Era lo más esperado y quizás el gadget más importante de todo lo que se verá en IFA 2016, la gran feria tecnológica que se celebra en Berlín. Samsung ha presentado el Gear S3, un sorprendente e innovador smartwatch con el que la compañía toma una ligera ventaja en el sector de los wearables. Aunque por poco tiempo: hasta que Apple presente el Apple Watch 2 -muy probable- el próximo 7 de septiembre. Con su flamante Galaxy Note 7 anunciado el pasado 2 de agosto, todas las miradas estaban puestas ahora en la tercera generación del popular smartwatch de la firma coreana. El nuevo Gear S3, en efecto, es el auténtico buque insignia de la flotilla de wearables de la compañía, y el inminente lanzamiento de su máximo rival, el nuevo Apple Watch, obligaba a los coreanos a adelantarse y, dentro de lo posible, a dar la campanada. La cita ha sido en el Tempodrom de Berlín, fuera del recinto donde se celebra IFA, pero eso tampoco es una novedad para Samsung, más que acostumbrada a montar grandes eventos al margen de la organización. Como en otras ocasiones, el recinto estaba abarrotado con varios miles de periodistas de todo el mundo. Tras la referencia obligada al anterior Gear S2, y al repaso obligatorio de todos los relojes de la compañía, un espectacular vídeo ha envuelto toda la sala para dejar paso al nuevo Gear S3, disponible en dos diseños que se adaptan a los estilos de vida de diferentes usuarios: Frontier, más deportivo, y Classic. Descrito como el reloj más sofisticado y elegante del mundo, el nuevo dispositivo de Samsung luce un cuidado diseño, y promete una duración de la batería mucho mayor. De aspecto clásico por fuera, el nuevo reloj inteligente es, en realidad, todo un compendio de tecnologías. Igual que su predecesor, el Gear S3 tiene una esfera circular rodeada de un bisel metálico que permite controlar y acceder a las diversas funciones y apps. El aspecto, desde luego, es mucho más elegante que el del modelo anterior. Por supuesto, también hay una versión deportiva, algo más grande y pesada (62 g.) frente a los 57 g. del Classic. El Gear S3 es el séptimo modelo de smartwatches que Samsung pone en el mercado. Y la compañía coreana ha puesto todo su empeño en usar los mejores materiales y en implementar las funciones más avanzadas. El diseñador Yvan Arpa ha subido al escenario para explicar que el dispositivo es ahora algo más grande que el anterior. Quizá recuerda un poco, en su estética, al Motorola 360. El sistema operativo, en ambos modelos, sigue siendo Tizen, desarrollado por la propia Samsung, que huye una vez más de Google, en cuyo sistema Wear se basan muchos de los smartwatches del mercado. La firma asegura que en el mismo momento del lanzamiento habrá ya 10.000 aplicaciones disponibles para el Gear S3 en la tienda de Samsung. El reloj incluye la certificación IP68, lo que le hace completamente sumergible (media hora hasta a un metro de profundidad). Su esfera, resistente a golpes y arañazos, incorpora Gorilla Glass SR+, diseñado específicamente para los dispositivos wearables. Tanto el modelo Classic como el Frontier incorporan NFC y podrán ser utilizados para pagar en comercios sin necesidad de extraer el móvil del bolsillo. La conectividad, sin embargo, queda reservada para el modelo deportivo, que es LTE y permitirá, utilizando tarjetas SIM virtuales, que el reloj funcione, se conecte y pueda hacer llamadas de forma independiente al smartphone. El modelo Classic tendrá que seguir dependiendo del móvil y de la conexión a él vía Bluetooth. Igual que el modelo anterior, el Gear S3 cuenta con su propio GPS interno y en la versión Frontier se añade toda una batería de sensores, barómetros, sensor cardíaco, altímetro, velocímetro, etc. que hacen de él un complemento ideal para practicar cualquier tipo de deporte. En ambos modelos, el procesador es de doble núcleo a 1 GhZ (lo mismo que llevaba un smartphone de alta gama hace apenas unos años). Acompaña una memoria RAM de 768 MB y una memoria interna de 4 GB, que permite almacenar música y aplicaciones. La pantalla, de 1,3 pulgadas SUPERAMOLED, ofrece una resolución de 360x360 píxeles e incorpora la tecnología Always On, que le permite estar encendida de forma permanente con un mínimo consumo de energía. La batería, mayor que la del modelo anterior, es de 380 mAh y permite la carga inalámbrica. Como ya sucedía con el Gear S2, el nuevo smartwatch de Samsung permite el uso de cualquier correa de 22 mm., que es la medida estándar para todos los relojes. Otra novedad es un altavoz integrado que permite escuchar mensajes de voz y música directamente en el dispositivo :)