La cadena de televisión por satélite Al Jazeera se encuentra nuevamente en el centro de la polémica debido a la decisión de Arabia Saudita de cerrar sus oficinas en Riyadh, como consecuencia del bloqueo diplomático y económico de los países del Golfo a Qatar. Asimismo, el Ministerio de Cultura e Información de Arabia Saudita también revocó la licencia operacional de Al Jazeera, un canal controlado por el estado qatarí, del que dependen también el grupo beIN Media. "La decisión se produce luego de que Al Jazeera apoyase las tramas de grupos ‘terroristas’, apoyase las milicias Houthi en Yemen e intentase perjudicar a Arabia Saudita y su soberanía", dijo un comunicado la agencia de prensa saudita. Como sabéis, Arabia Saudita, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Libia, Yemen, Maldivas y Mauricio declararon el 5 de junio una ruptura de relaciones diplomáticas y económicas con Qatar por su supuesto apoyo a grupos radicales islamistas e Irán. Qatar ha calificado las acusaciones de "injustificadas" e "infundadas", mientras que Al Jazeera ha insistido en que su cobertura es imparcial. La cadena de televisión, sin embargo, ha sido criticada con anterioridad por dar cobertura a las voces críticas contrarias a los gobiernos autocráticos de Oriente Medio. Cabe destacar que Al Jazeera está acusada de apoyar al depuesto presidente egipcio Mohammed Morsi y a la organización de los Hermanos Musulmanes, acusaciones que han acabado con la detención de varios periodistas en Egipto en los últimos años. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos apoyaron en su día al ejército egipcio para derrocar a Morsi. La escalada dialéctica entre los países del Golfo ensombrece el futuro de la cadena qatarí y del Gulf Cooperation Council (GCC), que abarca Bahrein, Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Yemen. Convertido en la cadena de televisión insignia del emirato qatari y un eficaz elemento de propaganda para imponer su punto de vista, ha sido por ello bloqueada por los regimenes autocráticos cono el saudí que exigen su cierre. “Los medios de comunicación se han convertido en uno de los temas clave en la disputa diplomática de las últimas semanas”, afirmó Amro Ali, profesor de sociología en la Universidad Americana de El Cairo. “Al Jazeera no ha dejado de ser parte de la composición existencial del establecimiento de Qatar y se percibe como una rama informal de gobierno de Doha. Ha ayudado a cimentar alcance y la legitimidad internacional del emirato. Sin embargo, irónicamente ahora ha contribuido en su ruina” indicó. Pero los países árabes no son los únicos que han atacado a Al Yazeera. Los Gobiernos occidentales han mostrado una doble moral frente a ella. Mientras ahora alaban a la cadena qatarí - ya que se ha vendido a Washington - hasta hace unos años su visión era completamente diferente. Antes la imagen mayoritaria en ciertos sectores occidentales, sobre todo estadounidenses, presentaba al canal como poco más que un ‘portavoz de Al Qaeda’. Esa imagen se creó durante el régimen del Criminal de Guerra George W. Bush, sobre todo cuando estallaron las guerras de agresión contra Afganistán e Irak. Según la administración Bush, Al Yazeera ‘se plegaba al servicio de intereses islamistas radicales, no era imparcial y se alimentaba de propaganda anti-estadounidense’. Estados Unidos no se limitó a criticar. Bombardeó sus oficinas en Kabul, en noviembre de 2001, y en Bagdad, en abril de 2003. En ambas ocasiones, Washington dijo que los ataques se habían producido por error, pero era evidente que la Administración Bush estaba muy incómoda con Al Yazeera porque emitía vídeos de Al Qaeda y cubría los conflictos de EE UU en Oriente Próximo desde la perspectiva árabe. El diario británico The Daily Mirror publicó documentos secretos que revelaban que George Bush, había planeado bombardear las oficinas de Al Yazeera en su sede central de Doha. Como estrategia de boicot mediático, el Gobierno norteamericano puso en marcha Al Hurra, un canal de noticias en árabe por satélite con sede en EE UU, para el que destina más de 100 millones de dólares anuales. En pleno del acoso por los regímenes autoritarios, la cadena continúa realizando su trabajo sin cesar el esfuerzo informativo. Su web ha incrementado su tráfico un 2.000% desde el comienzo de la revuelta de Túnez. Además, a través de su cuenta en Twitter en inglés, @AJEnglish, ha seguido informando de lo que ocurría, con un notable éxito. Creada en 1996 con el apoyo económico del emir de Qatar, el canal de noticias retransmite en más de cien países, llega a 220 millones de hogares y cuenta con 400 periodistas que trabajan en 60 países distintos, según su página web. Empezó emitiendo solo en árabe pero en 2006 se lanzó su canal en inglés, para ampliar su audiencia y llegar a un público global, que en estas semanas está pendiente de sus imágenes para poder seguir en directo los acontecimientos históricos que se desarrollan :(