que alguna vez soñó con flotas de robotaxis, vendió su división de vehículos autónomos. En cuanto a que los robots y la Inteligencia Artificial se hagan cargo de nuestros trabajos - en el mejor de los casos aseguran los escépticos - “serán una herramienta para mejorar la productividad de los humanos”. Y es que usar computadoras para hacer partes de nuestro trabajo podría ser útil, pero en realidad reemplazar a maestros, abogados o conductores es un juego completamente diferente. Silicon Valley parece tener una actitud esquizofrénica hacia su propia tecnología. Por un lado, se exagera la importancia de la inteligencia artificial. Por otro lado, tenemos especulaciones catastróficas acerca de que los sistemas de inteligencia artificial toman gradualmente el control de la sociedad, dejando a los seres humanos, en palabras de Russell, como un "producto de desecho". En verdad, la Inteligencia Artificial sigue confirmando que es extremadamente útil para realizar tarea específica y también inadecuada para cualquier cosa más allá de eso. Por ello debe ponerse limites a su desarrollo. Según Melanie Mitchell , “sufrimos de múltiples malentendidos acerca de la Inteligencia Artificial. Primero, la IA específica y la IA general son niveles de dificultad completamente diferentes. Por ejemplo, conseguir que las computadoras traduzcan diferentes idiomas ha implicado una enorme cantidad de trabajo, pero los sistemas basados en texto y voz se están volviendo bastante buenos. Conseguir que dos máquinas de inteligencia artificial mantengan una conversación, por otro lado, es mucho más difícil” (Sin embargo, sucedió en una ocasión cuando Facebook detecto en el 2017 que dos robots habían creado un lenguaje propio para comunicarse ininteligible para nosotros, lo que obligo a que fueran desactivados por precaución ya que según los investigadores, ‘si decidieran comunicarse en su propio lenguaje, perderíamos el control sobre ellos’). “En segundo lugar muchas cosas que los humanos encuentran fáciles son realmente difíciles de automatizar. Por ejemplo, hemos evolucionado para escanear el mundo rápidamente, seleccionar cosas distintas y descubrir qué es importante en este momento. Las computadoras encuentran esto extremadamente difícil. En tercer lugar, los seres humanos tenemos una rica experiencia del mundo físico a través de nuestros sentidos que, según los investigadores, tiene un impacto significativo en nuestra forma de pensar”. En cuarto lugar, argumenta Mitchell, “los seres humanos desarrollan el sentido común, basado en la experiencia y la práctica. Los sistemas de inteligencia artificial pueden arrojar cantidades cada vez mayores de potencia de procesamiento a los problemas, pero luchan por replicar eso. Elon Musk fracasó en su intento de automatizar completamente sus fábricas de Tesla: los humanos eran simplemente insustituibles para algunas tareas. Si pudiéramos eliminar el impulso sobre la Inteligencia Artificial, podríamos ver un grupo útil de tecnologías que pueden ayudarnos de formas específicas para hacer nuestras vidas más fáciles. Del mismo modo, estallaría la teoría de quienes piensan que los robots asesinos se apoderarán del mundo” expresó. Si bien última instancia, todavía tenemos el control de las máquinas y no van a reemplazarnos en el corto plazo, pero cuando lo hagan allí veremos sus verdaderas intenciones para con nosotros y muchos lamentaran no haber tomado nota de las advertencias a tiempo :(
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