TIEMPO RE@L

miércoles, 8 de enero de 2014

BITCOIN: La fiebre del oro digital

Bitcoin 2014 El curso de la moneda digital Bitcoin aumentó más de un 5.000 por ciento en el 2013, y los que se benefician no son sólo especuladores, sino también los fabricantes de computadoras y programas especializados en ella. Las computadoras que se usan para generar Bitcoins cuestan alrededor de 10.000 dólares, pero no ofrecen demasiadas posibilidades. No cuentan con programas para cortar videos, con juegos ni con procesadores de textos. Ni siquiera con programas de correo electrónico. Lo que sí pueden hacer, y muy bien, es "excavar" para encontrar Bitcoins, el oro de internet. Las Bitcoin-Miner son, por lo tanto, ordenadores de alto rendimiento, y representan para la fiebre del oro digital lo que antiguamente era el pico para los mineros que cavaban en busca del noble metal en California, allá por 1848. El valor del Bitcoin explotó en los últimos años. A comienzos de 2013 costaba cerca de 10 euros. Actualmente, su valor es de algo menos de 600 euros. Con el aumento en el curso de esta moneda digital también se incrementó la demanda de computadoras especiales. Cuando, a fines de 2013, la compañía sueca KnCMiner inauguró la venta de su nuevo modelo “Neptune”, los clientes se las sacaron literalmente de las manos. “En tres días se habían agotado. El precio por computadora era de 9.995 dólares más IVA”, dice Alexander Lawn, de KnCMiner. La venta de 2.400 Neptunes aportó a la firma cerca de 24 millones de dólares en pocos días, una cifra nada despreciable para una empresa con sólo ocho meses de existencia y 40 empleados. Para comprender qué es lo que generan esos ordenadores se debe entender el concepto de la moneda digital Bitcoin. “Se intenta crear una moneda libre, que no esté manipulada por seres humanos”, explica Oliver Flaskämper, operador de Bitcoin.de, una plataforma de comercio con la moneda digital. “Bitcoin.de se basa en leyes matemáticas y está pensada como depósito de esa moneda, y para que se la pueda usar como medio de pago en todo el mundo”. Como sabéis, la ley que rige al Bitcoin es un programa que utiliza todo aquel que posee Bitcoins y quiere pagar con ellos, un software que es exactamente lo contrario de lo que se usa en el mundo de los bancos centrales y los ministerios de finanzas, que siempre pueden poner en marcha las imprentas e impulsar la inflación, ya sea para solventar gastos militares o para salvar a instituciones bancarias. En el programa Bitcoin todo está previamente determinado y nada se puede modificar, tampoco el aumento de la cantidad de Bitcoins, una medida que evita que se genere inflación. Actualmente hay cerca de 12 millones de Bitcoins en circulación; dentro de 10 años serán 20 millones. Después, la cantidad de Bitcoins crece lentamente, alcanzando el techo de 21 millones para el año 2140. Dado que la moneda es una invención de la era de internet, las transferencias de Bitcoins a través de la red son un juego de niños. En pocos minutos, los usuarios pueden enviar valores a sus bolsas de dinero virtuales sin que los bancos se beneficien. Allí es donde comienza la tarea de las computadoras, los “mineros”: con hasta 100.000 transferencias por día, deben garantizar que todo se haga según las reglas: “Cada Bitcoin contiene un registro completo de todas las transacciones realizadas con ella desde su origen”, señala Alexander Lawn, de KnCMiner. “Los ordenadores garantizan que ese registro esté siempre actualizado”. Alexander Lawn dice que un 70 por ciento de todas las Bitcoins se producen con computadoras de KnCMiner, que están encendidas noche y día. Los “mineros” se unen en comunidades y luego se reparten el botín. Un minero puede ganar actualmente 0,5 Bitcoins por día, por lo cual cabe preguntarse si vale la pena semejante inversión. También existe la posibilidad de comprar Bitcoins en una de las numerosas plataformas de Internet que las ofrecen. En Bitcoin.de se negociaron unas 90.000 Bitcoins a fines de 2013, dice Oliver Flaskämper, lo cual corresponde a 50 millones de euros. Bitcoin.de gana con cada transacción un 1 por ciento, del cual una mitad es para el comprador y la otra para el vendedor. Venga ya, todo parece indicar que la antigua regla de los días de la fiebre del oro, en 1848, parece valer también para la era de Internet: la demanda de palas, picos y otras herramientas, es decir, de computadoras y programas especializados, va en aumento, y sus fabricantes se alegran de las buenas ganancias gracias al auge de esta moneda digital ¿Y cuanto durara esta fiebre? Vaya uno a saber :)
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