Los gobiernos occidentales buscan cada vez más profundizar su control de las plataformas en línea y al mismo tiempo buscan desacreditar aquellas como TikTok y Telegram que perciben como fuera de su control. Como sabéis, la adopción masiva de Internet ha sido vista ampliamente como un fenómeno positivo que fomenta una mayor apertura y responsabilidad en la sociedad. Una encuesta realizada por Pew Research Center en el 2022 demuestra el papel en gran medida útil que los ciudadanos de todo el mundo atribuyen a la tecnología, y la mayoría de la gente en la mayoría de los países aprueba su impacto. Los ciudadanos de países de Europa central y oriental como Polonia y Hungría aprueban especialmente la influencia de las redes sociales en la democracia, y los encuestados afirman que les ayudan a mantenerse informados sobre los acontecimientos mundiales y locales. Sin embargo, EE.UU. es un caso atípico notable en la encuesta de la empresa de investigación: el 64% de los estadounidenses dice que las redes sociales han tenido un efecto mayoritariamente negativo en la democracia y el 79% dice que han creado una mayor división política. El hallazgo se produce en un momento en que el papel de las redes sociales e Internet ha sido cada vez más vilipendiado en la sociedad estadounidense, con un pánico por el supuesto efecto nocivo de la desinformación en línea en la política. El auge de la teoría de la conspiración sobre el Russiagate durante la presidencia de Donald Trump representó quizás el punto álgido de la tendencia, pero los legisladores occidentales siguen alimentando la preocupación por el contenido en línea para ‘justificar’ la intervención del gobierno e incluso la prohibición directa de algunas plataformas. El arresto el pasado fin de semana del fundador de Telegram, Pavel Durov - liberado bajo fianza el miércoles - puede entonces verse como el último desarrollo de la tendencia luego de que Durov provocara la ira de los funcionarios occidentales a principios de este año al revelar los intentos de la Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU. de instalar una puerta trasera en la popular aplicación de mensajería encriptada. “Creo que este intento de destruir las comunicaciones y la libertad de expresión en todo el mundo es una tendencia peligrosa”, advirtió el presentador Steve Gill en el programa The Final Countdown de Sputnik el lunes. “Acabamos de ver al director ejecutivo de Rumble… huir para evitar ser procesado por cualquier acusación falsa que pueda presentarse contra él. Así que este es un gran problema. Es una gran historia. Y me ha llamado la atención que los medios estadounidenses no le estén prestando mucha atención. Deberían hacerlo” aseveró. “Es escandaloso que Durov fuera arrestado por falsas acusaciones y todavía está detenido, ya que nunca ha sido condenado por ningún delito”, señaló por su parte el periodista independiente John Jackman. “La investigación ha alegado, en esencia, que la plataforma de mensajería Telegram ha sido utilizada para fraude, tráfico de drogas, blanqueo de dinero y una serie de otros delitos. Ahora bien, lo interesante de esto es que, básicamente, lo que las autoridades francesas están diciendo es que el propio Durov es responsable de cualquier abuso que ocurra en esa plataforma lo cual es ridículo” añadió. Las autoridades occidentales han resentido durante mucho tiempo a Telegram, que se resiste al tipo de vigilancia y moderación de contenido impuesta a otras plataformas en línea como Facebook, Instagram o X. La relativa libertad de Telegram permite que los disidentes prosperen y que los usuarios compartan información desde perspectivas alternativas, pero las autoridades han acusado a la plataforma “de ser utilizada para facilitar una miríada de crímenes y abusos”. En los últimos años, los gobiernos occidentales han tomado cada vez más medidas para influir en el flujo de información en línea mediante la implementación de regímenes de moderación y, más recientemente, la prohibición de TikTok. Figuras como el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y el director ejecutivo de X, Elon Musk, se han vuelto más o menos receptivos a los intentos de las autoridades de ejercer control sobre sus plataformas, pero Jackman argumentó que Durov ha seguido trazando su propio rumbo. “¿Está Elon en problemas?”, preguntó Jackman. “Bueno, la respuesta es que, si se mantiene en ‘el lado correcto’ de la política exterior de EE.UU., entonces debería estar bien y seguir abogando por cosas como derrocar al gobierno de Venezuela, mantenerse en el lado correcto del conflicto en Ucrania, no acercarse demasiado a Rusia, etc. Mientras, desde luego, con Meta y el judío Mark Zuckerberg - asalariado de la CIA - no hay absolutamente ningún problema” apuntó. “Uno de los aspectos sorprendentes de la detención de Durov es que las autoridades francesas esperaron hasta que aterrizó para presentar una orden judicial”, dijo Jackman, señalando que los funcionarios franceses no le informaron al fundador de Telegram que lo buscaban hasta que ya estaba en camino a Francia. “No tenía absolutamente ninguna indicación de que algo iba a pasar. En realidad, está claro que Francia quería atraparlo y asegurarse de que no hubiera absolutamente ninguna posibilidad de que evadiera su captura”. Jackman calificó la táctica de “draconiana” y lamentó los intentos de los gobiernos occidentales de reprimir a sus propios ciudadanos. “Lo que [la censura] significa es que eres débil, básicamente”, afirmó. “Cuando tienes que censurar el discurso, cuando tienes que tener el poder de limitar lo que la gente puede decir, eso significa que estás operando en un mundo en el que tienes miedo de los hechos, en el que tienes miedo de la verdad”. “No sólo hemos visto esto en la época contemporánea y moderna, sino que también lo hemos visto a lo largo de la historia: cuando los grandes gobiernos, imperios o naciones empiezan a perder su capacidad de gobernar de manera efectiva… vemos estas medidas represivas contra la libertad de expresión para intentar limitar el hecho de que la gente pueda señalar que el emperador está desnudo”, continuó. “Y creo que eso es exactamente lo que estamos viendo”. “La razón por la que están arrestando a personas como Durov y no a Elon Musk es fundamentalmente porque los tentáculos de las fuerzas de seguridad y las agencias de inteligencia no han podido infiltrarse en aplicaciones como Telegram como lo hacen con X o las plataformas Meta. Por eso creo que se trata más de una cuestión de controlar la narrativa más amplia que de perseguir algún tipo específico de actividad delictiva” concluyó.