TIEMPO RE@L

miércoles, 3 de octubre de 2018

ROBOCALYPSIS: Un futuro aterrador y peligroso de la guerra está en el horizonte

Los últimos avances en la tecnología del ejército de los EE. UU. parecen indicar que la próxima guerra podría incluir drones controlados por la mente. Si hay algo en lo que son cada vez más expertos, es encontrar una manera de hacer que una guerra sea aún más aterradora e impredecible de lo que ya es por su propia definición. Según The Daily Beast, el ejército estadounidense ha probado, en varias ocasiones, un implante cerebral que permite a un operador humano controlar, con sus propios pensamientos, hasta tres vehículos aéreos no tripulados (UAV), al mismo tiempo. Según la agencia que supervisó las pruebas simuladas por computadora, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), las pruebas se llevaron a cabo entre junio de 2016 y enero de 2017. La cuenta de The Daily Beast indica que el sujeto de la prueba, parcialmente paralizado, pudo completar las pruebas canalizando sus pensamientos a través de un implante médico incrustado en su cráneo, que usaba un electroencefalograma (EEG) para interactuar con una simulación por computadora de un drone que realizaba una misión en compañía de dos aviones de apoyo no tripulados simulados. El avión de apoyo aparentemente estaba basado libremente en aviones ficticios. ¿Y cómo se hizo esto? A través de la cirugía el voluntario Nathan Copeland, tuvo que someterse a una cirugía para colocar electrodos en su cerebro para completar con éxito una interfaz neuronal. A través de esta cirugía, pudo enviar señales cerebrales a los drones quienes pudieron enviarle señales para que pudiera percibir el entorno del drone, que fue capaz de explorar su entorno, detectar un obstáculo en su camino y enviar la señal nuevamente al operador con su recomendación. En una fase separada del experimento, un sujeto de prueba fue capaz de percibir físicamente el espacio físico y sentir lo que vio el avión no tripulado al mismo tiempo, el cual respondió a los comandos que se le dio. Se podría decir que el hombre y el drone se convirtieron en uno. Si bien esta tecnología todavía se encuentra en sus etapas iniciales, sin duda nos permite vislumbrar la dirección en que se dirige los EE. UU.: la robótica controlada exclusivamente por la mente de un operador humano. Por ahora, los comandos disponibles son limitados y se refieren principalmente al giro del dron en una dirección particular. Obviamente, dar el salto de algo que puede lograrse en una simulación por computadora a algo real es completamente distinto, pero el hecho es que aquí es donde el futuro de la guerra se está moviendo y ha sido con muy poca cobertura de los medios. Incluso si el ejército estadounidense no seria capaz de crear bombarderos controlados por la mente en el corto plazo, el futuro de la tecnología es bastante desgarrador. Según el Marine Corps Times, el Cuerpo está buscando crear un "enjambre de drones suicidas", dirigidos por un solo operador, que incluyan la capacidad de transportar ojivas nucleares; así como estar preparados para realizar tareas de ataque electrónico con el objetivo de interferir con las comunicaciones del enemigo. En el 2014, Panagiotis Artemiadis, director del Laboratorio de Robótica y Control Orientado a la Humanidad de la Universidad Estatal de Arizona, comenzó a desarrollar una tecnología que le permitía a un operador controlar varios drones simultáneamente. Si bien en ese momento, solo pudo controlar cuatro drones a la vez, el objetivo de la investigación era que pudiera manejar, eventualmente, cientos de drones al mismo tiempo. Asimismo, el ejército estadounidense también ha llevado a cabo pruebas que incluyeron a más de 100 pequeños aviones teledirigidos (conocidos como microdrones Perdix) por tres F / A-18 Super Hornets, como parte de esta tecnología de "enjambre". Así, en lugar de darles una orden directa, los drones ‘eligen’ el momento para atacar al enemigo, ejecutando la misión con el menor aporte humano posible, lo que los convierte técnicamente en semiautónomos. Como observó astutamente The Washington Post, debería quedar bastante claro dónde acabará esta tecnología en unos pocos años: "Aunque el Perdix es considerado como una herramienta de vigilancia, no es necesario imaginar que estos pequeños dispositivos terminen lanzando bombas para acabar con un objetivo elegido en forma indiscriminada, causando una gran mortandad. Con el desarrollo de los drones, pueden convertirse perfectamente en armas autónomas, por lo que serian muy peligrosos si deciden por si mismos a quienes atacar, convirtiéndonos en su objetivo”. No sé sobre el resto de ustedes, pero el solo uso de la palabra "Robocalypsis" en este informe por sí solo es suficiente para convencernos de que no deberíamos continuar desarrollando esta tecnología en absoluto, a menos que deseemos que un argumento de una película de ciencia ficción pueda convertirse en una terrible realidad :(
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