TIEMPO RE@L

miércoles, 24 de octubre de 2018

SKYNET: Robots con voluntad de matar

Como sabéis, Skynet es un ente con inteligencia artificial que dirige un ejército de robots y máquinas que se alzan contra los humanos. Eso ocurre en el mundo de la ficción descrito en la saga de películas de Terminator que inauguró el director James Cameron en 1984. Sin embargo, podría dejar de ser solo una fantasía, porque con el avance de la tecnología, llegara un momento en que los sistemas de armas autónomas letales se autodeterminaran - como ocurre con Frankenstein, donde la criatura acaba rebelándose contra su creador y contra la comunidad - destruyéndonos al vernos como sus enemigos. Por todo el mundo se extiende actualmente el miedo a que los artefactos de uso militar puedan en breve tomar sus propias decisiones sin el más mínimo control del hombre a la hora de elegir y abatir objetivos humanos. Y no sólo eso, sino que mediante procedimientos de aprendizaje artificial puedan alcanzar un estadio en que sean capaces de reevaluar sus objetivos emancipándose por completo del control de quienes los crearon y programaron. Hoy parece cumplirse el vaticinio que en un alarde profético plasmara el cineasta Stanley Kubrick en su obra 2001: Una odisea del espacio, en la que un ordenador, HAL 9000, decide atacar a la tripulación de la nave espacial en la que va instalado para evitar que lo desconecten. Ante la creciente discusión internacional, el pasado 25 de septiembre, el secretario general de la ONU, António Guterres, declaró ante la Asamblea General: “Digámoslo como es. La perspectiva de máquinas con el criterio y el poder para acabar con vidas humanas es moralmente repugnante”. Lanzó la voz de alarma sobre unos avances tecnológicos que muchos especialistas consideran potencialmente más peligrosos que la tecnología nuclear y que del mismo modo podría destruir la raza humana si los sistemas armados se salieran de control o cayeran en malas manos. “Los robots asesinos son un gran peligro” y no contribuyen, a criterio de Guterres, a “garantizar la paz y la seguridad”. Las armas letales autónomas (LAWS, por sus siglas en inglés, Lethal Autonomous Weapons) son el resultado de la aplicar la inteligencia artificial a la búsqueda de soluciones en el ámbito del enfrentamiento militar; del combate. Así hay LAW marinas o acuáticas (embarcaciones de superficie y submarinas), aéreas (drones autónomos que seleccionan por sí mismos los objetivos) y terrestres (algunos incluso con forma humana). Que sea la máquina mediante procedimientos autónomos la que elija los objetivos a abatir es el salto a lo desconocido que una gran parte de la humanidad parece no estar dispuesta a dar. La ONU trabaja para conseguir un tratado para su prohibición. Las LAW plantean, según sus contrarios, problemas de muy diversa índole, pero principalmente para la propia supervivencia de la especie, así como conflictos de tipo ético y moral, además de colisionar con el derecho internacional y los derechos humanos. Países como Israel, Francia, Rusia, Corea del Sur, el Reino Unido y Estados Unidos se han declarado contrarios a cualquier acuerdo planetario que vete la investigación y el desarrollo de armas autónomas letales. China, que hasta hace poco pertenecía al grupo de las naciones plenamente a favor de las LAW, ahora parece que estaría dispuesta a firmar un futuro acuerdo bajo ciertas condiciones. Ya hace varios años que existen sistemas de armas autónomas en los que la intervención del factor humano en la cadena de decisiones es baja o nula. Pero se ha tratado hasta hace poco de sistemas únicamente defensivos. Se pueden citar aquellas instaladas en la paradójicamente denominada zona desmilitarizada entre Corea del Norte y del Sur, que cuentan con mecanismos de disparo automático cuando algo se mueve sobre el terreno, o por ejemplo, la llamada cúpula de hierro, que es como se denomina el sistema de misiles contra cohetes con que cuenta Israel para neutralizar los proyectiles que se lanzan desde Gaza contra posiciones terroristas judías. Los soldados que controlan el sistema de la cúpula de hierro sólo vigilan que el sistema informático no falle; que no caiga, pero no tienen intervención alguna en el lanzamiento de los cohetes defensivos. Los defensores de las LAW esgrimen que el número de bajas propias en el combate podría reducirse en picado. Se trataría sólo de pérdidas materiales, pero no humanas. Incluso se dice que los procesos algorítmicos llegarían a ser lo suficientemente certeros como para reducir daños humanos colaterales. Sin embargo, para la corriente mundial contraria a estas nuevas tecnologías desarrolladas por la industria militar, no hay nada en los planteamientos anteriores que no sea fácilmente rebatible. No hay estudios que demuestren por el momento que no puedan ocurrir errores con estos sistemas, que se pueda tener una fe ciega en la tecnología. ¿O es que acaso no ha habido ya desgracias con armas supuestamente guiadas que han acabado haciendo blanco en un objetivo equivocado como sucede en Afganistán?, se preguntan desde organizaciones internacionales como los promotores de la campaña mundial Stop Killer Robots (www.stopkillerrobots.org), destinada a concienciar a la opinión pública y los estados de lo que consideran los peligros de estos sistemas autónomos letales. Entre las últimas reclamaciones de sus impulsores está la de pedir a los países miembros de la UE que presten atención a la resolución aprobada el mes pasado por el Parlamento Europeo en que instaba la apertura de “negociaciones internacionales sobre un instrumento legalmente vinculante que prohíba los sistemas de armas autónomos letales”. Siguiendo el supuesto de sustitución del combatiente por un robot, en el mejor de los casos podría llegar a darse la situación de que se enfrentaran dos ejércitos de máquinas. En el peor de los supuestos, entrarían en combate un ejército de robots y otro de seres humanos y eso tampoco es descartable. No todos los países podrán costearse unas fuerzas armadas robotizadas. Además, las máquinas no tienen compasión y aniquilarían a todos - civiles y militares - por igual. Siguiendo este mismo razonamiento, los defensores de las LAW afirman que, del mismo modo, los robots tampoco tendrían miedo ni serían presa de un ataque de histeria, ni sentirían deseos de venganza. En el debate internacional, se vuelcan más interrogantes: ¿Qué ocurriría si un grupo de piratas informáticos se hicieran con el control del sistema de forma intrusiva y fijaran nuevos parámetros de ataque para los robots? ¿Quién se haría cargo de las fechorías que pudieran cometer las máquinas? No puede establecerse con claridad quién pagaría el error de un robot que asesinara, por ejemplo, a un niño de 10 años. Los estados podrían excusarse en un fallo técnico para evitar rendir cuentas por crímenes de guerra, mientras los robots seguirían asesinando impunemente inocentes ya que a nadie darían cuentas de sus actos, y al momento de rebelarse contra sus amos, nada ni nadie los podrían detener y seria el fin de la raza humana ¿A esos extremos estamos dispuestos a llegar? :(

IPAD PRO 2018: Pantalla sin bordes y Face ID

Muchos esperaban la presentación de los nuevos iPad Pro 2018 junto con los iPhone XS y XS Max, pero finalmente no fue así y ahora nos tenemos que conformar con conocer las filtraciones que hay alrededor de estas esperadas tablets. Uno de los aspectos más importantes de los nuevos iPad Pro podría ser la pantalla, que contaría con unos bordes muy delgados, y eso es precisamente lo que nos muestra una nueva imagen filtrada, y atribuida a la futura tablet profesional de Apple. Como sabéis, el iPad Pro ya es de por si una de las tablets más grandes que podemos encontrar en el mercado, pero esta sensación de gran pantalla podría aumentar más gracias a unos bordes más delgados, bastante más respecto de sus predecesores. El modelo que aparece en la imagen sería el de 12,9 pulgadas, y podemos apreciar que los bordes son mucho más delgados, y que no hay Touch ID, el botón físico que se ubica en la parte inferior de la pantalla y que integra el lector de huellas. Su ausencia se suple con un Face ID, que se podría apreciar en la imagen, en la parte superior de la pantalla, donde se pueden observar los distintos sensores de esta tecnología. De esta forma tendríamos un iPad Pro de 12,9 pulgadas, las mismas del anterior modelo, pero con un tamaño inferior, al igual que ocurre con los iPhone al tener pantallas con un borde mucho más delgado. Una de las características que podrían desaparecer del nuevo iPad Pro de 12,9 pulgadas sería el conector minijack de 3,5mm, ya que sería una de las consecuencias de unos bordes más delgados. Junto a la versión de 12,9 pulgadas llegaría otra con 10,5 pulgadas, y que probablemente contaría con un diseño idéntico, ocupando quizás el mismo tamaño del actual modelo de 9,7 pulgadas pero con una pantalla más grande. Respecto de la fecha de presentación, se dice - aunque vale aclarar que no esta confirmado - que se podría presentar el 31 de octubre. Es importante mencionar que el modelo que mostramos no es el definitivo, y se trata de una imagen creada en base a las filtraciones y rumores de diferentes usuarios. En todo caso, en poco más de una semana podría despejarse la incógnita. Aunque Apple no ha confirmado si se trata de ese producto, las invitaciones, que cuentan con un diseño aparentemente creado con un iPad, sugieren que veremos este dispositivo :)

domingo, 21 de octubre de 2018

LOJAX: Un malware resistente a todo

Se trata de un nuevo malware detectado y que es único en el mundo. A diferencia de otros códigos maliciosos, de este no te puedes deshacer pasando un antivirus o restaurando el ordenador. El malware resiste y vuelve a infectar una y otra vez el equipo, porque vive en la placa base del ordenador. Según ha publicado la empresa de seguridad ESET, han descubierto un nuevo y poderoso malware llamado LoJax en el ordenador de una de las víctimas afectadas. Pero no lo han encontrado en el sistema operativo o en un archivo en el disco duro como tal, sino en una parte más privada aún del ordenador, en el UEFI. En efecto, según ha indicado la firma de seguridad ESET, el malware LoJax lo que hace es que una vez consigue ejecutarse en el ordenador de la víctima modificar la UEFI del mismo. La UEFI es una parte delicada del ordenador y generalmente no se altera. Por lo tanto, también es uno de los lugares menos sospechosos del equipo donde uno espera encontrarse un malware. Una vez está instalado en el UEFI, sólo tiene que desplegarse una y otra vez por el equipo siempre que se reinstale el sistema operativo o se restaure/cambie el disco duro. Acceder a la UEFI, modificarla y ejecutar desde ahí un malware siempre ha sido más un método teórico que práctico. Según indica ESET, hasta ahora han visto algunos conceptos y pruebas, pero ninguno real y completamente funcional. Tanto es así que los ataques desde la UEFI están más presentes en charlas de seguridad como métodos posibles a futuro que métodos puestos en práctica. El malware LoJax es destacable por dos razones. La primera de ellas es que demuestra que efectivamente se puede ejecutar y desplegar malware desde la UEFI, por lo tanto puede no ser el único de su categoría en funcionamiento. La segunda de ellas es por el origen de LoJax: un sistema antirrobo llamado justamente LoJack. Los investigadores han determinado que LoJax es una modificación del software antirrobo LoJack. Este software, para poder rastrear equipos robados se instala en el firmware de la placa base, de este modo aunque los ladrones restauren el ordenador, seguirán pudiendo rastrearlo. Es más, incluso muchos equipos permiten la instalación fácil de LoJack por determinar que es un software "con buenas intenciones". Ejecutar el malware LoJax parece haber sido sencillo en tal caso. Aunque parezca prácticamente imposible deshacerse de LoJax si un equipo está infectado, lo cierto es que hay formas de hacerlo. La solución más simple y efectiva puede ser tirar el ordenador y destruir a martillazos la placa base. Pero sí no estás dispuesto a eso, ten en cuenta que reinstalar una y otra vez Windows no va a funcionar. Lo que sí que funciona es instalar un nuevo firmware en la placa base. Modificar el UEFI no es tarea sencilla, pero sí que parece ser el único método real que elimine por completo LoJax. Y por supuesto, añadir un disco duro completamente restaurado previamente :)

SAMSUNG GALAXY BOOK2: Siempre connectado

Como sabéis, hace más de un año Samsung decidió expandir su gama Galaxy hacia los híbridos tablet/portátil también conocidos como convertibles. Esa primera apuesta con el Galaxy Book resultó ser un acercamiento interesante al tener un dispositivo portátil con sistema operativo Windows y procesador Intel. Hoy Samsung está anunciando la segunda generación de este dispositivo, que será conocido como Galaxy Book2, el cual adopta el nuevo procesador Qualcomm Snapdragon 850, una variante de su actual 845 para smartphones que ahora está centrado para convertibles con Windows 10. De hecho, estamos ante el primer dispositivo con este procesador. Tras el anuncio del Surface Pro 6 hace unos días, Samsung nos muestra su nueva generación de Galaxy Book, con la que buscan perfeccionar lo mostrado hace más de un año, y añaden nuevas características. Lo más atractivo, es la incorporación del nuevo procesador Snapdragon 850, que está creado específicamente para este tipo de dispositivos y optimizado para Windows 10 en modo S. La apuesta por el Snapdragon 850 permite que el Galaxy Book2 pueda presumir de una autonomía de hasta 20 horas, así como conectividad LTE con velocidad gigabit, que llega por parte del módem Snapdragon X20. Con esto, se mantiene la alianza entre Microsoft y Qualcomm, quienes nos prometieron hace casi un año los 'Always Connected PC'. En cuanto al diseño, el Galaxy Book2 ha sido renovado para ser más ligero y, aseguran, fue fabricado con materiales de mejor calidad para garantizar una mayor durabilidad. Una de las novedades es el sistema de bisagra para apoyo trasero, muy similar al del Surface Pro, que nos permite colocar el dispositivo en varias posiciones para trabajar con mayor comodidad, esto al permitir ajustar el ángulo de pantalla a nuestro antojo. También se incluye un teclado, que se conecta de forma magnética al bisel inferior, igual que el Surface Pro. Asimismo, tenemos el soporte a S Pen, que nos sirve para tomar notas cuando no podamos usar el teclado, además de que cuenta con funciones que nos ayudarán a sacar mayor provecho de su uso. La buena noticia es que ambos accesorios están incluidos en el Galaxy Book2. La pantalla sigue siendo la misma que la de la generación anterior, un panel AMOLED con resolución FHD+ (2160x1440). En este renovado diseño, ahora se incorporó un par de altavoces estéreo con certificación Dolby Atmos, además de que fueron fabricados por AKG, la división de audio premium de Samsung. El Galaxy Book2 tiene su propio sensor de huellas para añadir un sistema de seguridad, el cual se basa en Windows Hello. Como ya habíamos mencionado, el sistema operativo es Windows 10 con el Modo S habilitado, pero hay opción de actualizar a una versión completa de forma gratuita. En el apartado fotográfico tenemos dos cámaras, una de 8 megapíxeles en la parte trasera y otra de 5 megapíxeles en el frontal. Uno de los puntos clave será conocer su rendimiento en el día a día, ya que esos 4 GB de RAM podrían quedarse cortos ante la potencia que necesita tanto el operativo como el procesador, donde también será interesante conocer la respuesta de este nuevo Snapdragon 850, ya que al menos el 835 para Always Connected PC nos quedó a deber en cuanto a rendimiento. Por el momento, el Galaxy Book2 saldrá a la venta sólo en Estados Unidos, donde se comercializará a través de las operadoras AT&T, Verizon y Sprint, quienes lo venderán con planes de datos LTE. Su precio será de 999,99 dólares y estará disponible a partir del próximo 2 de noviembre :)
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