TIEMPO RE@L

domingo, 21 de febrero de 2016

APPLE VS. FBI: Una Cruzada por la libertad

No es común que las diferencias entre una empresa y un gobierno se ventilen de frente y públicamente. Ambos protagonistas suelen entrar por la puerta de atrás a la mesa en la que dirimirán sus diferencias o emprenderán su negociación, lejos de los reflectores que iluminan sus fachadas. Por eso, es sorprendente - y por lo mismo, de alta relevancia periodística - la decisión del máximo jerarca de Apple, Tim Cook, de publicar una carta en el sitio oficial de la compañía, en la que anuncia su rechazo a una decisión arbitraria del gobierno estadounidense. En efecto, en un mensaje dirigido a sus clientes, el sucesor de Steve Jobs anunció que no cumplirá una orden judicial para desarrollar un programa que permita ingresar a los datos del iPhone de uno de los autores del tiroteo en San Bernardino, California, perpetrado el pasado 2 de diciembre. Cook detalló la solicitud de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) para que Apple cree un sistema operativo que rompa los mecanismos de seguridad de sus teléfonos inteligentes. Categóricamente rechazó esta pretensión al subrayar el riesgo que significa que un software así caiga en manos malintencionadas que pretendan acceder a la información personal de millones de personas. En la jerga electrónica se conoce como backdoor (puerta trasera) a un mecanismo de acceso al contenido de un dispositivo, que puede ser producto de un error de programación o bien una entrada diseñada exprofeso sin que el usuario la detecte. Al tiempo que rechaza las oscuras intenciones del FBI y refrenda su disposición a colaborar en la lucha contra el terrorismo, Cook acusa a esa agencia de recurrir a eufemismos para ocultar su objetivo de crear una “puerta trasera” para desbloquear los teléfonos y planteó que este caso amerita un debate público. En este último punto tiene toda la razón, debido a las intenciones del gobierno estadounidense de buscar controlar la vida de la gente. No es de extrañar por ello que Julian Assange y Edward Snowden al haber dejado al descubierto las maquinaciones de Washington, tengan que estar a buen recaudo para salvar sus vidas, acusados de burdas patrañas inventadas por la CIA, para ponerles las manos encima y condenarlos a muerte. Este último factor es parte del argumento central de Cook: aunque Washington asegure que una “puerta trasera” como la que demanda el FBI sólo sería utilizada una vez, en realidad no hay forma de evitar que este código se filtre y sea utilizado con fines inconfesables. Dicho con sus palabras, es como crear en el mundo físico una llave maestra capaz de abrir cientos de millones de cerraduras, volviendo vulnerable información financiera y privacidad personal, que estaría en manos del gobierno estadounidense. En esta cruzada Apple no esta sola, ya que ha recibido el apoyo del propio Snowden y de grandes corporaciones como Yahoo!, Google y Samsung, quienes se sumaron a su lucha contra el FBI. Snowden, quien se encuentra actualmente asilado en Rusia, defendió en su cuenta de Twitter el derecho de Apple a negarse a lo que le pide el Buró Federal de Investigación, al asegurar que el FBI está creando un mundo en el que los ciudadanos confían en Apple para defender sus derechos, y no al revés. Además, el exanalista que expuso con sus filtraciones el alcance de los programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés) de EE UU tildó la batalla como el caso de tecnología más importante en una década, asegurando que: una victoria del FBI en contra de Apple se traduciría en un mandato de inseguridad. Un mundo donde los americanos no venden productos seguros, pero sus competidores sí pueden. Por su parte, la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones, que engloba a empresas como Amazon, Aol, eBay, Facebook, Foursquare, Yahoo!, Samsung y Microsoft, emitió un comunicado para advertir que si se obliga a Apple a desarrollar ese software sería un “mal precedente” para la seguridad digital y económica, así como para los derechos de los usuarios alrededor del mundo. El organismo aseguró que la industria tecnológica en Estados Unidos colabora constantemente con las autoridades para poder disuadir e investigar los delitos y el terrorismo, por lo que no se deben hacer demandas que vulneren la seguridad del ecosistema digital.Y es que Cook consideró que el FBI no puede comprobar o garantizar que una vez desarrollado el software que pide sólo se utilice con el iPhone del terrorista. Las declaraciones de Sundar Pichai, CEO de Google, fueron en el mismo sentido porque prevé que forzar a las compañías a habilitar el hackeo de los dispositivos puede comprometer la privacidad de los usuarios. Aunque el directivo también sabe que se trata de un tema complicado porque las autoridades y las agencias de inteligencia se enfrentan a grandes retos para proteger a las personas contra el crimen y el terrorismo. Por ello, Pichai instó a través de Twitter a mirar hacia adelante y realizar un debate “reflexivo y abierto” sobre esta situación. Mark Skilton, quien es profesor en la Warwick Business School y experto en ciberseguridad, indicó que hay un reto entre mantener una fuerte tecnología de encriptación y defender a la nación y sus ciudadanos. “Estoy de acuerdo en que los métodos de puerta trasera serían desastrosos, tomando en cuenta la historia de los hackers, pero si se usa encriptación más fuerte esto va a conducir a una vigilancia más fuerte en los hábitos de localización y el tráfico de datos”, advirtió el analista y profesor. A lo que Skilton añadió que la orden judicial que recibió Apple se basa en una ley del siglo XVIII, lo que muestra cómo la legislación no está preparada para la economía digital de hoy en día :(
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