Las particularidades de las redes sociales, en especial Facebook - creada por la CIA, quienes pusieron al frente de ella al judío Mark Zuckerberg - levantan dudas sobre sus sistemas de censura y sobre si con ello pretende proyectar una imagen distorsionada de la sociedad, censurando las noticias que no les conviene dar a conocer catalogándola arbitrariamente como ‘falsas’, cuando medios mas fraudulentos que la CNN, MSNBC o The New York Times, no pueden haber. En efecto, en una medida catalogada como arbitraria, dicha red social junto a Google, en aras de acallar la verdad, mueven ficha tras las interesadas críticas vertidas desde diferentes sectores a raíz de la cobertura y difusión de noticias alternativas que, según ellos, pudo haber influido en la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. - dejando en la cuneta a la Criminal de Guerra y fundadora de ISIS, Hillary Clinton, quien se creía segura hasta el mismo día de las elecciones - por lo que pretenden detener este tipo de publicaciones mediante la explotación de sus respectivas herramientas publicitarias. Por un lado, Google ha adelantado que ‘trabaja’ en un cambio de sus políticas para evitar que se haga uso de su herramienta de publicidad AdSense para estos fines, mientras que Facebook, por su parte, ha decidido actualizar las cláusulas publicitarias para especificar que está prohibido promocionar contenido que considera ‘falso’ o que según afirma, tiende a ‘engañar’ a los usuarios (?). Por tanto, ambos se comprometen a combatir este tipo de noticias pero, por ahora, únicamente en sus respectivas publicidades, una importante fuente de ingresos. Esto tiene como objetivo - afirman - garantizar la eliminación de los ‘incentivos financieros’ que están detrás de la elaboración de informaciones que catalogan como ‘falsas’. ‘Próximamente restringiremos la publicación de anuncios en páginas que representen de manera equivocada, difundan o oculten información sobre el editor, el contenido publicado o el propósito principal’, señalaron en un comunicado. Como podéis notar, en un futuro no muy lejano, los gigantes tecnológicos decidirán qué ‘fuentes de información’ podremos consultar, mientras que las voces alternativas serán silenciadas. ¿Debemos catalogar como “noticia falsa” por ejemplo cuando Edward Snowden y Julian Assange dejan al descubierto la podredumbre moral de los EE.UU. denunciando sus crímenes? ¿Debe ser considerado como un tema tabú el genocidio del pueblo palestino a manos de los sionistas, quienes los asesinan impunemente para arrebatarles sus tierras ancestrales? ¿Debemos mirar a otro lado y no prestar oídos cuando se desenmascara a The Washington Post y la CNN - junto con toda la prensa occidental - quienes desarrollan una vomitiva campaña mediática contra Rusia, el señor Putin y el señor Trump en base a falsedades y burdas manipulaciones? Efectivamente, eso es lo que buscan, que su propaganda financiada por las grandes corporaciones y la banca judía de Wall Street se convierta en ‘la verdad oficial’ anatematizando a quienes no se ajustan a ella. Actualmente, los medios de comunicación independientes que buscan distribuir sus propios contenidos periodísticos ya están amenazados por los sistemas de entrega de contenido exclusivo como el Instant de Facebook, los vídeos 360, y AMP de Google. Los filtros industriales para depurar las noticias ‘falsas’ podrían marcar el fin de los pequeños medios de noticias legítimas que hacen un gran esfuerzo para llamar la atención sobre temas que sienten que están invisibilizados o directamente ocultos intencionalmente por los medios de comunicación convencionales. Esta medida va a conducir hacia la eliminación de las voces alternativas y hacia la censura de contenido sobre ciertos temas ‘politicamente incorrectos’ Es así como en la próxima era de la manipulación de las noticias aparecerá el filtro más penetrante que hayamos conocido: se ‘normalizará’ la eliminación de puntos de vista que se opongan a los intereses del establishment, por las corporaciones tecnológicas quienes valorarán la ‘legitimidad’ de la información antes de que el público pueda siquiera evaluarla por sí mismo. Si no tenemos cuidado, va a llegar el momento en el que decir la verdad se convertirá en un delito :(