TIEMPO RE@L

domingo, 6 de septiembre de 2020

BILL GATES Y LA VACUNA “CONTRA EL CORONAVIRUS”: Una combinación sumamente peligrosa

Cada día que pasa, la gente en todo el mundo esta más convencida que nunca que el infame Bill Gates es el responsable de la pandemia del Coronavirus que agobia actualmente al planeta, quien por cierto ya “adelanto” su llegada en el 2015, quedando de esta forma en evidencia de que se trataba de un plan cuidadosamente planificado con el objetivo de obligar a la población a inyectarse contra el virus, con una vacuna fabricada “coincidentemente” por su propia fundación, el cual contendría nanobots para controlar la mente de las personas. De allí su virulencia al enterarse que la vacuna rusa Sputnik V se le adelanto y podría desbaratar sus planes de dominación mundial si termina siendo escogido en lugar del suyo, por lo cual desato una intensa campaña mediática con el fin de desacreditarla. En efecto, Gates y su fundación, en colaboración con las grandes empresas y los gobiernos, quieren controlar a la población a través de la vacuna que “luchará” contra la COVID-19... por ellos creado. Como recordareis, Gates dio su famosa charla de 2015, en la que este vil sujeto adelantaba que, si no se hacía nada, “el mundo estaba abocado a una pandemia que atacase a gran parte de la población mundial dejando en su oscura cuenta millones de víctimas”. La conferencia se produjo justo tras la epidemia de ébola que arrasó parte de África y que puso en manifiesto la carencia de protocolos reales en emergencias sanitarias de esta índole. Es por ello que a través de la Fundación de Bill y Melinda Gates, el antiguo responsable de Windows ideo un siniestro plan que puso en marcha, que fue la de propagar el Coronavirus en el mundo entero, para luego presentarse como un benefactor de la humanidad que “desinteresadamente” dirigía sus esfuerzos con el objetivo de fabricar una vacuna para controlarla. Pero tanta “bondad” tiene un oscuro propósito. Tras conocerse los primeros brotes de la pandemia en China, Gates fue entrevistado por numerosos tuiteros que le preguntaban qué opinaba de la enfermedad “originada” en Wuhan y de qué maneras se le podría combatir. Y lanzó al mundo una opinión que desnudo meridianamente sus planes: “la construcción de un chip o certificado digital para informar o alertar de quién está infectado de Coronavirus en el mundo del mañana, el cual seria inyectado al paciente al aplicarle la vacuna”. Durante semanas, muchos “expertos” y “científicos” de la Fundación de Bill y Melinda Gates intentaron vendernos la misma idea, asegurando de que era necesario crear una especie de pasaporte que hablase sobre el historial clínico del ciudadano, informando de si pasó la enfermedad, de si desarrolló anticuerpos, etc. “para tener controlada la pandemia” aunque sus fines en realidad sean otros. Las implicaciones éticas de algo así son enormes, ya que podemos vislumbrar un futuro en el que se discrimina a quienes no se vacunen y llevar en su cuerpo los chips digitales para tenerlos bajo su control. Algo así como “la Marca de la Bestia” y quien no la tenga, que se atenga a las consecuencias. El negro historial de Gates es muy conocido, ya que ha sido continuamente acusado por los organismos internacionales de practicar un monopolio en el mercado del software sin precedentes, así como de realizar innumerables prácticas ilegales a nivel económico. "Tendremos que diseñar algunos certificados digitales para mostrar quién se recuperó o se hizo la prueba recientemente o recibió una vacuna", relataba Gates el pasado marzo. Tanto su fundación como la propia Microsoft, durante años, han trabajado en numerosas investigaciones sobre nanotecnología aplicada a todos los campos, incluida la medicina, por lo que muchos interpretaron estas palabras como su pérfido deseo de incluir pequeños microchips en las futuras vacunas o tratamientos contra el Coronavirus para controlar a la población. Bill Gates siempre ha sido un villano. Es el origen de muchísimas teorías, casi todas ellas relacionadas con la salud pública o elementos que causan cierta controversia en determinadas creencias políticas o religiosas. De hecho, en las redes sociales se destaca que la Fundación Bill y Melinda Gates ha llegado a probar vacunas en niños en India y África, provocando numerosas enfermedades secundarias, muertes y lesiones irreversibles. Como si ello no fuera suficiente, ahora pretende hacer otra de las suyas. No hay que permitírselo :(
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