Los legisladores estadounidenses vuelven a la carga con un proyecto de ley de 'ciberseguridad' que algunos grupos de activistas consideran aún más restrictiva que el polémico proyecto antipiratería SOPA-PIPA, la cual sufrió un duro revés gracias a una movilización en la Red sin precedentes ante la amenaza de aumentar dramáticamente el control -tanto del Gobierno como de las corporaciones- sobre Internet.El proyecto HR 3523 o CISPA (Cyber Intelligence Sharing and Protection Act), que se encuentra en la Cámara de Representantes de EEUU, se está ganando fuertes críticas de ciberactivistas que ven en él una reencarnación de SOPA, aunque de forma aún más restrictiva. Lo cierto es que este texto – del cual se espera su votación para las próximas semanas - no sólo se centra en la protección de la propiedad intelectual, sino que abarca además un amplio abanico de supuestos bajo el paraguas genérico de 'seguridad cibernética nacional'. Propone, de hecho, una revisión de la normativa de seguridad nacional (National Security Act) de 1947 para fomentar un mayor intercambio de información sobre 'ciberamenazas' entre el Gobierno de los EEUU y el sector privado, o entre las propias empresas privadas.La definición de "información sobre ciberamenazas" se amplía en este proyecto a cualquier información relativa a vulnerabilidades o amenazas a las redes o sistemas de propiedad y/o operados por el Gobierno de EEUU o empresas estadounidenses, así como cualquier intento por "degradar, interrumpir o destruir" tales sistemas o redes, además del robo o la "apropiación indebida" de información privada o gubernamental, incluida (y aquí entra la comparación con SOPA) la propiedad intelectual. Este amplísimo proyecto va más allá y prevé eliminar cualquier responsabilidad a las empresas que recopilan y comparten información entre ellas o con el Gobierno por motivos de seguridad. La lista de apoyos a este infame proyecto de ley es extensa (PDF) y cuenta con más de un centenar, entre los que destacan gigantes tecnológicos que manejan información muy sensible como IBM, Verizon, AT&T, Microsoft e incluso Facebook.Como era de esperar, numerosos grupos han puesto el grito en el cielo. Así, el Centro por la Democracia y la Tecnología alertaba ya en diciembre que el proyecto de ley apenas delimita qué tipo de información se puede compartir-a pesar de la protección de la privacidad-, podría aumentar el papel del Gobierno como vigilante de la Red y permitiría el intercambio de información entre empresas con muy pocas restricciones. Y es que la 'ciberseguridad' está siendo la bandera que están enarbolando muchos Gobiernos occidentales para plantear actualizaciones y nuevas normativas encaminadas a vigilar más de cerca la Red. Recientemente, el Gobierno Británico, preocupado desde hace años por las crecientes amenazas cibernéticas, anunciaba una ley para monitorizar Internet, las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, los mensajes en las redes sociales y las visitas a sitios web, un paso "necesario" según el Ejecutivo. Repudiable desde nuestro punto de vista.Esa ley - tal como sucedió con SOPA - no pasará :(
TIEMPO RE@L
domingo, 8 de abril de 2012
MUCHO PEOR QUE SOPA: Nuevo proyecto sobre 'ciberseguridad' en EEUU desata otra vez las alertas en Internet
Los legisladores estadounidenses vuelven a la carga con un proyecto de ley de 'ciberseguridad' que algunos grupos de activistas consideran aún más restrictiva que el polémico proyecto antipiratería SOPA-PIPA, la cual sufrió un duro revés gracias a una movilización en la Red sin precedentes ante la amenaza de aumentar dramáticamente el control -tanto del Gobierno como de las corporaciones- sobre Internet.El proyecto HR 3523 o CISPA (Cyber Intelligence Sharing and Protection Act), que se encuentra en la Cámara de Representantes de EEUU, se está ganando fuertes críticas de ciberactivistas que ven en él una reencarnación de SOPA, aunque de forma aún más restrictiva. Lo cierto es que este texto – del cual se espera su votación para las próximas semanas - no sólo se centra en la protección de la propiedad intelectual, sino que abarca además un amplio abanico de supuestos bajo el paraguas genérico de 'seguridad cibernética nacional'. Propone, de hecho, una revisión de la normativa de seguridad nacional (National Security Act) de 1947 para fomentar un mayor intercambio de información sobre 'ciberamenazas' entre el Gobierno de los EEUU y el sector privado, o entre las propias empresas privadas.La definición de "información sobre ciberamenazas" se amplía en este proyecto a cualquier información relativa a vulnerabilidades o amenazas a las redes o sistemas de propiedad y/o operados por el Gobierno de EEUU o empresas estadounidenses, así como cualquier intento por "degradar, interrumpir o destruir" tales sistemas o redes, además del robo o la "apropiación indebida" de información privada o gubernamental, incluida (y aquí entra la comparación con SOPA) la propiedad intelectual. Este amplísimo proyecto va más allá y prevé eliminar cualquier responsabilidad a las empresas que recopilan y comparten información entre ellas o con el Gobierno por motivos de seguridad. La lista de apoyos a este infame proyecto de ley es extensa (PDF) y cuenta con más de un centenar, entre los que destacan gigantes tecnológicos que manejan información muy sensible como IBM, Verizon, AT&T, Microsoft e incluso Facebook.Como era de esperar, numerosos grupos han puesto el grito en el cielo. Así, el Centro por la Democracia y la Tecnología alertaba ya en diciembre que el proyecto de ley apenas delimita qué tipo de información se puede compartir-a pesar de la protección de la privacidad-, podría aumentar el papel del Gobierno como vigilante de la Red y permitiría el intercambio de información entre empresas con muy pocas restricciones. Y es que la 'ciberseguridad' está siendo la bandera que están enarbolando muchos Gobiernos occidentales para plantear actualizaciones y nuevas normativas encaminadas a vigilar más de cerca la Red. Recientemente, el Gobierno Británico, preocupado desde hace años por las crecientes amenazas cibernéticas, anunciaba una ley para monitorizar Internet, las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, los mensajes en las redes sociales y las visitas a sitios web, un paso "necesario" según el Ejecutivo. Repudiable desde nuestro punto de vista.Esa ley - tal como sucedió con SOPA - no pasará :(