TIEMPO RE@L

domingo, 20 de marzo de 2022

RUNET: A desconectarse del mundo

Como sabéis, uno de los frentes más activos de la intervención militar rusa en Ucrania está en internet. Más allá de la estrategia de ciberataques, el otro gran goteo online que se está produciendo en internet son los bloqueos de contenido y plataformas. Con EE.UU. desesperado por que la presa se les está escapando de las manos - al ver impotente como el régimen fascista de Kiev que ellos impusieron con un golpe en el 2014 está siendo batida en todos los frentes por los rusos, por lo que su fulminante inminente y aplastante derrota es cuestión de días - han bloqueado las señales de Russia Today (RT) y Sputnik, por lo que eb contramedida el gobierno ruso ha prohibido el acceso a Facebook o Twitter, expulsado a los medios occidentales de su país por sus vomitivas campañas de desinformación, al tiempo que plataformas como TikTok o Netflix restringen sus servicios en Rusia. Una sucesión de medidas que los golpistas ucranianos quieren llevar más lejos: desconectando a Rusia de la red global, aunque Rusia ya está preparada para ello. En efecto, el Kremlin lleva el 2019 creando su propio internet, en la que pueda controlar todo el contenido y no depender de empresas extranjeras. Bautizado como RuNet, esta sería la estrategia de Putin para resistir las amenazas digitales provenientes de Occidente y su malsana propaganda. Si bien el colaboracionista ucraniano y agente de la CIA Mykhailo Fedorov ha solicitado que se desconecte a Rusia de la red global mediante la eliminación del dominio .ru. los defensores de los derechos internacionales no lo ven con buenos ojos, ya que impediría a Occidente seguir difundiendo su veneno en Rusia. Y es que siguiendo los pasos del Gran Cortafuegos Chino, el Kremlin empezó en el 2019 la creación de una infraestructura que le permita controlar todo lo que sucede en su red virtual, llamado RuNet, una parcela virtual privada desde la que dominar el contenido al que tienen acceso sus ciudadanos y que supone la independencia definitiva frente a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos o Europa. Desde Rusia siempre se ha alegado que la creación de RuNet era una medida de seguridad frente a amenazas externas, un muro que activar cuando otros países quisieran lanzarles ataques informáticos. Ya el 1 de noviembre del 2019 entró en vigor la "ley del internet soberano" que da poder al Roskomnazor, la organización que controla las telecomunicaciones en el país, para apagar las conexiones de Rusia con la red mundial si considera que hay una emergencia, así como para bloquear cualquier contenido sospechoso, todo sin necesitar autorización judicial ni avisar a proveedores. Tras adecuar el marco legal, ha sido necesaria una gran inversión económica para poner en marcha la tecnología que sustente este nuevo poder. Es necesario hacer copias de los servicios DNS que sirven como autopistas entre el navegador y las innumerables webs; también hay que instalar centros de datos y crear nuevas plataformas y aplicaciones, en resumen, replicar toda la red global en el territorio ruso en una escala menor. No todo es conectividad, también hacen falta servicios para poder disponer de un potente internet propio que sea operativo. Hace cuatro años que Putin fundó su propia enciclopedia online rusa. Del mismo modo, las plataformas rusas VK y Odnoklassniki siempre han sido más populares que Facebook y Twitter. Además, la nueva Ley del Internet Soberano obliga a vender móviles en el país con aplicaciones preinstaladas que hayan sido aprobadas por el gobierno ruso. A mediados del 2021 se conocía una de las últimas pruebas secretas en las que Rusia conseguía con éxito desconectarse del internet global durante varios días sin que la población notara la diferencia. Como es habitual, el Roskomnazor ha restringido buena parte de la información y datos sobre el proyecto, lo que impide saber el alcance real que tiene RuNet. El programa cuenta con el apoyo de los gigantes rusos Yandex, MegaFon, Beeline, MTS o RosTelecom que ofrecen desde buscadores, hasta correos electrónicos y otros servicios online con los que se podría resistir a una desconexión. Aunque en un principio, Rusia se muestra dispuesta a aislar su red del resto del mundo, el Kremlin aún no ha activado ese muro que empieza a formalizarse, en cierto modo, con la expulsión de las principales plataformas y redes sociales del territorio ruso, que solo sirven para desinformar y realizar campañas difamatorias en contra del país. De seguro, desconectarse del mundo sería la mejor alternativa y quienes pierden, no serán precisamente los rusos :)
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