TIEMPO RE@L

domingo, 10 de enero de 2021

LA CENSURA A TRUMP EN LAS REDES SOCIALES: Hipocresía y doble moral

Hablar de lo que ocurrió en el Congreso estadounidense la semana que paso es llover sobre mojado. Ya todo se dijo. Los análisis y las críticas brotaron en las redes sociales a una velocidad vertiginosa. Sabemos lo que sucedió y si se analiza con minuciosidad este hecho, encontraremos tantos mensajes implícitos que realmente merecen nuestra atención. El proceder de Donald Trump para calmar esta justa indignación de sus partidarios al ver que les están robando la elección, por ejemplo, fue uno de estos momentos. El mandatario hizo un llamado a la calma con el temple necesario para que los cuerpos de seguridad actuaran con la seriedad que ameritaba el caso. Era necesario. No obstante, fue la respuesta a este mensaje - con un bloqueo indefinido - por parte de Twitter, Facebook, YouTube, Snapchat e Instagram, dejó al mundo realmente inquieto, preguntándose hasta dónde llega el poder de las plataformas web, para cercenar el derecho a la libertad de expresión no solo de cualquier persona, sino incluso del mismo presidente de Estados Unidos. Lo curioso acá es que mientras de un lado las cuerdas se tensan con cada vez mayor rigor, en otros espacios la soga se ve mucho más holgada. Lo vemos allí, en la acera de enfrente. Ejemplos sobran, son tantos que a veces no se explica cómo este ventajismo no se detectó con anterioridad. El más visible es la proliferación y auge de la identidad que tienen las organizaciones criminales como Black Lives Matter y Antifa en las redes. Organizaciones terroristas que vienen conformadas por el resentimiento, el rencor y otros antivalores que suman cada vez más adeptos. En el caso de la identidad digital de BLM, se habla de un millón de seguidores. Una cifra nada despreciable. Y es que estos grupos terroristas que agrandaron grietas en los EE.UU., hoy se dejan ver por las redes sociales cínicamente como instituciones que proliferan paz, amor y tolerancia. No es así. De acuerdo con el reverendo Ben Johnson: “BLM no es solo una máxima o un gráfico que se publicará en línea. Es un grupo de presión radical que abraza una visión de posiciones controvertidas y extremistas. Aquellos que marchan bajo su estandarte se están poniendo inconscientemente en una posición para ser identificados por los activistas de BLM como avaladores de estas creencias”. Al menos 18 de las corporaciones más grandes de EE.UU. y el mundo han prometido o donado activamente a la organización principal de la campaña Black Lives Matter (BLM). También llama la atención sobre sus militantes, en específico sus fundadoras, es que han declarado ser “marxistas entrenadas” lo que no ha escandalizado a los capitalistas que los financian. Así, Microsoft, Nabisco, Gatorade, Airbnb, los sellos discográficos Atlantic, Warner y Amazon se destacan entre los donantes para la causa que busca destruir el sistema capitalista. Black Lives Matter Global Network Foundation se llama la fundación de la red global que recibe los fondos de estos activistas que se han dado a la tarea de reivindicar públicamente el legado de genocidas como Fidel Castro. El caso Antifa va por el mismo sendero. A pesar de no tener una presencia digital activa per sé, muchos usuarios en redes sociales se identifican abiertamente como simpatizantes de este movimiento asesino. Las cuentas son cada vez mayores y suman hasta 20000 o 30000 seguidores, a pesar de ser conocidos como personas altamente violentas. Y es que los Antifa no esconden su objetivo. Incitan a la anarquía y sus simpatizantes están orgullosos de ello. Se les puede identificar fácilmente en videos. Visten completamente de negro y cubren sus rostros con pasamontañas o pañuelos para encubrir su identidad. Este grupo recientemente fue catalogado como organización terrorista por el presidente Donald Trump y con toda la razón. El portal Breitbart repasa al menos 74 ocasiones en que estos criminales de extrema izquierda se involucraron en actos de violencia, destrucción o intimidación en los últimos 30 días. Una de estas ocurrió a finales de octubre cuando manifestantes en Washington, DC hirieron a 14 policías en la segunda noche de protestas por la muerte de un negro que conducía un scooter sin casco y murió atropellado cuando lo seguía la policía para detenerlo. Cabe recordar que el discapacitado físico y mental de Joe Biden habló en el primer debate presidencial sobre Antifa. En aquella ocasión, de una forma vergonzosa evitó tacharlos con algún adjetivo peyorativo y se limitó a decir que “Antifa es una idea, no una organización”. Hoy, quienes apoyan esta “idea” en conjunto con seguidores de Black Lives Matter (BLM) se han visto atacando a simpatizantes del presidente Donald Trump que le han apoyado no solo en Washington. Lo preocupante es como este movimiento sigue multiplicándose a pasos agigantados no solo más allá de los EE.UU., donde actualmente se le vincula a un sinnúmero de hechos violentos, sino por la web también, sin un freno aparente. Sin embargo, los medios de comunicación y las redes sociales en manos del establihsment que incitaron a los terroristas de Antifa a desatar el caos y la destrucción en las ciudades estadounidenses, aprieta sus tuercas solo por donde más le conviene. En esta ocasión, Twitter sumó un capítulo más a ese grueso libro de batallas que ha mantenido contra Trump por largo rato. No es secreto que esta relación ha sido tortuosa. A la pugna se le añadió Facebook y de la peor manera. Quien esta al frente de la corporación, el pérfido judío Mark Zuckerberg, anunció que los perfiles de Donald Trump en Facebook e Instagram han sido bloqueados indefinidamente. Si la plataforma borraba las publicaciones del mandatario, ahora se avanzó al bloqueo de los perfiles. ¿El motivo? Zuckerberg alude en su comunicado que Trump “hace uso de nuestra plataforma para incitar a una insurrección violenta contra un gobierno elegido democráticamente”. Explica que permitir al mandatario usar sus plataformas durante el periodo de transición, que durará hasta el 20 de enero, cuando se ejecute el traspaso de poderes, supone riesgos “simplemente demasiados grandes”, reseña The Guardian. Asimismo, las redes sociales, este hervidero de pensamientos y opiniones, le cerraron la puerta a uno de los líderes que se desplaza a sus anchas en el terreno de la web 2.0. Ahora, sin estos espacios, los grandes medios apuestan a ver quien le aprieta más la soga de Trump en el cuello. Una conducta deplorable ya que es insólito que las empresas dueñas de las plataformas digitales se arroguen el derecho de decidir qué es lícito y qué no lo es, que se comporten como policías del contenido sin que haya una norma democrática que autorice tal comportamiento. Y es que lo curioso de esta jugada, que ya toma partido, es que las sanciones de tal envergadura se dan sobre personalidades como Trump y varios que corresponden a esta artillería de pensamiento. Como sabéis, su campaña fue bloqueada en octubre por la reproducción del reportaje de The New York Post que involucraba a Hunter Biden, hijo del demócrata Joe Biden, y sus comprobados vínculos con empresas chinas en oscuros negociados. Pero las restricciones en las redes sociales también alcanzan a otras personalidades. Una muestra de ello sucedió en el 2019, en dicho año Instagram y Facebook censuraron contenidos que provocaron reacciones y manifestaciones en contra. Un ejemplo estuvo cuando Instagram bloqueó las cuentas de los caricaturistas de la revista Charlie Hebdo, quienes habían compartido la portada del mes y que incluía una caricatura de Mahoma - el profeta desnudo del Islam - que, de acuerdo con la religión musulmana, no debe ser representado de ninguna manera. El contenido fue retirado y las cuentas suspendidas, relata Forbes. Esta muestra presentada es realmente minúscula en relación con lo que a diario se ve en gran escala, cuando se habla de censura. Es cada vez más claro que las redes sociales cierran cuentas, editan y censuran contenidos, una muestra de que no son solo meras plataformas tecnológicas neutrales, sino tienen capacidad de seleccionar contenidos, lo que las acerca a la naturaleza de los medios de comunicación, solo que sin ningún marco legal, mientras que a su vez permite que grupos terroristas que incitan abiertamente al odio mas extremo como Antifa no sean en lo mas mínimo molestadas. El célebre planteamiento del francés Francis Bacon se centraba en que “el conocimiento es poder”. Hoy el manejo de la información y el uso de normas comunitarias por parte de las grandes plataformas para regular una aseveración así te enseñan que desde 1597, cuando salió a relucir esta frase, las cosas no han cambiado mucho, solo que ahora los actores son otros. Venga ya ¿Facebook y Twitter en su afán de imponer el totalitarismo del pensamiento único, van a decidir ahora qué es la democracia? :(

KFCONSOLE: Es real aunque no lo creas

Como todos sabéis, ya hemos entrado en la “next gen” de la mano de PS5 y Xbox One Series X. Si bien Nintendo Switch está lejos de su potencia, sin duda su gran catálogo de juegos para todos los gustos y la posibilidad de jugar donde queramos también hace que siga siendo muy atractiva para cualquier jugador que se precie. Sin embargo, todas ellas pueden temblar, porque una nueva consola se une a la palestra. En efecto, se trata de KFConsole, creada nada menos que por la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (más conocida como KFC). A que no es una estrategia de marketing, como algunos podéis suponer. Entre sus características, podemos resaltar las siguientes: Es una máquina lista para VR, un PC con potencia de intel capaz de llegar al 4K, con Raytracing hasta 240 fps y una Cámara de Pollo que te lo mantiene caliente mientras juegas. La carcasa de KFConsole la ha hecho Cooler Master, y puede ser que su característica principal -y más llamativa-, sea su Cámara de Pollo patentada para mantenerlo caliente. "Nunca te arriesgues a dejar que se te enfríe el pollo de nuevo gracias a este sistema patentado de Cámara de Pollo", se puede leer en la descripción."Utiliza los sistemas de calor natural y de ventilación para centrarte en el juego, pero mantener el pollo crujiente entre rondas". De esta manera, KFC promete que podremos mantener caliente el pollo y, suponemos, cualquier otra comida. "La parte más difícil fue, sin duda, descifrar todo el diseño interno para hacerlo lo más compacto posible y tener aún suficiente refrigeración para el hardware", dijo Tim Malmborg, integrante del equipo de Cooler Master en una entrevista con el sitio web Tom's Hardware. Asimismo, precisó que tardó días en "crear el modelo 3D perfecto". Puede que os parezca una broma, pero se trata de una consola real. Seguramente muchos de vosotros estaréis pensando en haceros con esta maravilla para los amantes del pollo y los videojuegos, pero por desgracia se desconoce su precio y fecha de lanzamiento. Nos mantendremos atentos para informaros de cualquier novedad que surja al respecto. ¿Qué os parece? :)
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