TIEMPO RE@L

domingo, 3 de marzo de 2013

BITCOIN: La moneda electrónica más liberal

No es solo un medio de pago, sino que actúa como una divisa real. Bitcoin es una moneda electrónica de uso exclusivo para Internet, con un patrón propio sin relación con ninguna otra divisa, sin supervisión de ningún banco central ni sometida a ninguna política monetaria. El valor está fijado exclusivamente por la oferta y la demanda. Los usuarios descargan un monedero virtual, en realidad un archivo que se instala en un dispositivo con conexión a internet desde donde efectuar las transacciones puerto a puerto (P2P). Las cuentas son anónimas, o bajo pseudónimo, pero cada parte de la transacción está fijada con una clave pública para garantizar la seguridad del intercambio y evitar que se hagan dos pagos con una misma moneda. Hay sitios diferentes donde adquirir bitcoins a cambio de dinero real (el más popular es Mt Gox) o como pago a servicios. También se pueden producir: los bitcoins se generan por bloques liberados por medio de la resolución de un complejo algoritmo, solo rentable para equipos en red ya que un ordenador medio tardaría años. Esos equipos, al mismo tiempo, sirven de soporte a la moneda, y son quienes supervisan y validan las transacciones. Actualmente hay cerca de 20.000 de estos nodos operando. Bitcoin obedece a código abierto: son los usuarios quienes dan soporte, no una empresa concreta. La principal ventaja es la ausencia total del cobro de comisiones o tasas, como sí ocurre con el pago en Internet a través de tarjetas de crédito o débito, o con el uso de plataformas de pago.Como sabéis, los libertarios (muy frecuentes en Internet) y los ultraliberales ven una ventaja en el hecho de que Bitcoin no depende de ningún banco central ni de intermediarios. El valor de la moneda no está sujeto a decisiones políticas con intereses gubernamentales. Dificulta la congelación de fondos o las restricciones de compras ilegales. Sirve también de salida a países rechazados por algunas plataformas de pago por su falta de fiabilidad económica. Las transacciones son públicas y están controladas entre la propia red de usuarios, testigos de los intercambios, siempre públicos. Ha superado el problema de dobles pagos puesto que cada moneda que sale de la billetera cuenta con su propia clave. Los casos de robos no se debe a la inseguridad de la moneda en sí, sino al sitio donde se hayan guardado.Además, Bitcoin cuenta con un problema de base: es una moneda deflacionaria. Una vez alcanzado el límite fijado en 21 millones de monedas, previsto en 2030, comenzará a ganar valor cada unidad (aunque se pueden subidividir sus céntimos hasta ocho decimales). Como avisa el premio Nobel de Economía Paul Krugman, el hecho de ser tan deflacionaria incentiva al ahorro hasta el extremo y no al consumo y, por tanto, termina por deprimir la economía. De otro lado, el hecho de ser una moneda paralela hace que, según su éxito, las autoridades monetarias puedan decidir combatirla si creen amenazada su estabilidad. De hecho, Satoshi Nakamoto, el creador de la moneda inventada hace cinco años, es un pseudónimo sin autor conocido para evitar eventuales problemas legales. Ser una moneda descentralizada, sin embargo, dificultaría su eliminación. Asimismo, como divisa incipiente es más vulnerable a ataque especulativos. De hecho, está lejos de ser estable, su fluctuación es acusada y ya ha vivido burbujas, como apunta «The Economist». Esta semana el valor de cada bitcoin ha rondado los 25-26 euros La fortaleza del Bitcoin depende en gran parte del número de usuarios: cuantos más, menos posibilidades de especulación y habrá mayor supervisión de las transacciones. La utilidad de una moneda es poder comprar. Su radio de acción es limitado, ya que los sitios donde poder pagar con Bitcoins todavía están contados, aunque cada vez son más. La plataforma de blogs Wordpress y el portal Mega son los más destacados. No hay que olvidar que es todavía un software experimental. Los pagos son pseudoanónimos, es decir, se conocen las transacciones y sus autores, pero los nombres de las cuentas están bajo pseudónimos. La desvinculación con datos de personales reales facilita los pagos ilícitos, el blanqueo de dinero o la evasión fiscal. Tan anónimo como el dinero en metálico, pero con la capacidad de hacer grandes movimientos internacionales. Sin embargo, Bitcoin no es el primer caso de moneda electrónica. Liberty Dolar, eGold o Goldmoney fueron intentos agotados o desactivados. Tampoco será la última, puesto que ya han surgido algunas similares, aunque con menor éxito. Si bien aún tiene sus riesgos, no cabe duda que el futuro, una vez perfeccionado, será el único medio de pago:)
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