Si hubiera unos premios Razzie a lo peor de los activos financieros, como se conceden a lo peor del cine, entonces bitcóin definitivamente sería el ganador a la peor moneda. La moneda digital perdió más del 60% de su valor el año pasado, y ya ha caído otro 30% en los primeros días de 2015, Su precio se deslizó brevemente por debajo de los 200 dólares el miércoles, una importante barrera psicológica, antes de recuperarse. Según Coindesk, un sitio de noticias especializado en bitcoines, no es rentable para las personas procesar transacciones o “minar” cuando el precio cae por debajo de los 200 dólares. “La minería” o “extracción” es el término utilizado para describir las complejas tareas matemáticas resueltas en las redes informáticas a cambio de nuevos bitcóines.¿Qué sigue entonces para la moneda? Existe un intenso debate sobre su futuro debido a su alta volatibilidad que muchos predicen su final ¿Pero están en lo correcto? Jeffrey Gundlach, jefe de la influyente firma de inversión DoubleLine, es un férreo bajista del bitcóin. En una conferencia difundida por Internet, Gundlach declaró que la moneda está “en camino de ser relegada al basurero de las monedas digitales”. ¿Pero es justo centrarse en el precio como medida de éxito o fracaso? Después de todo, se trata de una moneda. El problema es que algunos fans del bitcóin creen que también podría ser una buena inversión. Y al parecer están equivocados. El precio ha oscilado violentamente en los últimos años sin motivo ni causa lógica. Algunos de sus defensores han argumentado que el hecho de que la moneda no se imprime debería aumentar su valor. Hay un suministro finito determinado por un algoritmo. Pero eso no justifica por qué el precio alcanzó un máximo histórico por encima de 1,100 dólares en noviembre de 2013. El aumento en la cotización de la moneda en ese entonces fue producto de una clásica manía especulativa, como ocurrió con las acciones de Internet a finales de los noventa y con el sector inmobiliario a mediados de la década del 2000. Cuando la gente dice que el precio de algo debería seguir subiendo indefinidamente, a menudo significa que demasiadas personas lo persiguen mientras éste gana altura... y que el activo sufrirá una dolorosa caída. Parece que el bitcóin ya ha pasado por lo peor. Por esa razón, puede ser erróneo declararlo obsoleto. Ese es el argumento del prominente capitalista de riesgo Marc Andreessen, quien ha invertido en la startup Coinbase, un monedero digital para aceptar pagos y realizar compras en bitcóines. Andreessen defendió a la moneda virtual -y atacó a sus muchos detractores- en una épica avalancha de tuits la semana pasada. (¡26 tuits en un lapso de 48 minutos!) Su argumento principal era que la moneda es un ecosistema, una forma de pago. Ver el bitcóin como si fuera algo que los inversionistas deben negociar no tiene sentido: “Atacar al bitcóin por tener niveles de volatilidad especulativos es olvidar la forma en que el sistema fue diseñado”, escribió en Twitter.“En el corto plazo, todavía es muy útil como una red de transacciones y de confianza en muchos casos de uso incluso con alta volatilidad”, agregó. Está en lo cierto. Hay una razón por la cual varias grandes empresas como Microsoft, Dell y Overstock están aceptando bitcoines como pago. También puedes utilizarlos para comprar tarjetas de regalo de minoristas como Target y Amazon. Y un número cada vez mayor de pequeñas empresas locales han adoptado la moneda. Andreessen también señaló que resulta incorrecto “seleccionar a conveniencia” fechas específicas al momento de debatir las oscilaciones en el precio. Cualquier persona que compró un bitcóin a finales de 2012, por ejemplo, todavía guarda en su bolsillo una enorme ganancia. Así que tal vez sea un error declarar el fin de bitcóin por ahora. De hecho, existe un sitio web dedicado a los obituarios de la moneda... que hasta el momento no han acertado. Pero al parecer, ya ha muerto 32 veces :)
