Con el advenimiento de las potentes PlayStation 5 y Xbox Series X y el increíble liderazgo de Nintendo Switch estos pasados meses, pareciera que la llegada de la nueva Nintendo Switch Pro, tiene un marco bastante extraño y complicado por delante, al menos desde el punto de vista de la buena vida que sigue teniendo la híbrida de la casa. Como sabéis, mucho se ha rumoreado sobre Nintendo Switch Pro, incluso se ha predicho su precio y fecha de lanzamiento e incluso se ha especulado con nuevos detalles de la consola debido a la actualización 10.0.0 de Switch. Pero todo esto son solo rumores ya que la misma Nintendo se ha cansado de asegurar de que no existe ningún modelo Pro de Nintendo Switch, aunque viendo lo que se les viene encima, me parece complicado que no actualice su híbrida para darle un poco más de longevidad. Es posible que Nintendo no tenga nada en mente para este 2020, pero se nos antoja casi imposible que no trabajen en un sistema de cara al 2021, más que nada por el salto sustancial que van a suponer PS5 y Xbox Series X a muchos niveles. Estaremos de acuerdo en que Nintendo jugará en una liga diferente a Sony y Microsoft, al menos si nadie le planta cara en su propio terreno, aunque el ConceptUFO de Alienware podría llegar a ser un rival inesperado. No hay duda alguna de que Nintendo no usará las mismas armas que sus rivales para adentrarse en la nueva generación de consolas, mucho menos desde que sabe que su gran baza está en la portabilidad y en sus longevas franquicias como Super Mario, The Legend of Zelda, Pokémon o Animal Crossing. Y es que algo tan sencillo como generar su propio software sin competencia directa es algo que ha mantenido a Nintendo siempre con un pie dentro del ring, incluso cuando las cosas no iban demasiado bien. Pero esa no es toda la historia del gran éxito de ventas de Nintendo Switch en el panorama internacional, ya que es su gran versatilidad como portátil y sobremesa, pudiendo lanzar títulos como The Witcher III: Wild Hunt o la versión remozada de Skyrim o Doom en una consola que por su tamaño, se puede llevar de viaje perfectamente, por eso me extraña, con todo lo que se viene a nivel gráfico con PS5 y Xbox Series X, que Nintendo no sobrealimente a la Switch o cree una consola nueva para seguir manteniendo su cuota en el competitivo mercado de los videojuegos. Es obvio que Nintendo no necesita proezas a nivel de hardware para mantener su holgado puesto en la industria, con una plataforma que se ha convertido en la casa predilecta de los indies y en la que los juegos AAA han encontrado un segundo hogar. Se duda por ello que Nintendo no pretenda moverse para evitar perder este reinado e instaurar uno nuevo que asegure que todos los usuarios de Switch le siguen adonde quiera que vaya. Esto no es algo fácil en la actualidad, ya que Nintendo necesita jugar bien sus cartas, apostando por una híbrida realmente capaz de adaptarse a las demandas de los nuevos entornos gráficos, aunque estos puedan recibir undowngrade para “evitar” las limitaciones de un sistema menos potente que PS5 y Xbox Series X. Esto ya es algo que Nintendo ha conseguido, por lo que no creo que le sea tan difícil replicarlo, a no ser que no pueda contar con un hardware limitado pero solvente. Está claro que la principal competencia de Nintendo es la propia Nintendo en estos momentos, por lo que puede respirar tranquila, pero sin olvidarse de hacer los deberes y escuchar a la industria, o podríamos ver una segunda parte de las migas que recibió con su Wii U. Es cierto que no es necesario cambiar algo que funciona, pero sí es obligatorio actualizarlo para aportarle más longevidad en un contexto tecnológico que avanza de una forma rauda y sin mirar atrás. Es sabido que no es fácil replicar el éxito de una consola en una nueva consola, pero aquí es donde Nintendo puede tener un as en la manga, ya que no precisa rehacer lo que ya tiene (contrariamente a PS5 y Series X), sino que solo necesita pulir y revisar a fondo lo mejorable, como una pantalla con más resolución y de mayor tamaño, mejor autonomía, mejora en los fps y resoluciones de los juegos y, por supuesto, unas moderadas pero necesarias mejoras de su GPU, CPU y RAM para poder generar esta nueva realidad. Sin esta renovación, cabría la posibilidad de que Nintendo no sobreviviera a su propio legado y no pudiera hacerse con un hueco tan importante en el mercado de las consolas como el que mantiene hoy en día. Si las consolas de Sony y Microsoft están borrando el límite con los PC de gama alta, Nintendo necesita borrar y ampliar su propio horizonte para que los fans sigan deseando tener una de sus híbridas a pesar de contar con otros sistemas en su poder. Si haces un poco de memoria, recordarás que no fueron pocos lo que veían como algo imposible el que Nintendo llegara a liderar la carrera de las consolas de sobremesa, pero su cuota de mercado sigue creciendo y las ventas para alcanzar a PS4 no son un imposible. Pero esto no es lo relevante para erigirse reina en la guerra de las consolas, sino que lo necesario es mantener un nicho con poca o nula competencia para asegurarse de que todo el mundo quiere tu sistema y eso es lo que Nintendo ha logrado con Switch. No solo ofrece la posibilidad de poder llevarla contigo y jugar a un triple AAA en el coche, sino que tiene títulos tan buenos y tan propios que solo pueden disfrutarse en ella. Es más que probable que Switch Pro nunca sea la consola de cabecera de un gamer hardcore, pero es que ellos no son los únicos relevantes del mercado, sino que existen muchísimos aficionados (incluidos los hardcore) que aman las franquicias de Nintendo, por lo que esto es un reclamo absolutamente prioritario para la compañía. Si a esto le añadimos un híbrido más potente y con un mejor diseño, capaz de contentar al mismo público de la Switch y hacer nuevos amigos, Nintendo Switch Pro podría mantener su primacía, ya que necesariamente necesitamos tenerla si deseamos jugar a títulos de sagas que nunca han defraudado con sus entregas. Estaremos atentos a las novedades acerca de su llegada :)