Este 23 de junio WikiLeaks ha empezado a publicar los archivos que tituló 'Espionaje en el Eliseo'. Se trata de una selección de informes de inteligencia altamente clasificados y documentos técnicos de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) sobre la intercepción de comunicaciones de oficiales del alto nivel de los sucesivos Gobiernos franceses durante la última década. En su comunicado, WikiLeaks detalla que los documentos dejan al descubierto que la NSA interceptó las comunicaciones del actual presidente francés, François Hollande, de Nicolás Sarkozy (presidente entre 2007 y 2012) y de Jacques Chirac (1995–2007). Entre sus objetivos hubo también miembros del gabinete de ministros de Francia y el embajador galo en EE.UU. Los documentos detallan también los números de celular de los oficiales del Eliseo, incluido el número directo del presidente. "El pueblo francés tiene derecho a saber que su Gobierno electo es sujeto de vigilancia hostil por parte de un supuesto aliado. […] Los lectores franceses pueden esperar más revelaciones importantes a tiempo en un futuro próximo", comentó el fundador del sitio, el periodista australiano Julian Assange. "Esta noticia no me sorprende. Hoy, mientras negociábamos, los micrófonos se nos apagaban y volvían a conectarse todos el rato", ha comentado las escuchas de la NSA al Gobierno francés el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tras finalizar la reunión del Cuarteto de Normandía en París dedicada al frágil armisticio en Ucrania. La parte más destacada de los archivos filtrados son resúmenes de conversaciones entre altos cargos franceses sobre los desafíos más importantes a los que se enfrentaba Francia. Los temas incluyen la crisis financiera global, la crisis de la deuda griega, el futuro de la Unión Europea, las relaciones entre las Administraciones de Hollande y de Merkel, la designación de los altos cargos de la ONU, la involucración de Francia en el conflicto palestino-israelí y una disputa entre París y Washington por el espionaje estadounidense sobre Francia. Más concretamente, los documentos revelados muestran que en mayo de 2012 Hollande organizó una reunión secreta en París con la oposición alemana sin el conocimiento de Merkel, para discutir las posibles consecuencias de una hipotética salida de Grecia de la eurozona. En el mismo informe se comunica que el presidente galo expresó su descontento por la imposibilidad de llegar a un avance en las negociaciones sobre esa cuestión con la propia Merkel. EE.UU. interceptó, además, quejas de París precisamente por las escuchas estadounidenses a Francia. En una misiva fechada a marzo de 2010 se cita una conversación entre el embajador francés en Washington, Pierre Vimont, y el consejero diplomático de Nicolas Sarkozy, Jean-David Levitte, en la que discutieron los posibles temas del futuro encuentro entre Sarkozy y Obama. Según Vimont, el mandatario galo quería expresar su frustración por el hecho de que Washington retirara su propuesta de un acuerdo de cooperación bilateral en Inteligencia, e insistió en que seguiría presionando para que el documento se pactara. Los dos diplomáticos franceses coincidieron en que el principal escollo era el deseo de EE.UU. de continuar espiando a Francia. Según otra carta de la NSA, en junio de 2011 Nicolás Sarkozy comunicó a su ministro de Exteriores, Alain Juppé, que quería impulsar la renovación de las negociaciones directas entre Israel y Palestina. Una de las opciones consideradas fue hablar con el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, para lanzar una iniciativa conjunta de mediación sin la participación de EE.UU. En respuesta a las revelaciones de WikiLeaks, el presidente francés, François Hollande, convocó una reunión de emergencia este miércoles, que contó con la participación de los ministros de Defensa, Justicia, Interior y Exterior, quienes luego de evaluar la naturaleza del informe de WikiLeaks, condenaron el espionaje al que fueron sometidos los tres últimos presidentes franceses por la NSA y Hollande se comunicará con Obama para pedirle explicaciones al respecto, indico Bloomberg. Francia, uno de los Estados fundadores de la Unión Europea, es también uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que le da derecho a veto en la organización mundial. Oficialmente es un aliado próximo de EE.UU. y juega un papel clave en todas las instituciones internacionales clave asociadas con Washington, como el G7 o la OTAN. La revelación de la extensión del espionaje de la NSA contra los líderes y diplomáticos franceses recuerda el caso de la divulgación de las escuchas a la canciller alemana, Angela Merkel, y otros funcionarios alemanes. Aquella revelación provocó un escándalo político en Berlín y una investigación oficial, aunque esta tuvo que cerrarse recientemente por presiones de Washington. Venga ya, si a sus propios “aliados” los trata como los trata, imagínense al resto :)