TIEMPO RE@L

domingo, 29 de agosto de 2021

TERROR EN LA RED: Los talibanes y las redes sociales

Como sabéis, los talibanes - aquel grupo terrorista que acaba de humillar a los EE.UU. en Afganistán- sorprendieron al mundo recuperando en poco más de diez días el control del país. Tras varios días de un avance imparable, y mientras los medios internacionales clamaban por el oscuro futuro que les espera a los afganos, decenas de imágenes de talibanes entrando en Kabul corrían por las redes sociales. No obstante, a los esperados fotogramas típicos de cualquier conflicto bélico le sustituyeron escenas de combatientes armados montando en coches de choque, comiendo helado o haciendo ejercicio en gimnasios. A su vez, en una rueda de prensa con una imagen cuidada al detalle, hablando en inglés y ante cámaras de varios países, Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes asombraba a la opinión pública con un cínico mensaje de “concordia” mientras los milicianos se daban a la tarea de buscar casa por casa a los colaboracionistas del régimen caído para liquidarlos. El mismo grupo fundamentalista que dos décadas atrás prohibió a sus ciudadanos utilizar todo tipo de tecnología, ahora hace gala de ellas para hacer llegar su mensaje al mundo, en una inesperada estrategia propagandística. Los llamados talibanes 2.0 parecen estar adoptando un pragmatismo comunicativo que no tuvieron durante los años 1996 y 2001, cuando gobernaron Afganistán bajo un férreo régimen y donde las imágenes de sus propios líderes eran una incógnita, con escasas apariciones públicas. Hoy, conscientes del poder que les puede aportar la internet, los talibanes se dirigen al exterior por primera vez, en un giro de 180º grados de su estrategia comunicativa. Al respecto, diversos analistas advierten que que los talibanes están "en un momento de transición en el cual lo que buscan es no llamar excesivamente la atención en términos negativos y eso les ha llevado a realizar una estrategia de comunicación de crisis intentando presentar una imagen más positiva de ellos, aunque en el fondo sigan siendo los mismos asesinos. Los talibanes se han dado cuenta de que en esta fase, mientras los ojos y la atención está en Afganistán, tienen que mandar ese mensaje de ‘moderación’, tanto desde el punto de vista de las formas como del fondo, lo cual es una farsa" añaden. Para los expertos, lo más significativo de esta situación es la intención que tienen estos mensajes y el público al que está dirigido. La primera diferencia que podemos establecer es que inicialmente su destinatario en los años noventa era la población que vivía en esa región, mientras que ahora se están preocupando también por convencer al público occidental. "Están tratando de lanzar un mensaje de confianza a los gobiernos occidentales para que no se inmiscuyan a corto plazo dentro de la política afgana y también, evidentemente, para no generar miedo o mala prensa entre la sociedad occidental" aseguran. Este interés por usar las redes sociales e internet para cambiar su nefasta imagen ha sido una constante desde el inicio de la ofensiva talibán. Los mensajes y vídeos de apoyo que han circulado por redes sociales en las últimas semanas pueden parecer espontáneos, pero están más organizados de lo que cabría esperar en un grupo que históricamente ha renegado de la tecnología. Según una investigación publicada por The Times, desde el nueve de agosto han aparecido más de 100 nuevas cuentas y páginas en Twitter y Facebook relacionadas con los talibanes. Además, perfiles en redes sociales de personalidad del grupo terrorista que habían permanecido inactivos durante meses o años, reactivaron su actividad en las últimas semanas. Pese a que durante mucho tiempo los talibanes se comunicaban con el mundo exterior a través de países con los que tenía relación, como Pakistán, o haciendo llegar mensajes a medios como Aljazeera, ya hace años que comenzaron a usar plataformas como Twitter, Facebook o YouTube para propagar su mensaje. Precisamente, el medio digital Vice recogía hace unos días las declaraciones de un portavoz talibán a AFP en el 2019: "No estamos en contra de la tecnología moderna... Esta es la necesidad del momento y su uso no está en contra de la Sharía islámica". Otro factor importante es la penetración de internet en Afganistán, que demuestra como la campaña a través de estos canales poco tiene que ver con el afgano de a pie. En Afganistán, el uso de internet está en torno al 15% de la población y sobre todo en su capital, Kabul. "No hay que confundir la capital con el resto de Afganistán. Kabul no deja de ser un espejismo y sobre todo el de los últimos 20 años, que ha vivido ocupada por las tropas estadounidenses para sostener al régimen títere por ellos implantado, así como de agencias de cooperación, de algunas empresas…pero el Afganistán real; el interior; el rural, no tiene absolutamente nada que ver con eso. En el interior del país no necesitan internet para hacer propagada. Hay un porcentaje no despreciable de la población que apoya a los talibanes (…). Al resto de la población que no concuerda con ellos la propaganda va orientada al terror o el miedo" afirman los expertos. "Seguramente cuando Afganistán desaparezca de la agenda (de los medios) los talibanes se quitaran la careta y la estrategia va a volver a la que tenían: muy poca propaganda exterior, como mucho a los Estados con los cuales pueda tener una relación más estrecha y en el interior una propaganda armada y del terror, ya que para ellos el terrorismo es esencialmente una acción de propaganda, que se resume en aquello de mata a uno y asusta a 100.000" indican. Por otro lado, el uso que hacen los talibanes de estas formas de comunicación poco o nada tiene que ver con otros grupos terroristas, como ISIS o Al Qaeda. Una diferencia radical entre ambas organizaciones es que a diferencia de los talibanes, ISIS (una creación de la CIA al igual que Al Qaeda) pone el acento en crear una estructura comunicativa muy potente, una industria audiovisual tipo Hollywood que sustente su demencial mensaje. Asimismo, los mensajes de ambos grupos criminales son claramente distintos, ya que los talibanes tratan de moderar su discurso y adaptarse a lo que creen que en el exterior está bien visto, mandando mensajes de supuesto respeto a los derechos humanos, mientras que ISIS busca provocar terror y miedo. Además, "la pretensión de los talibanes no es tanto configurar un califato a nivel global como lo que pretendía ISIS en Siria - donde su ilusorio califato fue literalmente aplastado por toneladas de bombas y misiles rusos - rompiendo las fronteras existentes, sino que es crear un Estado que siga la ley islámica, según su interpretación, dentro de su territorio", añaden los expertos. Sobre esta cuestión, agregan además que el movimiento talibán "no pretende actuar fuera del territorio de Afganistán, lo que marca una diferencia comunicativa clara con respecto a Al Qaeda o ISIS. Estas dos últimas son organizaciones terroristas a sueldo de los estadounidenses que necesariamente necesitan dirigirse a un público mucho más amplio". Si hay una pregunta que ha surgido estos días sobre los talibanes es si realmente el mensaje que trasladan es real o no. Y los hechos demuestran que no lo son. Lo cierto es que, luego de haber implantado un gobierno que violaba los derechos humanos y que durante los últimos 20 años han realizado multitud de atentados, no iban a cambiar de la noche a la mañana ahora que han triunfado y han amenazado que si antes del 31 de agosto no se retiran todos los occidentales de Afganistán “su respuesta será terrible”. Eso demuestra que esa interesada campaña de blanqueamiento en las redes estaba destinada al fracaso. "Las plataformas como Facebook, Twitter, WhatsApp, Instagram u otras, si se utilizan bien tienen un efecto propagandístico, pero los talibanes tienen perdida la batalla de la propaganda en el universo de internet y en particular en redes sociales (…). Como mucho les puede interesar hacer un propaganda por redes selectiva, hacia algunos países con los cuales sí aspiran a tener mejores relaciones que les permita estabilizar el nuevo régimen" aseguran los analistas. Mientras tanto, Amnistía Intencional alertaba de una masacre perpetrada por combatientes talibanes contra hombres de la minoría étnica hazara en la provincia afgana de Ghazni, en el centro del país. Además de la persecución de la que alertan varios periodistas afganos, quienes han pasado a la clandestinidad para salvar sus vidas. No cabe duda que en la era digital, hasta las guerras parecen librarse en redes sociales, y la batalla del relato que buscaran seguir librando la internet los talibanes es una muestra más de ello :(
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