Como sabéis, hace unos meses que Samsung puso a la venta el tope de gama de sus nuevos televisores con tecnología QLED bautizados como Q9. Venían con las mismas características que sus hermanos menores Q7 y Q8, como el 4K y soporte para HDR además de ángulos de visualización teóricamente mejorados, y añadía picos de brillo de hasta 2000 nits. Ahora la marca ha añadido un modelo más a su catálogo Q9 con un panel de 88 pulgadas que supera al anterior de 75 pulgadas en diagonal pero también en precio, ya que costará la nada despreciable cantidad de 20.000 dólares. De este modo se duplica prácticamente el importe con respecto a la versión de 75 pulgadas (rebajada se puede comprar por menos de 9.000 dólares) y casi se multiplica por 10 si lo comparamos con el modelo Q9 más barato, el de 55 pulgadas que ronda entre 2.200 y 2.500 dólares. ¿Qué ofrecerá además de mayor tamaño? Tiene las mismas cualidades que el resto de la gama, cubriendo el 100% del espacio de color DCI-P3 montaje "no-gap", Invisible Connection con cable de fibra óptica y diseño Boundless 360. El sistema de sonido ha incrementado su potencia hasta unos más que respetables 60 vatios en un conjunto de 4.2 canales, pero también se ha aumentado el peso del televisor hasta unos 75 kilos y el consumo eléctrico máximo, que asciende a 465 vatios. Una de las características más destacadas que ofrece Samsung junto a este gigante de 88 pulgadas es la garantía de diez años por marcado de pantalla. Para nadie es un secreto que algunos televisores terminan marcando en el panel los contornos de algunos contenidos fijos, como suelen ser los logotipos o rótulos de determinados canales. Ahora toda la gama QLED TV ofrece esta garantía de diez años, que nos garantizan que el panel no conservará marcas antes de este periodo. Ya disponible en los mercados norteamericano, europeo y coreano por un precio de 20.000 dólares con un público objetivo que obviamente no será muy amplio :(