Ver el correo electrónico es posible, a día de hoy, desde el teléfono móvil, desde cualquier ordenador e incluso desde nuestro propio smartwatch. Pero no lo era hace poco más de veinte años. Hotmail supuso un cambio en la forma en la que leíamos los correos electrónicos y hoy te explicamos todo lo que debes saber sobre este servicio, qué permitía, cómo usar cuentas antiguas o si realmente a día de hoy podemos seguir creando una cuenta @hotmail.com. Si tienes más de 25 años es muy probable que hayas usado, alguna vez, Hotmail. Usabas Messenger para hablar con amigos y familia y mandabas los clásicos zumbidos. Pero Hotmail es mucho más que esas conversaciones y esos nicks interminables y llenos de emojis. Nació durante los años noventa y se convirtió en una revolución en la forma de comunicarnos… Hotmail nació a mediados de los noventa. Fueron dos sus padres, Saber Bhatia y Jack Smith. En 1995, estos dos protagonistas trabajan para Apple y se conocieron estudiando un postgrado en la Universidad de Standford en un tiempo en el que el correo electrónico ya existía y era bastante utilizado. Pero un incordio. Querían crear un correo electrónico que fuese accesible desde cualquier lugar en el que estuviesen, desde el trabajo o la universidad. Así fue como comenzaron a darle vueltas a una idea. Un correo electrónico que no necesitase ningún tipo de programa, servidor o software para funcionar, que fuese accesible cualquier parte, desde el navegador. Y precisamente fue esta idea del navegador la que le dio nombre: a través del concepto HTML, creado muchos años antes, idearon la idea de su nombre: HoTMaiL. Una unión entre HTML y “mail”, un correo electrónico para el navegador, accesible para todos y con la idea de que fuese un sistema totalmente gratuito para los usuarios. Pero conseguir la gratuidad de Hotmail no fue sencillo para sus creadores. Fueron muchos los intentos de conseguir patrocinadores, financiación. Nadie apostaba por ellos hasta que lo hizo la empresa Draper Fisher Juvetson. En julio del año siguiente, en 1996, empezaría a ser una realidad. Como “homenaje” a la libertad que nos suponía Hotmail (libertad para navegar desde donde quisiéramos, para conectarnos sin pagar, fácil…) este sistema se estrenó el 4 de julio de 1996. Cabe destacar que Hotmail no era en sus inicios como quizá lo recuerdas. No era una plataforma llena de opciones, colores, emojis, zumbidos o incluso pegatinas en movimiento que podíamos añadir a los chats. Era mucho más sencillo y, sobre todo, mucho más limitado. En sus inicios, quizá los mayores lo recuerdan, únicamente disponía de 2 MB por usuario para almacenar correos electrónicos (15 GB nos ofrece Gmail a día de hoy) Algo muchísimo más pequeño que lo que tenemos en la actualidad pero que parecía ser suficiente para millones de personas: en su primera semana consiguió un millón de usuarios registrados. A un año de su lanzamiento, Hotmail ya tenía más de ocho millones de suscriptores en todo el mundo. Fue tal su éxito que no pasó desapercibido a Microsoft. Un año y medio luego de empezar a funcionar un proyecto por el que ninguna financiera apostaba, Microsoft pagó 400 millones de dólares. Hotmail tenía, en ese momento, nueve millones de usuarios. En diciembre de 1997 Microsoft compró Hotmail y unificó el servicio con MSN, pareciéndose mucho más a ese que todos recordamos, el “WhatsApp” de principios de siglo. La fusión consiguió el efecto deseado: más visibilidad, más popularidad, más usuarios. Tanto es así que sólo tres años, se alcanzaron 30 millones de usuarios activos en 1999 y de esta forma Hotmail se convirtió tras la compra por parte de Microsoft, en el servicio de “webmail” más grande del mundo. Hotmail ofrecía todo lo que se podía pedir de él: era un sistema de correo electrónico a través del navegador y permitía, además, conectarse a MSN Messenger como un programa de mensajería instantánea o incluso acceder a MSN Spaces o esos “espacios” que eran el antes de Tuenti, de Instagram. Espacios donde había hueco para subir álbumes de fotos y escribir textos con colores. MSN Messenger permitía, en el año 2005, hacer videollamadas con amigos o contactos de forma gratuita, utilizar chats y grupos para hablar con varias personas a la vez e incluso mensajería instantánea al móvil en caso de tenerlo. También había añadido toda la personalización que hoy recordamos: los zumbidos, los guiños, las tarjetas de contacto, los fondos personalizados. Se podía poner canciones de “estado” de Messenger o personalizar el apartado “Mi espacio” a gusto del usuario. Pero aunque Hotmail lo ofrecía casi todo, ya tenía competencia. Yahoo ya era el principal rival de Messenger desde hacía años e incluso lanzó, en el 2005, su espacio “Yahoo! 360º” muy similar a los recordados espacios de Messenger. Además, ofrecía correo electrónico y pretendía fomentar la inversión en redes sociales. Pero tampoco era el único. Google ya estaba pensando en Gmail y ya contaba con Blogger, que se había lanzado en 1998 como una de las primeras webs o herramientas de “creación de bitácoras”, un término que hoy nos suena absolutamente obsoleto pero hace veinte años sonaba a novedoso, a actual. Google también contaba con Picasa desde su compra en 2004 por lo que los usuarios también tenían una especie de álbum online que permitía sustituir a esos espacios de MSN y donde subir fotografías ordenadas por categorías, organizarlas, etc.; Y Gmail. En el 2004, Google anunció que lanzaría su propio servicio de correo electrónico y se iba a convertir en el principal rival de Hotmail, junto con el ya mencionado Yahoo. Los de Mountain View anunciaron velocidad, más almacenamiento del que nos ofrecía su competidor, mayor seguridad. Esto provocó, inevitablemente, que Microsoft decidiese apostar por su nueva versión Microsoft Live Hotmail (inicialmente pensado como Microsoft Live Mail) que incluiría mejoras, más velocidad y más seguridad. Los usuarios podían migrar su correo a este nuevo servicio que años más tarde (en el 2010) incluiría actualizaciones con espacio para fotos o integración con la versión online de Office. Aunque en un principio se resistieron a modificar o migrar de forma obligatoria todos los correos de Hotmail, Microsoft acabó llevándolos a Outlook.com sin que el usuario (esta vez era diferente a la anterior) hiciese nada. La compañía anunció en febrero del 2013 que se haría una migración (automática) de todas las cuentas de Hotmail. Funcionarían a través de Outlook con una interfaz mucho más intuitiva, más cómoda, más limpia. Una migración que se completó en mayo del 2013 con cientos de millones de usuarios. Microsoft anunció que Hotmail desaparecería. En la segunda década del siglo XXI el webmail había perdido relevancia y la presencia de Gmail en todo el mundo empezaba a notarse. A día de hoy suele ser mucho más habitual utilizar el servicio de Google como correo electrónico, especialmente por su vinculación con smartphones con Android, por ejemplo. Microsoft decide llevar todas sus cuentas a otro servicio: Outlook. Outlook ya existía y era parte de la suite de Microsoft por lo que Hotmail no desapareció, sino que fue absorbida. Fue entonces, en el año 2012, cuando Hotmail comenzó a migrar a Outlook.com conservando la extensión @hotmail.com pero tratando de ofrecer una experiencia más moderna. Ahora podemos seguir utilizando este servicio pero con un cambio de nombre, a través de Microsoft, a través de Outlook. Desde que el servicio de correo fue bautizado con Outlook.com, hay que decir que se ha modernizado bastante y ahora cuenta con un diseño mucho más minimalista. Además, cuenta con ciertas características similares a las que podemos encontrar en Gmail y otras muchas que recuerdan al propio Outlook de Microsoft Office. Las cuentas de correo de Hotmail no son cuentas, a día de hoy, cerradas. A diferencia de otros servicios que ya están extintos, estas cuentas siguen siendo válidas. Es decir, puedes seguir usándolo. Aunque no puedas abrir tu Messenger como antaño, sí puedes usarlo ya que desde el 2012 todas las cuentas de Hotmail pasaron a ser, automáticamente, cuentas de correo de clientes Outlook. El procedimiento ha cambiado pero sigues teniendo acceso a todos los emails que tenías, a todo lo que tenías guardado. Eso sí, desde el servicio de Microsoft :)
Sony Electronics Inc. acaba de lanzar esta semana su nuevo smartphone Xperia Pro, el primer smartphone en el mundo con soporte de conectividad HDMI, que compatible con 5G mmWave y 5G Sub-6, ofrece una velocidad de transferencia inigualable y una baja latencia y permitirá a los creadores de video profesionales trabajar de forma más rápida e inteligente que nunca. "Estamos comprometidos con el desarrollo de herramientas innovadoras para los creadores de contenidos profesionales", subrayó Neal Manowitz, vicepresidente de Sony Imaging Products and Solutions en America. "La voz de nuestros clientes es primordial: siempre estamos escuchando, explorando nuevos métodos para ayudarles a crear y comunicar de formas que nunca antes fueron posibles", agregó. Lo que llama la atención es su elevado precio. Como recordareis, el Xperia 1 II (presentado el año pasado) partió de los 1.119 euros y cabía esperar que la versión Pro, desde un momento centrado en un público más específico y un entorno profesional, fuese algo más caro. Pero lo que no esperábamos es que se colocase en una esfera superior a la gama superalta habitual, de hecho, está a precio de dispositivo plegable (concretamente el de Huawei). ¿Qué tiene, el Xperia Pro para costar unos 930 euros más (tomando los 2.499 dólares al cambio)? Sucede que incorpora un puerto micro HDMI para poder actuar como pantalla externa de cámaras o videocámaras, un nuevo sistema de cuatro antenas 5G y es compatible con la tecnología de onda milimétrica (mmWave) y Sub-6. Desde luego, visto de manera aséptica y sin tener en cuenta el nicho para el que Sony ha orientado este lanzamiento, parece un precio algo desorbitado. De buenas a primeras lo es si vamos a hacer un uso estándar de él, incluso si buscamos un móvil fotográfico que como éste disponga de varios tipos de ópticas, zoom óptico y una app de disparo manual tan especializada. El perfil en el que Sony cree que encaja este móvil (y al parecer, que por eso no debe resultar tan caro) es en el usuario que quiere un todo en uno para su cámara profesional; unificar lo que haría un monitor externo, un punto de acceso o hotspot vitaminado e incluso un portátil, viendo el uso tanto para la grabación como para el streaming. Eso sí, hay monitores externos 4K por unos 500 euros, así que en cada caso habría que hacer números para ver si verdaderamente compensa la inversión. De todas formas, profesionales del vídeo de fuera de los EE.UU., de momento podéis dejar a un lado las calculadoras y sobre todo las tarjetas de crédito. Por ahora no hay planes de que el Sony Xperia Pro salga del país norteamericano, de hecho atendiendo a uno de sus principales reclamos, como comentan en Arstechnica la banda milimétrica aún se encuentra en unas pocas áreas de EE.UU, si bien el 5G estándar ya está más extendido. Veremos si finalmente logran ser la opción para este público. Como sabéis, la división de móviles de Sony experimentó una bajada en ventas acusada y está lejos de las cifras de los fabricantes del top 5, aunque el 2020 al menos dejaron de caer. Cuesta creer que un móvil a este precio y de exclusividad algo cuestionable pueda ser el empuje que necesitan, habrá que ver si acaba teniendo buena acogida :)
