Tras semanas de rumores, por fin se ha hecho oficial el lanzamiento de la Fujifilm X-H1, la que es el primer modelo de esta firma que incluye estabilizador de imagen en el cuerpo de la cámara. Diseñada combinando un cuerpo robusto y duradero con una calidad de imagen superior y un sencillo funcionamiento, aunque se parece mucho a la conocida X-T2 desde la casa la anuncian como un modelo superior ya que es la cámara de más alto rendimiento de la serie X. Es decir que se situaría por encima incluso de la X-Pro2, hasta hace poco el estandarte de la Serie X de Fujifilm formado por cámaras sin espejo con sensor APS-C. Y eso que, internamente, sus componentes principales son los mismos. Es decir el conocido sensor X-Trans CMOS III de tamaño APS-C, 24,3 megapíxeles y sin filtro de paso bajo que trabaja en conjunción con el procesador X Processor Pro, lo que asegura imágenes de una calidad excepcional e inigualable que capturan los detalles más sutiles del sujeto. Estos poderes se mejoran en la X-H1 gracias a la incorporación de un estabilizador denominado IBIS que, como decimos, funciona en cinco ejes en conjunción con todos los objetivos Fujinon XF y XC, compensando hasta 5,5 paradas (con los XF que no tienen estabilización de imagen óptica). Se trata del primer sistema de este tipo incluido en una cámara de la serie X y funciona en base a un sistema formado por tres acelerómetros axiales, tres sensores giroscópicos axiales y un procesador dual que realizan unos 10.000 cálculos por segundo para corregir una posible trepidación y ofrecer una calidad de imagen sin concesiones. Para maximizar los beneficios del estabilizador, se incluye además un mecanismo de resorte destinado a reducir las microvibraciones que produce el obturador mecánico. Tal y como afirmaban los rumores, esta característica acerca la X-H1 al campo del vídeo, un ámbito que efectivamente se quiere potenciar como demuestra la incorporación, según la firma, de 20 mejoras funcionales y de rendimiento para satisfacer los requisitos de la producción cinematográfica. Entre ellas la inclusión, por primera vez en la serie X, de “ETERNA”, un nuevo modo que simula la película cinematográfica y crea colores sobrios y tonos de sombra llenos de matices, aumentando enormemente la libertad creativa durante el procesado posterior. Además, para mejorar la calidad de imagen del vídeo que capta la X-H1, se la ha dotado de capacidad para grabar a una velocidad de 200 Mbps y de un modo de vídeo de alta velocidad 1080/120P (1/2, 1/4 y 1/5 de velocidad en cámara lenta). También de grabación con tarjeta SD F-log, para facilitar un suave flujo de trabajo, modo de disparo DCI 4K (4096×2160), ajuste de rango dinámico del 400%, micrófono interno HQ (24 bit/48 kHz) y códigos de tiempo verbales. Otra novedad de la cámara está en el campo del enfoque, donde se han incorporado nuevos y mejorados algoritmos de enfoque. Gracias a ello, el límite de luz baja para el AF de detección de fase se ha mejorado en unas 1,5 paradas, aumentando la precisión y la velocidad del enfoque automático en entornos de luz escasa. También se han realizado mejoras significativas en el rendimiento del autofoco continuo mientras se usa el zoom, lo que proporciona grandes beneficios al tomar fotografías deportivas y en otros escenarios en los que los sujetos se mueven de manera impredecible. Por otro lado, la X-H1 incorpora el primer modo de reducción del parpadeo en una cámara de la serie X. Se trata de unos modos que, según la marca, resultan fundamentales en fotografía deportiva de interiores, donde la X-H1 permite una exposición estable durante los disparos en ráfagas, incluso bajo luz fluorescente y de mercurio. Externamente, su parecido con la X-T2 es grande y a primera vista pueden confundirse. Pero si nos fijamos empezaremos a ver bastantes diferencias, incluyendo una importante. Hablamos de la desaparición en la parte superior derecha de la rueda de compensación de la exposición que ha sido sustituida por una pantalla sub-LCD de 1,28 pulgadas que han tomado prestada de la Fujifilm GFX 50S de formato medio. En cuanto a su construcción, está sellada contra el polvo y el agua y aguanta temperaturas hasta -10º, pero en este caso se ha utilizado una aleación de magnesio un 25 % más gruesa que la de la X-T2. Además, se ha aumentado el tamaño de las partículas de la superficie que recubre la cámara en busca de un revestimiento de alta calidad resistente a los arañazos con una dureza superficial equivalente a 8H. Por otro lado, también se ha cambiado la estructura de fijación de la montura, para ofrecer un cuerpo más compacto y ligero que mantiene una alta precisión y una fuerte resistencia a la torsión por impacto y otras fuentes de deformación. El visor electrónico parece haber sido levemente mejorado porque ahora ofrece una resolución de 3,69 millones de puntos (la mejor en cámaras sin espejo según Fujifilm) aunque el resto de datos no parece haber cambiado (tamaño de 0,5’, retardo de visualización de 0,005 segundos, velocidad de 100 fps y ampliación de 0,75x). Por su parte, la LCD trasera es ajustable en tres posiciones y tiene tres pulgadas y 1,04 millones de puntos. Por otro lado, Fujifilm dice haber introducido hasta 19 modificaciones de tipo operativo basadas en las recomendaciones recibidas de fotógrafos profesionales. Entre ellas un diseño nuevo para el grip, un interruptor de suspensión para el disparador, el obturador más silencioso de todos los modelos de la serie X y un nuevo botón AF-ON en la parte posterior. En cuanto a su coste y disponibilidad, la nueva Fujifilm X-H1 verá la luz el próximo mes de marzo y tendrá un precio recomendado de 1.899 euros (solo cuerpo). Junto con la cámara se pondrán a la venta varios accesorios incluyendo la empuñadura vertical VPB-XH1 (exclusiva para este modelo) que costará 329 euros en solitario y se podrá comprar con la propia cámara por un total de 2.199 euros :)