No cabe duda que el bitcóin está fuera de control. Tras superar los 5.000 dólares, el ansia entre los traders por meter en su cartera el activo de moda ha llevado a Bitcoin a marcar un récord intradía el viernes de 5.866 dólares, desde donde ha corregido hasta los 5.658 dólares en que se movió poco después de las once de la mañana. La escalada de bitcoin es estratosférica. En diciembre, valía poco más de 1.000 dólares y ahora corre dispara hacia los 6.000 dólares, o seis veces más. Tanto es así que su valor multiplica por cuatro el de la onza de oro al contado, que cerró en el mercado de Londres en 1.290,25 dólares. En este rally, bitcoin ha tenido que esquivar toda suerte de obstáculos, desde acusaciones de poca transparencia, hasta regulaciones más estrictas, pasando por un importante cisma entre los 'mineros' de la moneda o las advertencias de posible colapso por parte de primeros espadas de Wall Street, como el presiente de JP Morgan, Jamie Dimon. Algunos expertos, como el prestigioso economista Ken Rogoff, han advertido de que la moneda digital está inmersa en una burbuja que podría explotar pronto, mientras que otros consideran que todavía tiene recorrido para aumentar su valor. El origen de este nuevo despegue está en uno de los últimos divorcios de la comunidad Bitcoin. Parte de los mineros que la trabajan decidieron crear 'Bitcoin Cash', un 'fork' o clon de la original con su estructura pero con ligeras modificaciones en sus reglas y funcionamiento para solventar problemas puntuales, que se estrenó el pasado 1 de agosto. “Los que tenían Bitcoins recibimos también, gratuitamente, una serie de Bitcoin Cash”, cuenta un integrante de la firma UST Global y conocedor de la moneda digital nacida en 2009. “Las nuevas se llegaron a color por unos 400 o 500 dólares cada una en el primer día”, explica. Como sabéis, el próximo día 22 de octubre llega otro clon, Bitcoin Gold. “Y en noviembre habrá más”, remacha este experto, que lleva en el gremio desde 2011. “Lo que el mercado está haciendo es dar por descontado que se repetirá aquella situación”, agrega. Y pensar que esa semana se cumplió un mes del día en el que el consejero delegado de JP Morgan, uno de los banqueros más poderosos del mundo, echase pestes sobre Bitcoin. “Es un fraude peor que la burbuja de los tulipanes”, aseguraba Jaimie Dimon. Por aquel entonces se intercambiaba a 4.200 dólares. Hablaba de una divisa “inventada”, la condenaba al fracaso y ponía en duda el raciocinio y la inteligencia de quien se plantease invertir en ella. Sin embargo, el último viernes, treinta días después, la criptomoneda rozaba a lo largo de la jornada los 6.000 dólares. Pueden hablar de un patinazo colosal. La cuestión es que el ejecutivo ha prometido no volver a hablar del tema. El Bitcoin tiene alma de velocista, financieramente hablando. Ha batido cinco récords en el último trimestre. Acumula una subida de su valor del 600% en los últimos doce meses. El porcentaje sube hasta el 2400 si se atiende a los dos últimos cursos. Como podéis imaginaros, se ha desatado la euforia, pero también el miedo a un posible colapso. En estas ocasiones no son pocos los que se preguntan si estas valoraciones son desmedidas. “Personalmente, tengo la impresión de que estamos en una burbuja”, comenta Alex Preukschat, autor del libro 'Blockchain, la revolución industrial de internet'. “Sin embargo hay que verlo con criterio. No es la primera vez que ocurre algo así”. Para ilustrarlo, este experto recuerda el despertar de la industria ferroviaria en el siglo XIX. También el de la radio o la televisión. Llama a la calma. “Esta situación incluso facilita la innovación. Mira lo que pasó con internet. Las cosas más importantes ocurrieron luego de la burbuja de las puntocom”. “Cuando estaba a 30 dólares y subió a 220 nadie se lo imaginaba. Y también surgió este debate. Es la historia de siempre”, comenta Preukschat, quien defiende que lo importante no son los baches puntuales, sino el crecimiento sostenido. Uno de estos tropiezos en la cotización que causó cierto revuelo fue la caída del 40% sufrida el mes pasado cuando China tomó la determinación de prohibir a las empresas tener en sus balances criptomonedas, evitando así que se financiasen por esta vía. Además, Pekín ha obligado a las casas de intercambio de aquel país a echar la persiana. ¿Qué es lo que tiene Bitcoin, entonces, para resistir incluso ante los vetos de algunos Gobiernos como el chino o el ruso? Es un cóctel perfecto entre una criptomoneda cuya naturaleza le impide emitir unidades libremente y una demanda desbocada. “Además muchos la adquieren para mantenerla durante años, así que la oferta es aún menor”, analiza Preukschat. “Que nadie piense que esto es un Fórum Filátelico. Es una opinión personal pero veo que el problema es que a día de hoy el principal activo del Bitcoin es la especulación. Tiene que reafirmarse en sus otras aplicaciones reales. Invertir en Bitcoin puede ser atractivo, pero también tiene sus riesgos” puntualizó :)