TIEMPO RE@L

domingo, 11 de julio de 2021

ROBOTS ASESINOS: Cuando quien decide matar es una máquina

¿Opera ya la tecnología para que un robot asesino localice a alguien, le apunte y le dispare de forma completamente autónoma sin intervención humana? Un grupo de expertos de las Naciones Unidas sostiene que sí, y que esta situación se dio ya en Libia en marzo del 2020. Así se lo comunicó al Consejo de Seguridad, según publicó la semana pasada la revista New Scientist. Este documento de gran calado puede suponer un punto de inflexión, ya que por primera vez en la historia se admite que una máquina ha atacado de forma autónoma a un ser humano, lo que desata profundos debates éticos y legales porque hace que se tambaleen las convenciones internacionales sobre lo que está permitido en una guerra. Como sabéis, bajo el concepto coloquial de robots asesinos se esconde un campo amplísimo de armamento: “Estos van desde drones que caben en la palma de una mano a los de gran tamaño a aparatos como el Global Hawk estadounidense, cuya envergadura es mayor que la de un Boeing 737 y que es capaz de cruzar sin problemas el Océano Atlántico, pasando por vehículos blindados autónomos como los desarrollados por la empresa estonia Milrem Robotics, que ya han sido probados en guerras como la de Malí” explican quienes dirigen la campaña Stop Killer Robots. El uso de drones parcialmente autónomos (es decir, necesitan alguna intervención humana) se ha generalizado de tal manera que han sido más que frecuentes en las guerras en Libia y Siria, y se convirtieron “en la verdadera estrella” del conflicto del Alto Karabaj que enfrentó a Armenia y Azerbaiyán en el 2020. En esta última contienda se dio a conocer al gran público la llamada munición merodeadora, que se basa en la idea de no emplear drones para lanzar armamento, sino que el propio dron esté dotado de una ojiva y cuando localiza un objetivo, un operario lo lance hacia él porque el propio dron es un arma. “El paso evidente es dotarle a ese dron kamikaze de un sistema de reconocimiento de objetivos que le permita operar autónomamente” aseguran los expertos en el tema. Para su funcionamiento, los drones autónomos van equipados con una cámara y un algoritmo de procesamiento de imágenes: de la misma manera que se puede enseñar a un programa a reconocer caras, se le enseña a reconocer objetivos. Y a atacarlos. Hasta ahora, las fuerzas aéreas debatían cuál sería el último avión con piloto. Pero lo que estamos viendo es que se ha lanzado una demencial carrera tecnológica por fabricar masivamente drones kamikazes baratos que puedan lanzarse en enjambre gracias a la computación distribuida, en la que cada dron por sí mismo no tiene mucha potencia de procesamiento, pero que actuando en enjambre funciona como una mente colmena asesinando indiscriminadamente a todo ser viviente. Y si lo que se pretende es lanzar enjambres de drones de forma masiva no se puede depender de un humano sentado detrás de una consola para controlarlos ya que lo hacen de forma autónoma. Este peligroso paso ya se ha dado, según la carta que remitió el grupo de expertos al Consejo de Seguridad de la ONU. En ella, se relata un episodio acaecido en marzo del 2020 durante la guerra de Libia. Sobre el terreno, las fuerzas del general Jalifa Hafter, de 77 años, entonces hombre fuerte del este del país respaldado por Rusia. Sus tropas lanzaron un ataque sobre Trípoli y fueron repelidas por el ejército del primer ministro reconocido por la ONU, Fayez Sarraj. “Los convoyes logísticos y las fuerzas aliadas de Hafter en retirada fueron perseguidos posteriormente y atacados a distancia por vehículos aéreos de combate no tripulados o sistemas de armas autónomos letales como el STM Kargu-2 [un dron militar de fabricación turca] y otras municiones de merodeo. Los sistemas de armas autónomos letales se programaron para atacar objetivos sin requerir la conectividad de datos entre el operador y la munición”. La carta no revela si hubo víctimas mortales, pero de que lo hubo no hay duda alguna, aunque se desconoce su número. Estos robots asesinos, explica Rahul Uttamchandani, abogado experto del gabinete de Legal Army, contravienen “todos los principios sobre los que se basan las guerras modernas”. Los básicos son el de humanidad (toda persona que no participa o que ha dejado de participar en las hostilidades debe ser tratada humanamente); necesidad (no usar armas o métodos que causen daños excesivos con respecto a la ventaja militar prevista); proporcionalidad (no se deben causar al adversario males desproporcionados en relación con el objetivo del conflicto armado); y distinción (hay que diferenciar en todo momento entre la población y los combatientes). Las armas autónomas (conocidas como limited automated weapons, o LAWS) o las automatizadas (o parcialmente autónomas) ya existen hace tiempo. Hasta ahora, se decía que su uso “se había limitado a la defensa” cuando su uso indiscriminado en Libia lo desmienten. En la actualidad existe una considerable actividad internacional que tratan de lograr su prohibición. Las posibles negociaciones, sin embargo, se encuentran en punto muerto, debido a que tanto EE.UU. como el Reino Unido y los países de la OTAN sostienen falazmente que el Derecho Internacional Humanitario (DIH) existente ya “proporciona un marco integral para controlar el uso de la autonomía en los sistemas armados”, según manifestó en 2019 el representante norteamericano ante el Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales (CCW) cuando ello no es cierto y por el contrario, esos países dificultan cualquier avance. Cabe destacar que las convenciones de Ginebra constituyen la columna vertebral de esta legislación humanitaria. Pero ni EE. UU. ni Turquía (entre otros) han firmado sin embargo parte de los protocolos, sobre todo los que se refieren a los conflictos internos. Esta circunstancia dejaría ya de por sí sin efectos el DIH para casos como el libio. Por otra parte, para que se respeten sus cuatro principios básicos (humanidad, necesidad, proporcionalidad y distinción) resulta necesario atribuir las acciones de guerra a alguien. En el caso de las armas autónomas, ¿cómo le preguntas a un robot que explique su comportamiento? A una máquina no cabe atribuirle responsabilidad. Y si hemos llegado a la automatización total, algo que pongo en duda, habremos pasado a una etapa superior, para lo cual se hace necesaria una regulación específica. Otra posibilidad es pactar una moratoria hasta que se llegue a un acuerdo. Pero si se alcanza esa medida, los perjudicados serían los Estados y las industrias, por lo cual la consigna es que no se hable del asunto. “Donde no hay discusión alguna es en que asistimos apenas al prólogo de lo que puede llegar a ser”, vaticinan quienes buscan impedir el desarrollo de estas armas asesinas. No cabe duda que solo estamos al comienzo de las pesadillas tipo Terminator, que se plasmarán cuando se desarrolle aún más su capacidad de matar y que escaparan a nuestro control antes de lo que uno piensa, volviéndose en contra nuestra, buscando exterminarnos de la faz del planeta... y esto no será ciencia ficción :(

NINTENDO SWITCH OLED: La consola híbrida de Nintendo

Se acabaron los rumores: Nintendo Switch OLED, el nuevo modelo de la exitosa Nintendo Switch, ya es oficial. Una consola con mejor pantalla, un rediseño sutil a la vista pero realmente interesante en lo referente a su portabilidad y, en el proceso, una nueva base de carga en la que el puerto LAN viene de serie. Eso sí, el máximo atractivo sigue siendo su brutal catálogo de juegos heredado de los modelos anteriores. Nintendo (por fin) ha puesto sobre la mesa la cartas que todos sabíamos que tenía en la mano, pero a muchos no nos ha despejado la gran duda: ¿hasta qué punto merece la pena apostar por el nuevo modelo OLED, el cual llegará este mismo año, en favor del original o de Nintendo Switch Lite? Porque, a diferencia de la revisión del 2019, la nueva Switch del 2021 compartirá estanterías con las otras dos consolas. Cabe destacar que el nombre de la propia consola es una declaración de intenciones. Nintendo Switch OLED cambiará las pantallas LCD de los modelos del 2017, 2019 (de 6,2 pulgadas) y Switch Lite (de 5,5 pulgadas) por una pantalla OLED de 7 pulgadas. Más grande, sí, pero de igual resolución: en modo portátil seguiremos viendo a Mario y a Link a 1280x720. A partir de aquí, la duda nace sola: ¿qué son las pantallas OLED? De partida, la principal diferencia es que no se usa retroalimentación. Como indica la propia Nintendo, esta tecnología muestra las imágenes usando la luz que emite cada píxel de forma individual, logrando colores más intensos, tonos negros más oscuros y, en consecuencia, un mayor contraste. Como en los modelos ya disponibles, la pantalla de Nintendo Switch OLED es táctil capacitiva, de modo que podremos seguir creando nuestros niveles de Mario Maker 2 o jugando a los juegos clásicos de 51 Worldwide Games desde la pantalla. Eso sí, dispondremos de un poco más de pantalla. Dicho lo cual, la gran diferencia con respecto al modelo del 2017 a la hora de jugar se resumen en su manera de ofrecer al jugador colores intensos y mayor contraste de la pantalla sin que eso, por cierto, condicione la duración de la batería: su autonomía es de 4,5 a 9 horas en portátil. Exactamente lo mismo que la revisión del modelo original. Más allá de la pantalla, y según declaraciones a The Verge de la propia Nintendo, Switch OLED no tiene una nueva CPU ni mayor RAM que los modelos de Switch anteriores. Es decir, sobre el papel, al enchufarla a nuestros televisores los juegos lucirán igual. Consola en mano, ya es otra cosa. En efecto, Nintendo ha aprovechado para actualizar el diseño de la consola con Nintendo Switch OLED. Cambios que, lógicamente, están realmente enfocados a su uso más allá de su propia base. Así, podemos ver que la simpleza original se manifiesta desde su pantalla, pero en su reverso ya comenzamos a notar los primeros cambios. La pestaña del modelo original se ha sustituido por un soporte ancho y, lo más interesante, es ajustable. De modo que no solo se gana más estabilidad al usar la consola en Tabletop, sino que podremos acomodar la inclinación. Por otro lado, los altavoces integrados bajo la propia pantalla han sido optimizados. Según Nintendo, al jugar en modo portátil o tabletop percibiremos un sonido más nítido, aunque no se han ofrecido más detalles al respecto. Por último, pero no menos importante, la Nintendo Switch modelo OLED es un poco más ancha que la consola original. Obviamente, el aumento de tamaño también afecta a su peso, aunque no demasiado. Los modelos OLED de Nintendo Switch pesan aproximadamente 320 g mientras que las Nintendo Switch y Nintendo Switch Lite pesan aproximadamente 297 g y 275 g respectivamente. Mención especial, y pese a que no se percibe desde fuera, se ha introducido una novedad en los modelos OLED de Nintendo Switch: el almacenamiento interno de la consola se ha duplicado a 64 GB frente a los 32 GB de los modelos anteriores. Sigue siendo muy poco, desde luego, y la adquisición de una Tarjeta de Memoria es más que recomendable si apostamos por el formato digital. Aquí poco hay que decir que no se sepa ya. Como ya comentamos, el mayor activo de todos los modelos de Nintendo Switch es el catálogo de juegos que la Gran N ha atesorado desde el 2017, incluyendo exclusividades, relanzamientos Deluxe de éxitos de sistemas anteriores, un catálogo retro muy goloso a través de Nintendo Switch Online y en la eShop y un apoyo muy potente de las Third parties con juegazos del calibre de DOOM Eternal,The Witcher 3, Dragon Ball FighterZ y Overwatch. En este aspecto, todos los juegos lanzados hasta la fecha se podrán disfrutar en Nintendo Switch OLED, aunque la única mejora que notaremos será al jugar en portátil, mejorando la calidad del color y el contraste así como la promesa de un sonido más nítido. Por su parte, también podremos disfrutar de las ventajas adicionales de los Joy Con, incluyendo los giroscopios y la vibración HD. Perfectos para disfrutar de Super Mario Party. En cuanto a su coste y disponibilidad, el nuevo modelo se pondrá a la venta a nivel mundial el próximo 8 de octubre. Una fecha que está elegida de manera muy intencionada, ya que compartirá lanzamiento con Metroid Dread y se adelantará estratégicamente al Black Friday. Como en el 2017, Nintendo ofrecerá dos variantes cuya única diferencia residirá en el color de los Joy Con y, como novedad, en el de la propia base de la consola. Con todo, el diseño de la caja pasa a ser vertical buscando no confundir al comprador :)
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