Convendría que se fuera aprendiendo el nombre de esta marca: Hisense. Llevan operando desde el 2009, pero hasta ahora ha sido uno de esos tapados, con un canal de ventas reducido (hasta este año sólo cubría el 20%), sin alardes publicitarios... poco conocidos. Pero, si les salen bien los planes, el pequeño gatito puede convertirse en un tigre. Sucede que esta marca china comienza a hacerse conocida en los últimos tiempos, sobretodo porque es uno de los patrocinadores oficiales del UEFA World Cup Russia 2018 y esta siendo ofrecida a un precio competitivo en las tiendas, si la comparamos con las de otras marcas conocidas. La hoja de ruta del que se proclama como ‘mayor fabricante de televisores del mundo’ pasa por convertirse en el tercer vendedor más importante. El mercado global de televisores está marcado por dos participantes muy fuertes, Samsung y LG, que se distribuyen más del 70%, un segundo nivel de marcas potentes, como Sony, Philips y, a distancia, Panasonic, y otras que muchas veces llegan de la mano de cadenas de distribución. Pero en Hisense lo tienen claro; quieren colocarse detrás de las dos compañías coreanas (Samsung y LG). De hecho, algún mes del año pasado ya han estado ocupando esa posición. En contra de lo que se pueda pensar, siguiendo la lógica de que los productos chinos son más baratos, Hisense no es una marca de precio bajo. Es cierto que tiene un catálogo amplio que incluye televisores de pocas pulgadas y por tanto más baratos, pero si se comparan sus precios con el mercado, están por encima de la media. Entre un 10 y un 15%, aproximadamente. Para conseguir colocarse en ese disputado tercer puesto, Hisense presenta 26 modelos, 20 de ellos 4K (o Ultra HD), desde las 32 a las 75 pulgadas, incluso hay dos propuestas de paneles curvos. Pero un catálogo no se vende solo. Así que la auténtica arma secreta que se guardaba Hisense es la plantilla: fichajes de la competencia como LG o ZTE. Incluso contando con una plantilla reforzada, todavía queda otra tarea importante: darse a conocer de verdad. Y en eso están. Hisense es patrocinador del Mundial de Fútbol de este año (el fútbol, los Mundiales y los Juegos Olímpicos son tractores de venta de teles) y cuentan con Figo como embajador de la marca. Además, la cúspide de la nueva gama de televisores de Hisense son los ULED. ¿Una nueva tecnología? ¿Qué es eso de ULED? Si bien frente a la tecnología OLED, Samsung ha bautizado sus televisores como QLED, pero ahora ¿llega de China una nueva? Tranquilos, no hay que aprenderse unas nuevas siglas. En realidad, se trata de una denominación comercial bajo la que el gigante tecnológico chino agrupa sus mejores tecnologías de imagen basadas en paneles LED. Sería algo así como Ultra LED. En las series U es donde se encuentra toda la potencia de Hisense, desde sus propios procesadores Highview Pro con cuatro núcleos, Quantum Dot, brillo de 2.500 nits, control de la iluminación del panel LED en 1.056 zonas (el de 75 pulgadas)... Pero todos los televisores 4K de la compañía comparten sistema operativo: Vidaa U. A pesar de que presumen de que su precio está alrededor de un 15% por encima del precio medio de mercado, el modelo más caro de Hisense, el U9A de 75 pulgadas cuesta sólo 5.000 euros, que bajan a 2.999 en el de 65 pulgadas. Son precios altos, bastante acordes con otros modelos similares en el mercado, pero las U9A cuentan con una ventaja añadida importante: por la compra de una ULED de 75 pulgadas le regalan un frigorífico de tipo americano, un side by side de doble puerta. Y es que Hisense no fabrica sólo televisores; entre su porfolio se puede encontrar desde móviles hasta lavadoras, equipos de aire acondicionado o frigoríficos. Pero, si le preguntamos a Michael Luo, director general de Hisense Iberia, cuál es el foco de la compañía, lo más seguro es que responda que el láser TV. Su sistema de proyección láser cuenta con 366 patentes; alcanza resolución 4K, aunque prometen para fechas muy cercanas los 8K, tienen alto rango dinámico (HDR), 3.000 lúmenes, sistema de compensación de movimiento y cuenta con sintonizador de televisión y altavoz integrado. Este sistema de proyección logra una buena calidad de imagen, aunque el contraste siempre va a ser mejor en un panel LCD con sistema de iluminación por zonas -y no digamos en un panel OLED-. A diferencia de los proyectores convencionales que utilizan la pared, este Laser TV lanza la imagen sobre una pantalla plástica pasiva. La gran ventaja es que el precio es una cuarta parte de lo que costaría un televisor del mismo tamaño. El Laser TV está disponible en 80 y 100 pulgadas. Este último cuesta 14.999 (incluye una invitación para ver la final del Mundial en Rusia para dos personas) y un televisor 4K equivalente de 100 pulgadas superaría los 60.000 euros. Lo que no sabemos es lo que costó el Laser TV que han instalado en Estados Unidos, el mayor del mundo, con 300 pulgadas de diagonal. Veremos si tiene éxito en su estrategia de posicionamiento, aunque tratándose de una marca china, uno nunca sabe :(
