Intentar captar momentos en las situaciones más complicadas, o contar con un dispositivo todoterreno con el que no tengamos que estar preocupados por su fragilidad, es algo que se demanda, y hace que poco a poco vayan apareciendo más cámaras de este tipo. Todos los grandes fabricantes tienen su alternativa compacta, y Canon no iba a ser menos. En efecto, dentro del aluvión de novedades de hoy de la firma japonesa – 1200D o G1X MKII -, encontramos a la Canon PowerShot D30, una pequeña cámara que presume de poder ser sumergida hasta 25 metros, convirtiéndola en el modelo líder en su categoría. Lógicamente, está construida para la aventura y soportar condiciones extremas del clima, trabajando sin problema en un rango de 40 a 10 grados bajo cero. También soporta caídas desde una altura de dos metros. La cámara estrena nuevo diseño, y sensor de tipo CMOS de 12,1 megapíxeles. Se ve acompañado del procesador de imagen DIGIC 4 de la casa, que intentará mejorar la toma con poca luz y grabar vídeo en formato 1080p en las mejores condiciones posibles. Sobre la óptica, 28 milímetros y cinco aumentos. Siguiendo con la filosofía de la cámara, no esperábamos que a Canon se le olvidara incluir un receptor GPS, y ahí está. Interesante la introducción del modo Sunlight LCD de la pantalla, que se adapta a las necesidades del agua, o fuera de ella, jugando con parámetros como el brillo. No hubiera estado mal contar con conectividad WiFi. La Canon PowerShot D30 estará disponible en el color azul tal como lo que tenéis en la imagen que ilustra nuestra nota, y comenzará su comercialización en abril, en los principales mercados a un precio de 330 dólares, o el equivalente a tu moneda local :)