¿Se parece cada vez más nuestro mundo al de la pesadilla orwelliana en el que todas nuestras comunicaciones son vigiladas por “El Gran Hermano”? La inquietante pregunta que suscitó la célebre novela "1984" ha resurgido en Estados Unidos tras la publicación hace dos semanas de un artículo de uno de los mayores expertos en espionaje del país, James Bamford, sobre la construcción del "centro de espías más grande del país" en un paraje desértico del estado de Utah (oeste). El centro, de 90.000 metros cuadrados (cinco veces el Capitolio de Washington D.C.) y protegido por fuertes medidas de seguridad, debería comenzar a funcionar en septiembre de 2013, según el artículo de Bamford, publicado en el número de abril de la revista Wired. "Circulando por sus servidores y enrutadores y almacenadas en bases de datos casi sin fondo estarán todo tipo de comunicaciones", escribió Bamford, "entre ellas los contenidos completos de correos privados,llamadas de celular y búsquedas de Google, así como todo tipo de huellas de datos personales: tickets de estacionamiento, itinerarios de viaje, compras de libros y otra 'basura de bolsillo' digital". Para ello, Bamford cita a un ex -alto cargo de inteligencia estadounidense, William Binney, quien juntando sus dedos índice y pulgar le dice: "Estamos solo a esta distancia del Estado carcelero y totalitario". Debido a ello hay quienes sostienen que la agencia responsable del proyecto, la siniestra Agencia de Seguridad Nacional (NSA en inglés), realiza prácticas invasivas : "La NSA ha violado la ley durante muchos años y ha vigilado sin ningún control las comunicaciones de los estadounidenses, incluso de aquellos que no tienen ninguna conexión con el terrorismo", asegura el portavoz de la Unión de libertades civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), Zackary Katznelson. Tratando de acallar las críticas, el jefe del NSA, el general Keith Alexander, compareció hace una semana en el Congreso afirmando que la NSA “no intercepta por rutina las conversaciones telefónicas o la correspondencia electrónica de los estadounidenses.” Pero nadie da crédito a sus afirmaciones. Sin embargo, se conoce su costo, US$2.000 millones, y que forma parte de la Iniciativa Integral para la Ciberseguridad Nacional, un plan puesto en marcha en 2008 por el Criminal de Guerra George W. Bush para contrarrestar lo que llamó “crecientes” amenazas de ciberataques y en particular aquellos que podrían ir dirigidos “a la red eléctrica del país o al mercado financiero”.No se sabe cuántos espías trabajarán en el centro, ni cuáles serán sus funciones."El hermetismo que rodea a este proyecto y a la NSA no nos permite saber qué se hará exactamente en ese centro", dijo Matt Blaze, un experto en ciberseguridad de la Universidad de Pensilvania. "El miedo se ha extendido tanto que el imperio de la ley ha quedado abandonado", puntualizó. Como se sabe, la ley estadounidense pone a las agencias de inteligencia ciertos límites respecto al acceso a información privada de los ciudadanos del país, como la necesidad de una orden judicial, pero se sabe que esas restricciones no son respetadas. Si bien no es el único país que destina ingentes recursos a vigilar Internet y otras redes, para nadie es un secreto que es el principal propulsor de leyes infames como la tristemente celebre Ley SOPA en su absurdo afán de querer controlar la información y censurar todo lo que se publica en la Red.Por lo visto, la paranoia es contagiosa. A lo que hemos llegado :(
TIEMPO RE@L
miércoles, 28 de marzo de 2012
LO QUE HAY QUE VER: EE.UU. construye su "mayor centro de espionaje" en el desierto de Utah
¿Se parece cada vez más nuestro mundo al de la pesadilla orwelliana en el que todas nuestras comunicaciones son vigiladas por “El Gran Hermano”? La inquietante pregunta que suscitó la célebre novela "1984" ha resurgido en Estados Unidos tras la publicación hace dos semanas de un artículo de uno de los mayores expertos en espionaje del país, James Bamford, sobre la construcción del "centro de espías más grande del país" en un paraje desértico del estado de Utah (oeste). El centro, de 90.000 metros cuadrados (cinco veces el Capitolio de Washington D.C.) y protegido por fuertes medidas de seguridad, debería comenzar a funcionar en septiembre de 2013, según el artículo de Bamford, publicado en el número de abril de la revista Wired. "Circulando por sus servidores y enrutadores y almacenadas en bases de datos casi sin fondo estarán todo tipo de comunicaciones", escribió Bamford, "entre ellas los contenidos completos de correos privados,llamadas de celular y búsquedas de Google, así como todo tipo de huellas de datos personales: tickets de estacionamiento, itinerarios de viaje, compras de libros y otra 'basura de bolsillo' digital". Para ello, Bamford cita a un ex -alto cargo de inteligencia estadounidense, William Binney, quien juntando sus dedos índice y pulgar le dice: "Estamos solo a esta distancia del Estado carcelero y totalitario". Debido a ello hay quienes sostienen que la agencia responsable del proyecto, la siniestra Agencia de Seguridad Nacional (NSA en inglés), realiza prácticas invasivas : "La NSA ha violado la ley durante muchos años y ha vigilado sin ningún control las comunicaciones de los estadounidenses, incluso de aquellos que no tienen ninguna conexión con el terrorismo", asegura el portavoz de la Unión de libertades civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), Zackary Katznelson. Tratando de acallar las críticas, el jefe del NSA, el general Keith Alexander, compareció hace una semana en el Congreso afirmando que la NSA “no intercepta por rutina las conversaciones telefónicas o la correspondencia electrónica de los estadounidenses.” Pero nadie da crédito a sus afirmaciones. Sin embargo, se conoce su costo, US$2.000 millones, y que forma parte de la Iniciativa Integral para la Ciberseguridad Nacional, un plan puesto en marcha en 2008 por el Criminal de Guerra George W. Bush para contrarrestar lo que llamó “crecientes” amenazas de ciberataques y en particular aquellos que podrían ir dirigidos “a la red eléctrica del país o al mercado financiero”.No se sabe cuántos espías trabajarán en el centro, ni cuáles serán sus funciones."El hermetismo que rodea a este proyecto y a la NSA no nos permite saber qué se hará exactamente en ese centro", dijo Matt Blaze, un experto en ciberseguridad de la Universidad de Pensilvania. "El miedo se ha extendido tanto que el imperio de la ley ha quedado abandonado", puntualizó. Como se sabe, la ley estadounidense pone a las agencias de inteligencia ciertos límites respecto al acceso a información privada de los ciudadanos del país, como la necesidad de una orden judicial, pero se sabe que esas restricciones no son respetadas. Si bien no es el único país que destina ingentes recursos a vigilar Internet y otras redes, para nadie es un secreto que es el principal propulsor de leyes infames como la tristemente celebre Ley SOPA en su absurdo afán de querer controlar la información y censurar todo lo que se publica en la Red.Por lo visto, la paranoia es contagiosa. A lo que hemos llegado :(