Se trata de un smartphone con las mismas características que el Galaxy Note 4, pero con una pantalla curva que se extiende hacia el lateral derecho para crear una nueva zona en la que mostrar accesos directos y notificaciones. ¿Es revolucionario o una manera de complicar la vida al personal? Veamos sus funciones. En tamaño y especificaciones, el Note Edge es idéntico al Galaxy Note 4, desde su cámara de 16 megapíxeles, a la memoria, o el procesador Qualcomm Snapdragon 805. Las dimensiones también son las mismas. Solo la pantalla se ve ligeramente recortada a 5,6 pulgadas para poder acoger la parte del lateral, el cual es en realidad una pantalla independiente que actúa como una barra de notificaciones deslizante. Basta deslizar el dedo para alternar entre los últimos tuits, información de bolsa o deportiva, o correos electrónicos. Una de las pantallas de esta zona sirve también para mostrar una lista vertical de accesos directos a aplicaciones. Todo esto es perfectamente configurable para que muestre lo que el usuario quiera. Adicionalmente, algunas aplicaciones nativas de Samsung como S-Pen o la app de cámara hacen uso de esta zona lateral para, por ejemplo, mover allí las herramientas de edición, dejándonos más espacio para trabajar en la pantalla principal. La segunda pantalla también sirve para mostrar notificaciones con la pantalla principal apagada lo que, en teoría (y solo en teoría) permite ahorrar batería. El mayor obstáculo al que se enfrenta el Note Edge es que aún habrá de pasar tiempo para que haya aplicaciones de terceros que aprovechen la pantalla en el borde. Samsung ha liberado el SDK, pero los desarrolladores tendrán que adaptar sus apps, y eso siempre lleva tiempo y ganas. La idea de aprovechar el lateral no parece mala (siempre que no seas zurdo) pero solo el tiempo y los usuarios dirán si esta es la próxima revolución de los smartphones:)
