El espionaje electrónico entre países, “es algo habitual e inevitable para defender el ciberespacio, que se ha convertido en un ámbito militar como cualquier otro”, señalan a modo de excusa varios expertos, según publica esta semana Le Monde. En efecto, desde hace varios meses, las revelaciones del exconsultor de la agencia de seguridad estadounidense NSA Edward Snowden muestran la magnitud de Prism, el programa estadounidense de espionaje masivo mundial. Las revelaciones también crean tensiones entre aliados, como ocurrió cuando Francia y Alemania reaccionaron con indignación al enterarse de que la NSA había espiado millones de comunicaciones telefónicas y todo tipo de mensajes en esos países. Esas prácticas son “inaceptables”, insistió este martes el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius. La ministra francesa de Economía Digital, Fleur Pellerin, había emitido críticas similares la víspera, aunque reconoció que ese fenómeno “ha existido siempre”.Una opinión compartida por expertos. Las revelaciones sobre las operaciones de la NSA hacen “que se señale a un país, pero hay espionaje en todas partes”, afirmó recientemente Patrick Pailloux, director de la Agencia Francesa de Seguridad de Sistemas de Información (ANSSI). “La NSA tiene medios financieros enormes, lo que forzosamente sirve para algo. Ha habido una fingida ingenuidad por parte de ciertos Estados, pero si sus propios servicios secretos pudieran hablar…”, comentaba recientemente Bernard Ourghanlian, director de técnica y seguridad de Microsoft France. Espiar a otro Estado o a las infraestructuras importantes de empresas de otro país es práctica conocida. Desde mediados de año “todo el mundo se ha dado cuenta de que no estamos en un mundo de angelitos y que nadie se priva de espiar a países ‘aliados’”, señala Loic Guezo, director técnico en el sur de Europa de la firma japonesa Trend Micro. Sea con fines económicos y de competencia (recuperar datos industriales), con objetivos ideológicos (espionaje diplomático) o simplemente por hazaña técnica, “todos los Estados son ciberespías cuyas motivaciones varían, pero que utilizan las mismas técnicas”, sostiene Laurent Heslault, director de estrategias de seguridad de la sociedad Symantec.“Actualmente, cualquier conflicto conlleva su ciberconflicto. El ciberespacio es un nuevo ‘ámbito’ militar, como lo son la tierra, el aire o el mar”, afirma. Los ataques contra los sistemas informáticos son cada vez más obra de grupúsculos “patrocinados” por Estados, como el Ejército Electrónico Sirio o grupos chinos “que se sabe tienen mandato oficial del gobierno”, asevera Guezo. En China, se ha identificado a unos 200 grupúsculos ligados al gobierno, según la firma norteamericana FireEye, que publicó el lunes un informe sobre las características de los ciberataques según los continentes y los países. “El ciberespacio es una zona de guerra de pleno derecho en el que los tiros se desencadenan mucho antes de que empiecen las operaciones militares clásicas en el terreno de combate.Pero un misil puede ser identificado, en tanto que resulta sumamente difícil saber quién está detrás de un ciberataque”, afirma Denis Gadonnet, ejecutivo de FireEye en Europa.
Venga ya, el ciberespionaje podrá ser considerado "habitual" por algunos, pero moralmente es inaceptable :(